Carlos de Blas
Benfica y Chelsea afrontan este miércoles la
final de la Europa League en el Amsterdam Arena (20.45 horas) con la
intención de recoger el cetro de campeón del Atlético de Madrid, un
duelo en el que los portugueses tratarán de resarcirse de la cesión del
liderato en la competición liguera y los ingleses buscarán alzar su
segundo trofeo europeo en dos años tras ser campeones de Europa la
pasada temporada.
El único precedente histórico de enfrentamiento entre ambos
equipos se dio en cuartos de final de la Liga de Campeones de la pasada.
Los londinenses vencían en Lisboa gracias a un gol de Kalou a centro de
Torres (0-1). En la vuelta en Stamford Bridge, Lampard ponía la
eliminatoria de cara desde el punto de penalti, pero el español Javi
García empataba a cinco minutos del final; minutos después Meireles
sentenció el partido y daba el pase a un Chelsea a la postre campeón.
Sin embargo, el técnico de los lisboetas, Jorge Jesus, ya ha
advertido de que este año todo será diferente, y que pase lo que pase
este miércoles "nada empañará la brillante temporada del Benfica".
Ambos conjuntos llegaron a la segunda competición europea
procedentes de la Liga de Campeones, al quedar terceros en la fase de
grupos. El Chelsea, que defendía corona, resultó eliminado tras
finalizar por detrás de Juventus y Shaktar Donetsk en el Grupo E; el
Benfica tampoco pudo seguir avanzando en un Grupo G en el que se
clasificaron FC Barcelona y Celtic de Glasgow.
El conjunto portugués se ha plantado en la final con seis
victorias en ocho partidos, con sólo un empate y una derrota, en los que
ha marcado 14 goles y encajado siete, mientras que el Chelsea ha ganado
cinco encuentros, empatando otro y perdiendo dos, con 15 tantos a favor
y nueve en contra.
Además, el choque supondrá la oportunidad de superar el registro
del jugador de la Lazio Libor Kozák, que con 8 goles es de momento el
máximo goleador de la competición esta temporada. Cardozo (6 tantos) y
Fernando Torres (5) intentarán igualar o sobrepasar la cifra del
delantero checo.
El duelo será también un reencuentro con el pasado para tres
futbolistas. Los brasileños David Luiz y Ramires llegaron al conjunto
inglés procedentes del Benfica, mientras que el centrocampista serbio
Nemanja Matic, ahora en las filas de 'O Glorioso', militó en el cuadro
'blue' en la temporada 2009-10.
El duelo llega en el peor momento anímico para los de Jorge Jesus.
Los lisboetas perdieron este fin de semana el liderato de la Superliga
lusa tras caer por 2-1 ante el Oporto, con un gol de Kelvin en el 91.
Con sólo una jornada por disputarse y esa única derrota en todo el
campeonato, el Benfica parece haber dicho adiós de la manera más cruel
al título, aunque todavía debe jugar con el Moreirense -que necesita una
victoria para salvarse y es penúltimo- y el Oporto tiene que recibir al
Paços de Ferreira, tercer clasificado.
"Nos mató. Duele perder así", comentó tras el partido el técnico
de las 'águias', que aún así siguen aspirando al 'triplete', con la
liga, la final de la Taça de Portugal -ante el Vitória de Guimaraes el
26 de mayo- y la final de la Europa League por delante.
El campeón de Europa de 1961 y 1962 buscará ahora dar un golpe
sobre la mesa para acabar de la mejor manera la campaña. Los portugueses
llegan a la cita tras navegar sólidos en el torneo, tras deshacerse en
octavos del Girondins de Burdeos, del Newcastle en cuartos y después de
remontar la eliminatoria ante el Fenerbahçe tras caer en Turquía (1-0 y
3-1).
El cuadro portugués se entregará a la puntería del delantero
paraguayo Óscar Cardozo -máximo artillero del torneo en la temporada
2009-10-, que junto al ex atlético Eduardo Salvio, el brasileño Eduardo
Lima y el argentino Nicolás Gaitán pondrá la pólvora para 'O Glorioso'.
Con Arthur asentado bajo palos y una zaga formada por Pereira, Luisao,
Garay y Melgarejo, el serbio Nemanja Matic y el argentino Enzo Pérez
serán los encargados de armar el juego luso.
Por su parte, el Chelsea tiene la oportunidad de hacer olvidar su
desastrosa campaña el Liga de Campeones, en la que defendía título y
quedó apeado en la fase de grupos, con el trofeo de la segunda máxima
competición europea. Aquella eliminación le costó el puesto al italiano
Roberto Di Matteo y abrió las puertas a Rafa Benítez, que tampoco inició
su andaduda con buen pie tras caer en la final del Mundial de Clubes
ante el Corinthians brasileño y que ya ha anunciado que no seguirá la
próxima campaña.
Así, el conjunto de Rafa Benítez buscará sumar su quinto trofeo
continental, que se uniría a la 'Champions' de la temporada pasada, a
las Recopas de Europa de 1971 y 1998 y a la Supercopa de 1998. Será
también una gran oportunidad para el entrenador madrileño, que aspira a
convertirse en el segundo técnico, tras Giovanni Trapattoni, que alza el
título con dos equipos distintos, para poder despedirse con honores de
su paso en el conjunto 'blue'.
Benítez podrá contar con su once tipo aunque con dos bajas
vitales, las del centrocampista belga Eden Hazard y del capitán John
Terry, que se lesionaron el sábado en la victoria ante el Aston Villa
(2-1), tres puntos que les aseguran virtualmente estar presentes en la
próxima edición de la Liga de Campeones y que suponen su octavo partido
sin conocer la derrota.
El preparador 'blue' ha vuelto a confiar el ataque a Fernando
Torres, autor del gol que iniciaba de la remontada del equipo en el
partido de vuelta de semifinales ante el Basilea -1-2 en la ida en Suiza
y 3-1 en la vuelta-. Otros dos españoles, el defensa César Azpilicueta y
el centrocampista Juan Mata, también se han ganado su derecho a
disputar la segunda final europea consecutiva del cuadro inglés.