jueves, 25 de octubre de 2012

MÁLAGA SUEÑA


De los cuatro equipos españoles solo el Real Madrid cayó derrotado en la tercera jornada de la primera fase de la Champions League

Antonio Blanca


Se ha llegado al ecuador de la fase de liguilla de la Copa de Europa y nuestros cuatro equipos, Valencia, Barcelona, Madrid y Málaga están situados en posiciones de pase a octavos de final y todos como primeros de grupo a excepción del Real de Mourinho que ayer volvió a toparse con la maldición germana y se obliga así a tener que vencer en el Santiago Bernabéu al Borussia Dortmund para recuperar la primera plaza de grupo y evitar a unos rivales más complicados para el sorteo de la fase siguiente, eliminatorias que ya no concederán patinazos como ahora.

Venció el Valencia en Bielorrusia al BATE Borisov, hasta el martes líder sorprendente del grupo. Soldado volvió, cogió su fusil y ametralló la portería de su rival. Gran partido del ex de la cantera del Real Madrid. Tras días de sequía llegó de nuevo su reencuentro con el gol y además de que manera. Un hat trick, a la postre, los tres únicos goles del partido, uno de ellos de muy bella factura, ya no solo por la ejecución (golpeo de primeras y en volea), sino por su construcción, una acción colectiva que se inició desde las manoplas del cancerbero che. El Valencia de Pellegrino venció 0-3, se pone primero y ahora tiene la posibilidad de no depender de nadie, sino de por sus propios hechos pasar de fase liderando.

Jugó el martes en el Camp Nou el Celtic de Glasgow. El equipo católico escocés evidenció que este año el Barça no es el de otras temporadas, un equipo que en ataque sigue teniendo muchísimo peligro, pero que de momento no materializa ocasiones clarísimas de gol, y que en defensa, bajas aparte, está dando muestras de una fragilidad preocupante. Aún con estos factores, los de Vilanova siguen venciendo y no saben que es ceder un solo punto en Copa de Europa. El Celtic se adelantó gracias a un gol de Samaras con la inestimable colaboración del “jefecito” Mascherano. Luego los británicos se pusieron a defender y tuvo que ser Iniesta el que empatara al filo del descanso tras una gran combinación entre el albaceteño, Messi y Xavi. El argentino no estuvo fino y eso este año el Barça lo nota y con creces. El día que Messi juega, el Barcelona lo pasa mejor, ojo que también puede sufrir como le pasó en la Coruña. Cuando todo parecía que iba a culminar en tablas, ya en el minuto 94, de nuevo la suerte, esa flor que esta temporada acompaña a los blaugranas volvió a aparecer. Jordi Alba rozó lo suficiente un balón que caía desde la derecha para certificar los tres puntos, 2-1 y a otra cosa.

Ayer en la Rosaleda se vivió uno de los partidos que marcan el devenir histórico de un club. Lo que esta temporada está haciendo el Málaga es digno de alabar, cantar y contar. De momento está siendo el mejor equipo de su historia. Los pupilos de Pellegrini tumbaron anoche a un siete veces campeón de Europa, el Milan, por 1-0, golazo de Joaquín, así el del Puerto de Santa María redimía el penalti fallado. El marcador final es lo de menos, porque los de la Costa del Sol jugaron de tú a tú, siendo mejores que los italianos. El cuadro presidido por Silvio Berlusconi no pasa por época de bonanza, envejece como su dueño y no encuentra el camino. Este Milan dista mucho de aquel de principios de los noventa, o el capitaneado por Maldini en el que Shevchenko era un killer. Pero sigue siendo el Milan, sigue vistiendo de rossonero, sigue teniendo un palmarés que asusta, y el Málaga que este año salvo la derrota en la BBVA con el Atlético no ha cedido en ningún partido, el 24 de octubre de 2012 lo marca en dorado muy pero que muy fuerte en lo que es una de las más brillantes victorias en los anales del club. Primeros y de moda por el viejo continente.

Cayó el Real Madrid en Dortmund, 2-1. Pudo ganar o empatar, pero perdió, de nuevo ese halo de mal agüero que el país alemán tiene para el conjunto merengue. Ya son diecisiete visitas, y solo una victoria. La maldición continua para el Real Madrid, habrá que ver si en los cuadros de eliminatorias la suerte le vuelve a poner las tierras teutonas en su andar para quitarse algo de complejo. No fue un partido bueno por ninguno de los dos equipos. Malas defensas que ayudaron a ofrecer un espectáculo entretenido para el espectador. Lo justo hubiera sido un empate, aunque Iker luciera más que su compañero del Borussia. El capitán de España evitó dos goles más con soberbias paradas, no pudo así evitar los tantos de Lewandowski tras un maravilloso regalo de Pepe en la salida de pelota, ni el segundo, un disparo desde la frontal que le fue tapado por el gigante polaco y por el central portugués, que ayer jugó uno de sus peores partidos con la camiseta del Real. De hecho Mourinho puede que le deje un partido de banquillo para que piense. Essien en el lateral tampoco estuvo fino, como Modric que ha perdido ese factor de estrella salvadora con la que aterrizó en el Madrid, y ahora se le ve lento y desacompasado. Los delanteros blancos, tanto monta, monta tanto, Benzema como Higuaín, regular tirando a mal los dos, y el Madrid lo nota. Ozil con pinceladas, como Ramos y Di María. De la quema se salvan, Casillas, Alonso y Ronaldo, el de siempre, que anotó el empate de una gran vaselina y que fue el único que llevó algo de peligro. No es el fin del mundo, tiene arreglo, pero “Mou” tiene que inyectar al equipo sangre de Champions, por lo menos a algunos de sus jugadores, ahora a solventarlo en los tres choques siguientes.