jueves, 2 de octubre de 2014

UN ATLETI QUE PUEDE


El Atlético y Real Madrid enmendaron el miércoles ganando sus respectivos partidos la mala imagen dada por Barcelona y Athletic el martes en Champions League

Antonio Blanca

El miércoles fue mejor que el martes, a priori y mirando resultados, porque ateniéndonos al desarrollo sobre el césped, solo el Atlético de Simeone se salvó de la quema. Los otros tres representantes de la BBVA en la Liga de Campeones rayaron el esperpento en algún caso y la desidia más apática en otra. En ambos casos, Barça y Madrid respectivamente, la soberbia del que se piensa superior o que de verdad lo es, se esfuma en el tú a tú del partido, en el momento de la verdad los números y la teoría de nada valen en un deporte si tu actitud te hace acreedor de una mala aptitud. En el caso del Real Madrid por su rival es más comprensible que en el de los pupilos de Luis Enrique, que en París fueron superados por todos los flancos por su rival. El Athletic no le toma el pulso a la “orejona” y si la tercera semana del décimo mes del año, no lo arregla, la Champions empezará a darle las gracias y hasta otra.

En el Parque de los Príncipes solo Neymar y Messi a ráfagas mantuvieron el nivel para que el Barcelona perdiera el primer partido de la temporada y encajara sus primeros goles. 3-2 venció el PSG que sacó no solo las vergüenzas de la defensa, también puso en un brete el entramado defensivo del mediocampo, Rakitic estuvo buscándose y aún sigue, y Ter Stegen, el portero que en dos de los tres tantos pudo hacer muchísimo más. Fue un partido bonito, más de ida que de vuelta, el Barcelona siempre a remolque, sin esperarse tal intensidad por parte de los de Blanc, que no contaron con Zlatan Ibrahimovic pero que no les hizo falta. Partido clave que puede hacerse muy malo en el Camp Nou si el Barça no vence y supera en goles, ya que no es lo mismo estar en el primer bombo que en el segundo en los octavos de final. Revolcón inesperado que hará que Luis Enrique analice muy mucho su táctica defensiva.

El BATE Borisov le dejó claro al Athletic que en Europa de nada vale ir de favorito y que se nota cuando juegas de local o de visitante. Bielorrusia fue un infierno para los de Valverde que querían usar la Copa de Europa como balsámico para un desastroso comienzo liguero. El Bilbao estuvo mal en ataque, mal creando y muy mal defendiendo, en los tres casos cerca de la calamidad. Es difícil encontrar explicación palpable a un equipo que maravilló en la previa de esta competición frente al Nápoles y que mes y medio después se desinfla con la facilidad de un globo sin anudar. Hay margen para la reacción, Valverde gran entrenador es capaz de ello y su plantilla también.

El Madrid visitó Bulgaria, aunque por lo visto era para hacer turismo y no para jugar un partido de fútbol. Gran imagen la mostrada por el Ludogorets que puso en bastantes momentos en dificultades de los de Ancelotti que estrenaban camiseta, la negra del dragón pero que poco garra pusieron, si acaso “Isco”, el mejor del Madrid anoche y Ronaldo que sigue con esa voracidad de killer y que ya tiene los mismo goles que Raúl González Blanco en Copa de Europa. El portugués autor de un gol de penalti, marró antes otro. Ambos lanzamientos para empatar a uno, porque anteriormente casi al inicio del choque otra vez a balón parado (el Real lleva en mes y pico de competición los mismos goles encajados en esta suerte que en toda la pasada temporada), la defensa falló cual efecto dominó y Marcelinho adelantó al Ludogorets. Otro fallo de concentración, otro lapsus que manifiesta una soberana falta de concentración de todos absolutamente todos. El Madrid con gol de Benzema certificó la remontada, 1-2, tres puntos y a otra cosa. Casi sin motivación, el caso más flagrante el de Bale, el galés está en un momento delicado, los dragones se impusieron, suman cinco victorias consecutivas pero siguen sin saber a qué jugar.

Gran partido en el Vicente Calderón. 1-0 venció el Atlético de Madrid que aprovechó la ayuda del Malmöe sueco que ganó a Olympiakos para poner el grupo A apretadísimo. Los cuatro equipos con tres puntos. Ganó el equipo de Simeone a la Juventus de Turín con gol de Arda Turan. Venció por coraje, por orden, por ganas, por fútbol. El Atleti fue mejor en la segunda mitad, en la primera primó la igualdad. La Juventus de Allegri se daba por contenta con un punto, el Atlético no, que no cejó en su empeño hasta lograr ese gol que le hacía valedor de los tres puntos y que le devolvía toda la vida para afrontar el resto de la liguilla. Los rojiblancos encuentran sensaciones y lo más importante victorias. Paso a paso las cosas vuelven a parecerse a la pasada campaña.