Derrota
inesperada del Real Madrid en Sevilla que deja al Barcelona en solitario al
frente de la tabla clasificatoria de cara al parón de selecciones y al clásico
del 21 de noviembre
Antonio Blanca
Son
vasos comunicantes. Siempre lo han sido. Cuándo uno luce palmito y todo marcha
sobre ruedas, el otro se enroca en una serie de calamidades. El puente aéreo
Barcelona-Madrid desde tiempo atrás, mucho, funciona así. Si antes el Madrid
ganaba, apenas concedía goles y no había caído en un partido, en el que hizo la
undécima ocasión liguera, en Copa de Europa han sido cuatro, por tanto el
número dieciséis abrió la caja de los truenos. Rafa Benítez durante estos doce
días de cara a un partido que se le antoja crucial para su devenir y el del
equipo en la Liga tendrá que lidiar con un vestuario que aún no entiende su
forma de llevarlo ni adquiere sus métodos y sobre todo con un gran sector de la
prensa que desde que firmó por el equipo de su vida le está esperando con la
tizona más que afilada para ahondarle en una herida de momento superflua. Por su
parte, el Barça, con su máxima estrella mes y medio lesionado, ha encontrado en
Neymar y Luis Suárez sus baluartes para cambiar la inercia de mal juego el
equipo y ponerse líderes con solvencia. Ahora es tiempo de partidos amistosos
internacionales, ojo a como vuelvan algunos jugadores de los compromisos con
sus selecciones, y en el Madrid la premura de ir vaciando la enfermería, así
como que el equipo empiece a mostrarse como un equipo con ADN Benítez donde
Keylor Navas no sea el referente y Ronaldo se deje de promociones y publicidad
y vuelva por sus fueros se antoja cuasi imprescindible para que el Madrid
aguante el ritmo blaugrana.
El
viernes en el inicio de la jornada once, Las Palmas de Quique Setién sumaron
una victoria trascendental. Por su contra, David Moyes se sentó por última vez
al frente del banquillo del cuadro de San Sebastián. Mal partido de los
donostiarras, que bajan posiciones y muestran síntomas peligrosos. Viera y
Araújo, dos canteranos con talento anotaron el 2-0 final y el cuadro canario
mira ya la salvación con otros ojos.
Contra
todo pronóstico, por ser en su campo y ser el equipo de moda, el Valencia goleó
al Celta en Vigo, 1-5, con un repaso descomunal, lo que permite a Nuno
respirar. Los locales fueron superiores a los chés en el primer acto, pero una
vez más el futbol demostró que jugar mejor no implica vencer. Paco Alcácer en
el 12 y Parejo justo antes del descanso ponían a los suyos por delante pese al
gol de Augusto Fernández en el 23. Tras la reanudación, un fallo del Celta
permitió a los valencianistas ponerse 1-3 en el marcador y a partir de ese
momento pese a la intentona de los vigueses, los goles solo cayeron para el
lado visitante. Parejo de nuevo en el 64 y Mustafi en el 77 cerraron una
goleada importante. Los aficionados locales pese a la abultada derrota,
despidieron a los suyos con una bonita ovación.
Primer
punto del Levante de Rubí frente a un Deportivo correoso que debe dar por bueno
el punto. Este nuevo conjunto granota demostró personalidad y ganas de tener el
balón, pero la falta de acierto de cara a portería les castigó. Empate a uno
que deja al Levante colista y al conjunto de Víctor Sánchez del Amo a cuatro
puntos de la Europa League.
El
Éibar firma su mejor inicio de temporada en Primera frente a un Getafe que lo
intentó, pero que sucumbió ante un gran conjunto. 3-1 se impusieron los de
Mendilíbar con un grandísimo segundo tiempo. Con los tres puntos lo locales
siguen en puestos europeos y el Getafe pierde una vez más fuera de casa, y ya
son siete meses sin saber lo que es ganar lejos del Coliseum.
El
Rayo Vallecano sacó su garra frente a un Granada que acaba la jornada muy
tocado, y su entrenador con el cuello de la corbata asfixiándole más y más. Pese
a jugar más de una hora con un hombre más, los de Sandoval se mostraron
inoperantes y no sacaron rédito de la ventaja, cediendo ante los de Jémez por
2-1 y continuando en el descenso.
Volvió
a vencer el Betis. 0-1 en Málaga con gol de Rubén Castro. Notable fue la
actuación de Adán junto con la del delantero. Partido de pocas ocasiones y
desarrollo del juego constantemente trabajo. Con la derrota, Javi Gracia queda
en la cuerda floja, mientras que el cuadro de Pepe Mel toma una importantísima
bocanada de aire fresco.
San
Mamés vivió un partido bonito en la matinal del domingo. Los de Valverde suman
la quinta victoria consecutiva por 2-1 al Espanyol, si bien el cuadro “perico”
mereció mucho más, un empate mínimo, pero acabó pagando su falta de acierto en
la puerta contraria. Williams destacó sobremanera y condujo a los suyos a la
victoria y a dar un paso cuantitativo en la Liga, mirando ya con total descaro
los puestos europeos.
El
Barcelona superó con mucha contundencia a un buen Villarreal que pagó muy caro
sus fallos. En el primer acto el equipo
amarillo fue capaz de evitar que el Barça estuviera cómodo, consiguiendo
incluso tener una clara ocasión antes del descanso, pero tras el paso por los
vestuarios el Barcelona subió su línea, provocando los errores del equipo de
Marcelino que vio como Neymar aprovechando una buena asistencia de Busquets
abría la lata. Luis Suárez no faltó a su fiel cita con el gol, de penalti, otro
más esta temporada. Finalmente, Neymar marcó con una obra de arte el 3-0
definitivo, que deja al Madrid segundo y a ellos líderes en solitario para el
futuro gran partido.
Un
Atlético de Madrid muy espeso venció en el último suspiro al Sporting de Gijón
que aguantó estoicamente hasta ese fatídico minuto, incluso gozando de alguna
buena oportunidad para elevar los nervios del Vicente Calderón que pitó a los
suyos. Los locales tuvieron la manija del encuentro en todo momento, pero la
falta de fluidez hacía que los visitantes pudieran defenderse bien. Los minutos
pasaban y los goles no llegaban, algo que reforzaba la idea de los de Abelardo
que saliendo a la contra eran capaces de generar alguna ocasión de peligro.
Pero, en la última jugada del partido, un balón al área lo pudo peinar Godín
para que Griezmann muy atento hiciera el 1-0. Tres puntos vitales para
mantenerse en la lucha con los primeros clasificados, si bien es casi imperiosa
la mejora que el Atleti debe experimentar en su juego.
El
Real Madrid sumó su primera derrota de la temporada frente a un Sevilla que fue
clarísimamente de menos a más. Los blancos comenzaron de forma inmejorable,
generando claras ocasiones de gol y asfixiando a un Sevilla que se veía
superado en todo momento. Pese a generar tanto, el Madrid solo fue capaz de ver
puerta una vez por medio de un golazo de Ramos, que cayó lesionado en esa misma
jugada. A partir del minuto 30 de la primera parte los visitantes fueron apagándose
algo que aprovechó el Sevilla en primer lugar para igualar la contienda antes
del descanso por medio de Immobile, y para en la segunda parte sentenciar al
conjunto de Benítez por medio de Banega en el 61 y Llorente en el 75. James en
el 93 maquilló el resultado. El Madrid pierde el liderato y el Sevilla sale muy
reforzado, ya que en el último mes ha conseguido vencer al Barcelona y al Real
Madrid.