Tras
y durante las reivindicaciones políticas secesionistas catalanas en el Camp Nou
se vivió un partido de alto nivel entre los dos mejores equipos de nuestra liga
Antonio Blanca
Política
y fútbol. Dos temáticas que levantan pasiones y sentimientos más allá de la
razón. El corazón en este ámbito puede más que la cabeza, al menos para
algunos. Ayer el Camp Nou se vio imbuido de la vorágine independentista
catalana. Sandro Rosell puso al servicio de la Generalitat el club, el Barcelona, y una gran puesta en escena por
parte de los organizadores hizo el resto. Todo el mundo es libre para ondear
las banderas que quiera, para gritar las proclamas que desee. El campo del
Barça ayer se vistió de Cataluña, una senyera
recibió a los futbolistas, luego en el minuto 17 de primer y segundo tiempo
se gritó “independencia”. La política se tragó por momentos el clásico. Se vieron
esteladas a lo largo del partido, agitadas con más fuerza cuando un genio
argentino marcaba los goles. De hecho hubo por momentos estética totalitaria en
un estadio de fútbol. El Barcelona anoche perdió sus tradicionales colores,
azul y grana, para cambiarlos por el amarillo y el rojo, excluyendo queriendo o
sin querer al resto de simpatizantes y aficionados del club repartidos por toda
España y parte del extranjero. En lo estrictamente deportivo, el Madrid pudo
matar al equipo de Vilanova en los primeros veinte minutos, pero de nuevo el
infortunio visitó al Mou’s eleven que
en la segunda parte anduvo con menos fuerza que un gran Barça. Por tanto justo
empate, y espectáculo a raudales, que sería una pena se perdiera si se lograse
la independencia de una de las regiones de España, Cataluña, porque está claro
que si uno se va de un sitio, lo hace con todas sus consecuencias, y no a la
carta.
La
séptima jornada que como siempre que hay un Barça-Madrid queda algo postergada,
dio comienzo el viernes noche, en Balaídos, con el partido Celta-Sevilla. Ganó
el conjunto vigués. 2-0. Los gallegos fueron mejor que los de Michel, que no
habían perdido un solo partido, y en una semana han caído de manera consecutiva
en dos jornadas, ante el Barcelona y frente al Celta de Vigo. Mal partido de
los andaluces, que anduvieron idos, sin saber cómo atacar, muy flojos atrás,
facilitando la victoria celeste que les sitúa en mitad de tabla.
Ya
la tarde del sábado, merced al disparate de horarios de la BBVA gracias al “mono
borracho” que pone los mismos, se disputó el Rayo Vallecano-Deportivo de la Coruña.
Los dos equipos con urgencias, los dos venían de recibir duras goleadas la
pasada campaña. Vallecas contempló la cara buena de los de Jémez, que se
impusieron por 2-1, si bien pudieron ser más. El equipo de Oltra con la derrota
cae a puestos de descenso.
Mala
suerte por un mal arbitraje fue la que tuvo el Zaragoza ante el Getafe en su
campo de la Romareda. Expulsión rigurosa de Romaric y penalti dudoso a favor de
los azulones. Lo anotó Diego Castro que marca por segundo partido consecutivo. El
Geta empieza a sumar de tres en tres y a escalar en la tabla de la BBVA. Ahora
mismo Europa está más cerca que los puestos de abajo, esos en los que el
conjunto maño se desenvuelve en los últimos tiempos, una zona muy peligrosa,
demasiado.
No
despega el Espanyol de Pochettino. Empate a uno en Pucela entre los catalanes y
el Real Valladolid. Jugó con uno menos el Espanyol por la expulsión de Víctor
Álvarez, y con un panorama poco favorable fue capaz de adelantarse, pero a
perro flaco todo son pulgas, y cuando parecía que los pericos iban a sumar sus primeros tres puntos en liga, Óscar puso
el 1-1 definitivo y deja al míster argentino con la soga al cuello, en siete
partidos ni una sola victoria es una rémora muy pesada.
No
es solo “Euro Betis”, es que ocupa la cuarta plaza, puestos de Champions
League. El equipo de Pepe Mel está teniendo un gran comienzo, como el año pasado,
que puede valer para a la larga certificar la permanencia en la liga de las
estrellas. 2-0 de los verdiblancos a la Real Sociedad, con goles de Paulao y
Rubén Castro. Fue mejor el Betis que acabó el partido con uno menos. A la
afición le dio igual. Toda una fiesta el Benito Villamarín que disfruta de las
mieles del triunfo por el momento.
Derbi
valenciano la mediodía del domingo. Pellegrino otra vez en la picota. Perdió el
Valencia que mostró inoperante en ataque en el campo del rival de su ciudad, el
Levante, que aprovechó un fallo defensivo de Tino Costa para que Martins diera
toda una lección de cómo hacer saltos mortales en la celebración de su gol, el
único que se marcó en los noventa minutos. Con los tres puntos el equipo de
Juan Ignacio Martínez supera en la tabla al Valencia que se queda con ocho en
la parte baja de la clasificación.
