Un
Real Madrid plagado de suplentes apabulló y se reencontró con honores con la
Copa del Rey tras el ridículo de la anterior campaña
Antonio Blanca
Ambicioso,
preciso y letal castigó el equipo merengue la osadía de una Cultural y
Deportiva Leonesa cuyo planteamiento arriesgado acabó siendo víctima del hambre
copera del equipo blanco, que en su última presencia en esta competición acabó
con un sabor amargo.
La
velocidad endiablada madridista, dentro de una maquinaria perfectamente
engrasada, volvió a abrir el debate de la falta de oportunidades para la
poderosa segunda línea de que dispone Zidane y que reclama protagonismo.
El
único consuelo que les quedó a los locales fue que al menos pudieron encontrar
premio en los últimos compases con el tanto de Benja en una jugada trenzada y
que acabó despertando los aplausos de una afición resignada, pero orgullosa por
el atrevimiento de su equipo.
Muy
pronto se adelantaron los visitantes, en el minuto 5, después de que Isco
hubiera ya probado a Palatsí y gracias a la estrategia, pero donde encontraron
la fortuna ya que el centro del alemán Kroos golpeó en el central holandés
Gianni Zuiberloon, despistando al guardameta local.
Las
bandas que planteó Zidane con Asensio y sobre todo Lucas Vázquez desarbolaron a
la retaguardia, en esta ocasión blanca, y el gallego primero sirvió un gran
balón a Asensio que envió en el segundo palo al limbo, para instantes después
ponerle un balón en la cabeza a Isco para el lucimiento de Palatsí.
La
lesión de Antonio Martínez obligó a recomponer el equipo a De la Barrera con la
entrada de Jorge Ortí, sin variar en exceso el dibujo.
Después
del primer aluvión que descompuso a la Cultural, ésta demostró la calidad que
también atesora su plantilla sacándose de la chistera una jugada de tiralíneas,
con centro de Mario Ortiz, taconazo de Toni para dejar el balón al máximo
goleador local Gallar en un cara a cara con Casilla, que le ganó la partida
cuando ya se cantaba el empate.
Los
nervios de Zuiberloon empezaron a ponerse de manifiesto ante la constante
movilidad de Morata, para que Lucas Vázquez celebrara la ampliación de su
contrato hasta 2021 con otra jugada marca de la casa, dejando el balón a
Asensio para que el balear colocara el balón pegado al poste, fuera del alcance
del portero local.
El
Real Madrid lejos de bajar el pistón, siguió jugando con precisión, con un
Kross a su antojo, presionando en campo contrario y buscándole la cosquillas a
su rival, con dos acciones claras de Morata, sobre todo la primera en el minuto
41, tras una gran triangulación y remate que a punto estuvo de sorprender entre
las piernas.
El
ciclón morado se desató tras el descanso tal y como se demostró antes de que se
cumpliera el primer minuto cuando Morata ya fusiló a placer dejando bien claras
las intenciones madridistas de martillear la desguarnecida retaguardia local.
Casi
sin respiro se fueron sucediendo las avalanchas visitantes y la sucesión de
goles en el marco leonés, primero con un lanzamiento de Asensio con un efecto
extraño que desconcertó al portero para el tercero y, sin sucesión de
continuidad un centro preciso de James con el exterior fue rematado con
idéntica precisión de nuevo por Morata.
La
Cultural siguió sin variar un ápice su apuesta con lo que cualquier galopada se
convertía en ocasión clara, funcionando el Madrid de manera sincronizada y sin
bajar lo más mínimo la intensidad, dando incluso la oportunidad a Coentrao para
su vuelta al equipo en esta temporada.
La
exquisitez la puso Nacho con un gol propio de un virtuoso al rematar de
semivolea y colocar el balón en la misma escuadra para un sexto gol que fue
ovacionado desde la grada.
El
toma y daca del último cuarto de partido pudo suponer más castigo para el equipo
de Rubén de la Barrera, pero también mostró las hechuras de un equipo al que le
faltó puntería, principalmente a un Gallar, principal referencia ofensiva y que
se encontró una y otra vez con Kiko Casilla.
La
insistencia y el no bajar los brazos acabó dando premio a los culturalistas
tras un centro pasado de Bastos que recogió Forniés en el segundo palo para que
Benja fusilara desde el centro de penalti, dando paso a unos últimos minutos
con varias acciones locales que incluso pudieron obtener más premio.
Después
de mostrar Gallar que no era su noche, aún quedaba la guinda con el tanto de
cabeza de Mariano, que también quiso aprovechar sus minutos para poner de
cabeza el séptimo, instantes antes de que el colegiado decretara el final de
una cura de humildad para un equipo que sueña con volver a la Segunda División.