Carlos de Blas
La selección española de fútbol recibe este
martes en el Vicente Calderón a Francia, su principal
rival para hacerse con la primera plaza del Grupo I de la fase de
clasificación europea para el Mundial de Brasil 2014 y a la que apeó en
los cuartos de final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania hace menos de
cuatro meses.
La 'Roja' y los 'bleus' vuelven a medirse después de lo sucedido
en el Donbass Arena, donde la actual campeona del mundo y de Europa se
deshizo de los entonces entrenados por Laurent Blanc por 2-0, ambos
tantos de Xabi Alonso. Desde ese partido, España ha seguido en su racha
victoriosa, mientras que el combinado francés ha tomado un nuevo cambio
de rumbo de cara a volver a estar peleando por cosas grandes.
Ahora, no es un partido a vida o muerte como el de aquel del 23 de
junio, pero sí de mucha importancia, sobre todo para los de Vicente del
Bosque, que juegan en casa por primera vez en esta ronda y que esa
condición y actual dominio les otorga más presión para sacar los tres
puntos, aunque los de Didier Deschamps también están necesitados porque,
aunque el empate les pudiera resultar valioso, están en la encrucijada
de buscar una buena imagen y un marcador que les impulse.
El que fuera campeón del mundo en 1998 heredó el equipo que
dirigía un compañero suyo en aquella exitosa cita, Laurent Blanc, cuya
apuesta tampoco resultó nada positiva, con nuevos problemas con
jugadores, aunque no tan graves como con Raymond Domenech, pero cuyo
punto culmen fue la eliminación a manos de la selección española en la
Eurocopa, sobre todo por la imagen dada por los franceses, más
preocupados de defender que de atacar.
Por ello, la actual campeona del mundo debe vigilar el ánimo de
revancha con el que puede venir su rival, con piezas nuevas en su
equipo, pero prácticamente con las mismas que son claves en su fútbol,
donde todavía el físico predomina por encima del talento, reservado a
Karim Benzema y Franck Ribéry.
España ha solventado sus dos primeros partidos con victoria, y con
diferente imagen. Así, del sufrimiento ante Georgia (0-1) se pasó a la
recuperación de su mejor fútbol frente a Bielorrusia (0-4), por lo que
el ánimo dentro del equipo es el mejor de cara a un choque que los
internacionales saben que es fundamental, sobre todo porque su
regularidad (24 partidos consecutivos en fases de clasificación sin
perder) es mayor que la de Francia.
La principal duda será si el seleccionador retoca el once. Sergio
Busquets jugó de central el viernes junto a Sergio Ramos, 'tocado' y que
no entrenó el domingo, pero que parece casi seguro que será de la
partida, y el azulgrana podría volver al mediocentro para formar la
pareja que se rompió en Minsk con Xabi Alonso ante la mayor entidad del
rival.
En este caso, Javi Martínez y Raúl Albiol pelearían por ser la
pareja del de Camas, y Xavi adelantaría su posición para jugar con David
Silva y Andrés Iniesta, que debería recuperar su sitio tras tener algo
de 'descanso' ante Bielorrusia. Sin embargo, esto significaría
igualmente que Pedro, espectacular ante Bielorrusia con su 'hat-trick',
no tuviese hueco, algo que también parece poco probable porque Del
Bosque no es muy dado a retocar cosas que hayan funcionado bien. Arriba,
Cesc Fábregas y Fernando Torres, que retorna al Calderón por primera
vez desde que dejó el Atlético, pugnan por ser el '9'.
Al técnico salmantino le preocupa sobre todo el poderoso juego
físico que cuenta Francia, que tendrá en este sentido tres bajas
importantes ya que a las conocidas de Rio Mavuba y Abou Diaby, se unió
la del exmadridista Lass Diarra. Deschamps no cambiará mucho y procurará
de ahogar todo lo que pueda la creación y el estilo del combinado
español.
Además, Francia, que sufrió en casa ante Bielorrusia, viene de
perder en un amistoso ante Japón por 0-1, por lo que las dudas vuelven a
recaer sobre los 'bleus', que necesitarán la mejor versión de sus dos
mejores jugadores, el madridista Benzema, negado con el gol con su
selección, y Ribéry.
Igualmente, los franceses han perdido en sus tres últimos partidos
con España, ya que a la derrota de la Eurocopa hay que añadir las de
los amistosos de 2008 (Málaga) por 1-0, con gol de Joan Capdevila, y la
dolorosa de París por 0-2, con tantos de Sergio Ramos y David Villa.