Carlos de Blas
A Italia nunca se le puede dar por muerta y menos cuando
juega en su casa. España lo hizo todo para que la selección 'azzurra' perdiera
por primera vez en su historia un partido de clasificación como local, pero se
quedó a 10 minutos de lograrlo. Vitolo adelantó al equipo de Lopetegui en un
error de Buffon, pero De Rossi empató de penalti. La selección mereció ganar y
lo importante de cara al futuro es que así llegaremos lejos.
Los jugadores de España se mostraban confiados en la previa
y avisaban de que lo había preparado tácticamente. No sabemos si sería un
recado a Del Bosque o más un halago a Lopetegui, pero el partido fue
diametralmente opuesto al de la Eurocopa. Esta vez fue la selección la que tuvo
el balón y la que dominó durante más de una hora. Solo le faltó algo más de
mordiente arriba para sentenciarlo a tiempo.
La primera media hora de España fue excelsa y entonces los
italianos tuvieron que recurrir a las malas artes para frenar el vendaval.
Iniesta y Silva habían tomado los mandos de la nave española, acompañados por
un Koke exuberante físicamente en el centro del campo. Lopetegui planteó una
alineación que se escalonaba en cuatro líneas en ataque para intentar superar
la muralla 'azzurra'.
Entre Koke e Iniesta saltaban la presión italiana, que
tenían estudiado presionar a Busquets, pero esta vez no les bastó como en la
Eurocopa. Ya en campo italiano, España tocaba de un lado a otro buscando el
hueco. Vitolo, de nuevo titular, también tuvo mucha presencia en la derecha,
aunque quizás faltaba alguna incorporación más de los laterales. Jordi Alba se
lesionó a los 21 minutos y Nacho entró en su lugar.
La primera gran ocasión fue para Iniesta, que combinó con
Silva, pero terminó chutando algo flojo a las manos de Buffon. El portero
italiano solo pudo mirar como un cabezazo de Piqué se fue rozando el palo tras
tocar en un defensa cuando todo el mundo ya la veía dentro. Y es que el central
se está especializando en el juego ofensivo, tanto que estuvo a punto de
rematar a gol una prolongación de Ramos, pero de nuevo apareció el veterano
portero.
Italia, sin juego y sin ideas, solo podía quitarse balones
de encima ante la presión española iniciada por Diego Costa. El delantero se
movía, recibía de espaldas, tiraba desmarques... pero no era capaz de rematar a
puerta ante la poblada defensa italiana. Llegó incluso a desquiciarse y vio la
amarilla por soltar la mano a la cara de Bonucci.
Los aficionados italianos, que pitaron el himno, también
pitaban ante el baño español. Italia pedía el descanso a gritos y llegó viva al
asueto sin merecerlo. No había tirado a puerta y se había quedado en el 29% de
posesión.
En la segunda mitad, Italia continuó buscando el error de
España y se encontró con uno inesperado, el del mítico Buffon. El portero
italiano salió del área para intentar despejar un pase de Busquets con la mala
suerte de que no golpeó el balón y Vitolo marcó a placer. Este tanto hacía
justicia en el marcador a media hora del
final por lo visto en el terreno de juego.
Italia se vio entonces ante la obligación de atacar y
Giampiero Ventura colocó a tres delanteros. España se vio agobiada por momentos
por la presión italiana, aunque también tuvo opciones para cerrar el partido a
la contra. Vitolo se quedó mano a mano ante Buffon, pero perdonó la sentencia.
Y si no matas a Italia lo pagas. Por algo nunca ha perdido
un partido de clasificación para el Mundial en casa en toda su historia y así
seguirá siendo. En el minuto 80, Ramos trabó a Eder en el área y el colegiado
señaló penalti. De Rossi engañó a De Gea y subió el empate al marcador. Apenas
ocurrió nada más hasta el final y la selección peleará por el primer puesto del
grupo en Albania la próxima semana, algo importante, ya que el segundo va a la
repesca.