jueves, 13 de octubre de 2016

LOPETEGUI EMPIEZA A PARECERLO

El flamante seleccionador español da muestras de ser un técnico estudioso, metódico y que ejerce su mando con base en la confianza y al meritocracia de sus futbolistas

Antonio Blanca

Más allá de la lesión de Sergio Ramos y del anuncio (interesado o no) de Gerard Piqué, en Albania se disputó un partido de fútbol, que aunque a muchos les sorprenda, es el fin de un equipo de fútbol. Así, España consiguió una notable victoria para colocarse líder de grupo empatada con una Italia que tiró de potra por enésima vez para llevarse los tres puntos de Macedonia.

¿Qué es lo más importante que arrojó el partido? Sin lugar a la duda el atrevimiento y la preparación de los encuentros de Julen Lopetegui. El nuevo seleccionador ha demostrado en los dos meses que lleva en el cargo que el cambio en el banquillo era mucho más que necesario.

El Marqués de Del Bosque no veía, más bien no quería ver algo que Lopetegui sí ha visto con claridad. Las grandes diferencias entre ambos han provocado una mejora sustancial en España. Verbigracia, los descartes más que obligatorios de Iker Casillas, Cesc Fábregas, Azpilicueta o Pedro Rodríguez, jugadores que no aportaban a la Selección. Situar a Koke como titular indiscutible. No podía ser que el mejor mediocentro español de los últimos años no estuviera casi nunca en el once. Hacer cosas diferentes. Del Bosque era siempre sota, caballo y rey, y eso no puede ser porque a día de hoy cualquier equipo te estudia y te controla (Italia lo hizo en la Euro). Lopetegui innovó ante Albania con un 3-4-3 y le salió bien.

La última etapa de Vicente Del Bosque como seleccionador, demostró que el salmantino apenas si tenía recursos y prefería el amiguismo y compadreo con las vacas sagradas del vestuario, aunque como se demostró alguna como Casillas le traicionó y seguía inmerso en unos métodos que le habían llevado al éxito, sin darse cuenta del paso del tiempo y la falta de jugadores que rindieron en su máximo esplendor Villa, Xavi o Xabi Alonso.

Por fortuna ahora las cosas han cambiado. Lopetegui no asegurará títulos ¿qué entrenador puede hacerlo?, pero por lo menos se otea un cambio para bien. Poco a poco, España va recuperando su mejor versión, con unos Silva e Iniesta en gran estado de forma. Si Diego Costa se enchufa, o Morata sube de galones, si Asensio termina por explotar, este equipo ganará enteros para mejorar el ridículo escandaloso del pasado Mundial de Brasil o del Europeo de Francia en el próximo Mundial de Rusia dentro de dos años.