Fue justo hace siete años cuando con Aragonés en el banquillo y sin que ningún español pensáramos en ser campeones de Europa y del Mundo cuando se dio el pistoletazo de salida a la mejor selección que jamás hemos tenido
Antonio Blanca
20 de junio de 2004. España se jugaba la clasificación a cuartos de final de la Eurocopa de Portugal ante la anfitriona. El combinado entrenado por Iñaki Sáez fracasa estrepitosamente tras caer derrotado por 1 a 0 con un gol de “Nuno” Gomes. Sáez es destituido y Luis Aragonés es nombrado nuevo seleccionador. “El sabio de Hortaleza” debuta ante Venezuela, el germen del actual éxito de España. Sin saberlo, la base para vivir un “milagro” rojo y gualda se había plantado.
El técnico madrileño jugaba su primer partido ante el combinado 'vinotinto', un encuentro que venció por 3 a 2 gracias a dos goles de Raúl Tamudo y a otro de Fernando Morientes. Sólo siete años después, aquel equipo que 'nació' en 2004 vapuleó a Venezuela con un contundente 0 a 3. Y, lo que es más importante, con el título de campeones de Europa y campeones del Mundo a sus espaldas.
España, la 'eterna promesa', el equipo que siempre perdía en octavos de final (o cuartos), empezó a olvidar su historia para empezar a escribir una nueva, que recordara aquellos maravillosos años en los que se fuera campeona de Europa tras derrotar en 1964 en la final a la URSS por 2 a 1. Aragonés se encargó de formar un grupo ganador, con mucha calidad y, lo que es más importante, con hambre de títulos.
El entrenador madrileño no consiguió que el equipo español superase los octavos de final del Mundial 2006, donde Francia acabó con las ilusiones de España (3-1). Pero estaba gestionando a un grupo capaz de romper registros, una generación de futbolistas poco acomplejada con nuestra propia historia, dispuesta a hacernos llorar de alegría, y su trabajo se vio recompensado sólo dos años después, al llevar a España a lo más alto de Europa tras derrotar a Alemania en la final del campeonato de Austria y Suiza, el “gol” de Torres, 1-0.
Tras este partido, Aragonés se despedía de la Selección con unos números realmente buenos, 54 partidos dirigidos, en los que sumó 38 victorias, 12 empates y 4 derrotas. Vicente del Bosque aterrizaba entonces en la Roja con la intención de continuar el proyecto iniciado por el 'Sabio de Hortaleza', una labor nada sencilla. Pero lejos de fracasar, ha conseguido superar sus éxitos. Tenía muy poco que ganar y mucho que perder. Pero Del Bosque, genio y figura, es un grandísimo entrenador y al buen equipo de Aragonés, le ha impreso más unión si cabe.
El salmantino ha sabido aprovechar al máximo el impulso de Aragonés, además de encajar a la perfección las piezas del puzzle para convertir a España en el mejor equipo del planeta. Del Bosque consiguió el primer Mundial de la historia del combinado español, y sus registros no tienen nada que envidiar a los impresionantes números conseguidos por su antecesor en el cargo. Es más, los ha superado y en un tiempo menor.
Después de 44 partidos en el banquillo, Del Bosque ha sumado 39 victorias, 1 empate y 4 derrotas. Así, se ha convertido en el seleccionador nacional con mayor número de triunfos al frente de la Roja. De esta manera, ambos entrenadores han conseguido un 78,5 por ciento de victorias en los 98 encuentros disputados entre ambos. Palabras mayores.
Para cerrar la temporada, España se midió a estados Unidos y Venezuela, una mini gira muy positiva. Con los jugadores en pleno descanso, y ante dos selecciones rodadas, España ha sumado dos victorias, con siete goles a favor y ninguno en contra. Curiosamente, la Roja cierra la campaña en el país sudamericano, ante el mismo combinado donde empezaron los grandes éxitos de la Selección.
Confiemos en nuestros jugadores (rencillas Madrid-Barça superadas, o al menos limadas) y que el ciclo se repita de nuevo en Polonia y Brasil.