Le toca al equipo rojiblanco en la temporada 2011/2012 iniciar una nueva temporada para buscarse otra vez así mismo
Antonio Blanca
La directiva del equipo madrileño ha decidido abrir una nueva página en la historia del club tras el complicado fin de la temporada pasada. El Atleti se encuentra en busca del camino que le permita recuperar el prestigio de antaño y, para ello, la apuesta se dirige hacia profesionales que conocen los valores de la institución. Los colchoneros miran al pasado para construir su futuro. De hecho, las riendas deportivas del club, su dirección ha recaído ni más ni menos que en las manos de José Luis Pérez Caminero, toda una institución atlética.
El Atlético de Madrid es una de las instituciones deportivas españolas con mayor apoyo social. En sus 108 años de historia, se ha convertido en el tercer club más prestigioso del balompié nacional. En las vitrinas del Vicente Calderón (que poco tiempo de vida le queda) brillan las nueve Ligas, nueve Copas, una Copa Intercontinental, una Recopa y la Europa League conquistada el pasado año. Sin embargo, la tradición ganadora del pasado ha quedado relegada al olvido y el club rojiblanco vive una continua lucha por encontrar su identidad. Pasa del cielo al infierno con la facilidad de pestañear varias veces por minuto.
La dirección del equipo madrileño otorgó las riendas del equipo a Quique Sánchez Flores en octubre de 2009 para reconducir el mal arranque de curso y la plantilla firmó un final de temporada histórica: campeón de la Europa League, Supercopa de Europa y subcampeón de la Copa del Rey en una final contra el Sevilla perdida de manera inmerecida. El pasado año adquirió el carácter de histórico, ya que la institución colchonera volvió a conquistar un título tras el “doblete” de 1996 (año que supuso un oasis en la travesía en la que el club estaba inmerso). Pero el elevado nivel futbolístico, la unidad del vestuario y la mentalidad ganadora que el equipo mostró en la pasada campaña se diluyó tres meses después para confirmar el eterno retorno de las dudas y la búsqueda de una identidad que aleje al Atlético de Madrid del sobrenombre de “el pupas”.
La debacle deportiva que estaba sufriendo el equipo se transmitió a la convivencia de la plantilla y algunas de las figuras del vestuario se dejaban querer por otros clubes. Ante esta situación, la directiva decidió romper la inercia, destituir al entrenador y al director deportivo y construir la nueva casa por los cimientos. Si bien el perfil del entrenador no ha sido definido con claridad en las últimas fechas, el nuevo proyecto sí marca un camino, los gestores de los recursos y de la plantilla han de haber pasado por el Vicente Calderón.
De este modo, han llegado José Luís Pérez Caminero (director deportivo-), Carlos Aguilera (director de la cantera), Milinko Pantic (entrenador del filial), Gregorio Manzano (entrenador, buen profesional y ante la segunda oportunidad de hacerlo bien en la casa colchonera) y Rubén Baraja y Juan Vizcaíno (ayudantes del primer entrenador).
Caminero, el elegido para diseñar el nuevo proyecto, declaró en su presentación que "una entidad como el Atlético tiene que tener cantera sí o sí y mirar a ella”. El nuevo dirigente del Atlético de Madrid explicó que es “un aficionado más” y, preguntado sobre el valor de la vuelta de jugadores para ocupar cargos directivos, comentó que “cuando el corazón manda, te involucras mucho más”. Gregorio Manzano, por su parte, ha sintetizado la nueva filosofía que pretende aportar aire fresco a la institución madrileña: “Ahora comienza una nueva idea, un Atlético renovado de ilusión, de juventud y jugadores que quieren llegar a ser protagonistas en el mundo del fútbol”.
La directiva ha decidido transformar la estructura deportiva del club y girar la desdibujada inercia de su equipo para tratar de encontrar un nuevo camino que le permita reconquistar su prestigio. Todo ello a la luz de nuevos jugadores, de piezas que vengan a componer un puzle distinto al formado por los De Gea, Forlán, Agüero y compañía, que parecen tener los días contados en la ribera del Manzanares. ¿Cómo reaccionará la “sufrida" afición del Atlético de Madrid ante estos nuevos hechos? Es evidente que no es lo mismo que el Torres salga para intentar triunfar en el Liverpool, a que el “Kun” se mude a unos pocos kilómetros de distancia para enfundarse ni más ni menos que la zamarra del eterno rival.
En los últimos años, como un cierto reflejo de la lucha por encontrarse a sí mismo han vivido los jugadores sobre el césped, ha crecido la división entre los aficionados colchoneros en relación con la gestión de Enrique Cerezo y la familia Gil. ¿Quién no recuerda las broncas a Diego Forlán, Reyes, y los pañuelos hacia el palco con el burdo grito de: “Cerezo cabrón fuera del Calderón”?