Concentración
en defensa y constancia en ataque para sacar adelante los tres puntos ante un
rival que se encerró atrás buscando evitar una goleada
Antonio Blanca
Perdida
entre el humo de las bengalas, a España le costó encontrar el camino al gol
contra Albania. Como hiciera en la segunda parte contra Liechtenstein,
Lopetegui introdujo de inicio un esquema con tres defensas poblando el centro
del campo con Busquets, Koke, Thiago e Iniesta.
El
balón, como se preveía, fue entregado de manera gentil por los locales a la
selección española. No había tiempo que perder en su plan de parapetarse atrás
para aguantar las embestidas de su rival. La estrategia de Gianni De Biasi de
acumular hombres en la zaga le valió para llegar al descanso sin recibir goles.
Armada
de paciencia, España combinaba y rozaba el tanto, con tres grandes ocasiones
desperdigadas a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos. Vitolo pudo
poner su firma al primer tanto primero en el minuto 11 tras una gran jugada de
Koke y Diego Costa y luego en el 17 con un buen tiro desde la frontal. Sin
embargo, el extremo canario se encontró con un Berisha inspirado. Dos estiradas
suyas valieron para mantener la tranquilidad en el estadio Loro Borici. Pasada
la media hora, Ramos mandó un pase teledirigido a la testa de Diego Costa, que
no logró calibrar del todo en una clara ocasión.
Cuando
el reloj se acercaba al momento de señalizar el descanso, España pareció
apretar un poco más en su intensidad y cerró a Albania en su área. Aun así, el
gol seguía resistiéndose.
Para
la segunda mitad, Lopetegui mantuvo su apuesta mientras De Biasi dio entrada a
Aliji por la lesión de Lenja. Así, de la misma manera que en la primera mitad,
el dominio de España se mantuvo junto a la apuesta ultradefensiva albana.
Con
Silva como único jugador con el atrevimiento de chutar desde fuera, el
sobresalto llegó por un error. Berisha, que había salvado a Albania antes, la
condenó en el minuto 55 cuando transformó un pase fácil en la salida del balón
en un regalo a Vitolo en línea de tres cuartos. El canario combinó con Silva,
que aprovechó para desmarcarse hacia el interior del área. El de Arguineguín,
haciendo fácil lo difícil, optó por asistir a su izquierda a Diego Costa cuando
tenía un tiro claro. El pase fue perfecto y Costa mandó el balón al fondo de la
red sin oposición.
Ya
con el marcador a favor, Lopetegui realizó el primer cambio minutos después
relevando a Vitolo con Nolito. La explosividad del delantero del Manchester
City se hizo notar de inmediato. En el minuto 63, recibió un pase de Monreal en
el borde izquierdo del área, se deshizo de su marcador de manera fulgurante y
encontró el hueco justo para lanzar un tiro raso cruzado que ponía el 0-2 en el
marcador.
Con
la apuesta defensiva finiquitada, De Biasi activó su plan B metiendo a Basha
por Memushaj. Sin embargo, a pesar de los intentos de Albania, el balón seguía
siendo propiedad de España. Para el tramo final, Isco relevó a Iniesta, que se
marchó entre los aplausos del público albano en el minuto 78. Poco después,
Lopetegui agotó los cambios para paliar una lesión de Ramos, que se marchó
dolorido de la rodilla izquierda cediendo el puesto a Íñigo Martínez.
Tras
el susto, España se limitó a controlar los tiempos y acabar el partido como lo
empezó: con la pelota en los pies. Con este triunfo, España colidera el grupo
con 7 puntos junto a Italia, que queda segunda por la diferencia de goles tras
verse obligada a remontar 2-3 a una ARYM (Antigua República Yugoslava de
Macedonia) que estuvo a punto de lograr la machada en casa.