lunes, 13 de octubre de 2014

RONALDO EL DEPORTISTA TOTAL


Acusado y envidiado por muchos, el ‘7’ del Real Madrid a base de trabajo y goles está demostrando ser un futbolista completísimo que puede batir todos los récords en su club y en el fútbol

Antonio Blanca

"Cristiano Ronaldo es un atleta, pero Messi es Dios". Son las palabras recientemente pronunciadas por el centrocampista del Atlético de Madrid “Koke”. No es la primera vez que gente del mundo del fútbol (en activo o retiradas), o personajes que forman parte del entorno mediático que rodea al deporte rey los que hacen referencia al privilegiado físico del portugués. Se supone que lo hacen con la intención de ensalzar sus actuaciones sobre los terrenos de juego. Arma de doble filo ésta, una fina línea que separa el elogio de la insinuación de que el jugador del Real Madrid dependería casi exclusivamente de su entrenada constitución corporal para arrancar ovaciones al respetable. Nada más lejos de la realidad.

Estas líneas ni mucho menos pretenden minusvalorar las superlativas capacidades futbolísticas de Lionel Messi. Sería de necios. Perderían todo su valor. El argentino queda al margen; su nombre únicamente se cita en virtud de contextualizar el tema (sin entrar en temas fiscales). El propósito no va más allá de responder al menosprecio deportivo velado del que es objeto a menudo Cristiano Ronaldo.

Este “cuento” con tintes maquiavélicos a priori, aunque con factos de penny dreadful de cualquier barra del Whitechapel del XIX, el de clasificar a los jugadores en dos grupos, uno integrado por aquellos que efectivamente lo serían y otro por "atletas", nació de un barato intento de justificación de la derrota. Josep Guardiola, en un forzado empeño por disfrazar los hechos y camuflar la indirecta en alabanza, lo inventó durante el transcurso de la eliminatoria correspondiente a las semifinales de la edición 2013-14 de la Champions League que enfrentó a su equipo, el Bayern Munich, con el Real Madrid y que concluyó en un sonrojante 5-0 global a favor de los blancos. Excusas de mal perdedor que más de uno asumió como doctrina, ya saben, no me llames iluso...

En el caso de Cristiano Ronaldo, ¿es posible que un futbolista que domina las dos piernas prácticamente a idéntico y altísimo nivel, posee espectaculares y amplios repertorios de regate y remate, resuelve los mano a mano de todas las formas y maneras, lleva a cabo un estilo de golpeo de esférico único en el mundo y, por si fuera poco, cuenta con la visión de juego necesaria como para repartir de cuando en cuando asistencias entre sus compañeros consiga todo esto merced a su físico? Sin duda, se trata de una hipótesis ridícula, absurda, rayana en el dadaísmo.

El "atleta" del Real Madrid, a día de hoy Balón de Oro (sainete de premio), distinción que podría revalidar después de consumarse la próxima votación del premio visto su rendimiento actual, protagonizó acciones el pasado curso, sin ir más lejos, que demuestran que resultaría imposible ser el mejor sin estar dotado de una técnica exquisita. Gol magistral de tacón al Getafe; caño, definición ajustada al palo largo y tanto ante el Rayo; tres bicicletas, recorte y chut cruzado con la zurda a las mallas de la portería del Schalke 04; control, regate en una baldosa al portero y culminación, todo en apenas tres segundos, contra el Borussia Dortmund. Pero lo mejor, quizá, por dificultad y habilidad llevada al extremo, frente al Galatasaray en Estambul: deja sentados dentro del área, en espacio reducido, a tres oponentes y golpea poderoso a media altura para batir a Fernando Muslera. Impecable.

El Siete merengue encierra en sí mismo unas cualidades innatas para la práctica del fútbol que poco tienen que ver con su musculatura y potencia. Así es, por mucho que moleste a aquellas personas que valoran a según qué jugadores de acuerdo con criterios carentes de objetividad, salpicados por el forofismo. Cristiano Ronaldo es un fuera de serie, y a esto añade una dedicación y profesionalidad que pocos ofrecen. Una definición que sí se ajusta a la realidad.

Un olfato goleador en pleno apogeo. Cristiano Ronaldo, que siempre ha destacado por su facilidad para hacer diana en los marcos rivales, se ha superado en los últimos tiempos. El extremo luso del Real Madrid acumula más goles en la Liga BBVA en lo que va de curso (13) que hasta 106 equipos militantes en la competición doméstica de la regularidad española, la Premier League, la Serie A, la Bundesliga, la Ligue 1, la Liga Zon Sagres y la Eredivisie. De otro planeta.

Estos estratosféricos números responden también, en parte, a que el natural de Madeira conserva intacta la ambición, el hambre, del día en que debutó como profesional, con tan solo 17 años, en el Sporting de Lisboa. No ha cambiado en este sentido, y ahí reside uno de los grandes secretos de su sobresaliente rendimiento.

Cristiano Ronaldo es mucho más que un "atleta"; su nombre ya figura entre los de los mejores jugadores de la historia del fútbol, y su insaciable voracidad por ser el más grande entre los grandes, le llevará a ser precisamente eso en el Real Madrid, a día de hoy y para la posteridad el club de sus amores.