Gracias
al gran inicio de campeonato, el Mallorca sigue arriba, porque sus dos últimos
partidos los cuenta por derrotas. El Granada se impuso en el Ono Stadi por 1-2.
Buen partido el desarrollado por los pupilos de Anquela que supieron adaptarse
en todo momento a las diferentes situaciones que se iban planteando para sumar
una nueva victoria e ir ganando bocanadas de oxígeno alejando el temido
descenso.
Partido
de urgencias el que se disputó en San Mamés entre el Athletic de Bielsa y el
Osasuna de Mendilíbar. 1-0 para los leones que se curan las heridas del
ridículo realizado en Liga Europa ante el Sparta de Praga. Marcó Aduriz el
único gol, que vale a los rojiblancos para saltar y superar la parte de caída a
la Liga Adelante. Osasuna sigue con cuatro puntos, solo a dos del farolillo
rojo y dando síntomas de ser un equipo agotado y esto que solo acaba de
empezar. Ese es el lado positivo de la cuestión, es posible subsanar el mal
arranque.
Igual
que en el Camp Nou se hizo toda una exhibición de músculo nacional catalanista,
por twitter, a la misma hora del partido, en España era trending topic (tema de mayor interés) el “si no os gusta nuestro
país, no juguéis nuestra liga”. Es el peligro que tiene unir indisolublemente
el deporte y la política, pero en Barcelona se han empeñado en ser bandera de
la independencia y por ende, en excluir a multitud de aficionados que se
identifican plenamente con los colores blaugranas pero en absoluto tienen
identidad nacionalista. ¿Cómo se sentirá un seguidor del Barça de Córdoba,
Ferrol, Teruel, por no hablar de uno de China al que esto le tiene que sonar
precisamente a cuento chino todo esto…? Discriminado como mínimo. En el
apartado del deporte, el que debía ser el protagonista siempre, gran partido,
al nivel de los dos equipos. Messi y Ronaldo fueron los goleadores, ambos por
partida doble, demostrando que son los mejores jugadores del mundo, que tanto
el argentino como el portugués merecen ser vencedores del Balón de Oro, sin
obviar a Iniesta y Casillas (al que un sector del madridismo se empeña en
culpar de los goles de su equipo esta campaña). 2-2 repitiéndose el guión de
los últimos clásicos. Arbitraje correcto de Delgado Ferreiro, que hizo bien en
no señalar los penaltis sobre Ozil e Iniesta, pues no eran, y que supo mantener
sobre el césped a Busquets y Alonso (pudieron ser expulsados). El equipo de
Mourinho se adelantó ante el Barcelona una vez más, pero no supo darle la
puntilla, y la tuvo en sus botas Benzema, pero mandó la pelota al palo. Fueron los
mejores minutos merengues, que tenían Barça anulado, a Messi fuera, pero Pepe
marró en un despeje, y llegó justamente la “pulga” para empatar. Vibró el Camp
Nou, los de Vilanova se vinieron arriba. El Madrid lo empezó a pasar mal. En la
segunda parte siguió el mismo papel. Con el Madrid algo desordenado, el
Barcelona por medio de Xavi empezó a orquestar su fútbol. Messi anotó la
remontada de falta, golazo con rosca exterior incluida para superar la barrera.
Cuando más herido y alicaído parecía el Real, los blancos sacaron su orgullo,
se pusieron el machete entre los dientes y se fueron a por el Barcelona.
Ronaldo aprovechó un buen pase de Ozil y no perdonó en el mano a mano con
Valdés. El portugués acabó jugando con un esguince de hombro, dando muestras de
sacrificio, para que después le critiquen. Hubo variado intercambio de golpes
pero el marcador no se movió. Reparto de puntos tras los noventa minutos de tensión
y pasión. El Barcelona mantiene su ventaja, puesto por mucho que se haya
escrito o dicho, al final no dejan de ser tres puntos de un campeonato muy
largo, en el que los de Vilanova han superado una prueba de fuego para volver a
recuperar la corona.
Final
de jornada en el Vicente Calderón. Gran partido, entretenido y eléctrico, los
dos equipos de moda se enfrentaban. 2-1 ganó el equipo del “Cholo” Simeone, por
un gol en propia puerta en el descuento de Weligton. Antes Falcao había anotado
su octavo gol en liga para compartir “pichichi” con Ronaldo y Messi. El empate
lo puso Santa Cruz. Pudo ganar cualquiera, pero la luz que parece tener Simeone
hizo que los tres puntos se quedaran en la ribera del Manzanares, para goce del
Calderón que vuelve a ver su Atleti muy arriba, tanto que es colíder junto con
el Barcelona, un hecho que parece haberse olvidado, pero que hay que tener muy
en cuenta, los colchoneros este año sí que quieren ser la alternativa, y por el
momento mandan en la liga española y en Europa, un inicio más que fulgurante,
histórico.