Aránzanzu Gálvez
El Atlético se Madrid se ha convertido en
campeón de la Copa del Rey al vencer al Real Madrid (1-2) en la final
madrileña disputada este viernes en el estadio Santiago Bernabéu, donde
además los rojiblancos rompieron con su sequía de catorce años sin
derrotar a su máximo rival y levantaron un nuevo título en la 'era
Simeone'.
Veintiún años después en el mismo escenario, Madrid y Atlético
volvieron a verse las caras en una final copera, un partido que recordó a
los tiempos en los que ambos planteles luchaban para convertirse en el
primer equipo de la ciudad. Con cuatro títulos europeos en dos años, el
conjunto de la Ribera del Manzanares había logrado levantar más trofeos
que su eterno enemigo, campeón de Liga, Copa y Supercopa de España en el
mismo espacio de tiempo.
Sin embargo, la espinita de ganar al Madrid llevaba clavada en el
corazón del hincha atlética demasiado tiempo. Esta noche en Chamartín se
saldaron cuentas pendientes y, después de catorce años tropezando con
la misma piedra, el Atlético levantó su décima Copa del Rey perforando
el estadio de su eterno rival. El Madrid desperdició tres lanzamientos a
la madera y consintió que los rojiblancos pasaran por encima durante
gran parte del partido, apagando la ilusión madridista y consintiendo
que los blancos se fueran de vacío esta temporada.
Confirmado el once de Simeone en la previa, solo quedaba averiguar
qué dibujo diseñaría Mourinho para intentar quizá 'despedirse' de la
afición blanca con otro trofeo bajo el brazo. Al final, se despejó la
incógnita y fue Albiol quien acompañó a Ramos en el centro de la zaga,
con Pepe castigado de nuevo en la grada, Di María en el banquillo y
Benzema en la punta de ataque.
Situados los veintidós jugadores sobre el campo y empujados por
ambas aficiones, Madrid y Atlético salieron al césped a morder, aunque
los rojiblancos quisieron demostrar que, en cuanto a presión, muy pocos
les han ganado esta temporada.
Sin embargo, el atlético vio aparecer los fantasmas del pasado
cuando, a los catorce minutos, Cristiano Ronaldo aprovechaba un saque de
esquina para ganarle la partida a un despistado Godín y cabecear a la
red lo que supuso una prematura alegría para unos y un jarro de agua
fría para otros, que comprobaron cómo se les escurría la Copa demasiado
pronto (1-0).
Con una parte de los deberes hechos, el Madrid le cedió la
posesión al Atlético, dueño y señor del balón pero muy impaciente a la
hora de colocar la bola en los dominios de Diego López. Durante varios
minutos, los de Simeone llegaban una y otra vez al área rival pero,
entre las interrupciones del partido y el atasco en los últimos metros,
el encuentro transcurría sin muchas novedades.
Hasta que la monotonía del partido y el fútbol poco vistoso que
ofrecían ambos conjuntos lo rompía Diego Costa a falta de diez minutos
para la conclusión del primer asalto. Con Albiol fuera de su sitio,
Falcao lograba romper para asistir al brasileño que, con un genial
zurdazo cruzado, empataba la contienda para devolver la esperanza a la
afición atlética (1-1).
Los de Mourinho, ausentes desde que Ronaldo estrenara el marcador a
los pocos minutos, volvieron al encuentro en los últimos instantes, y
un espectacular disparo de Özil a la madera se convirtió en la ocasión
más clara de los 'merengues', que reaccionaron a tiempo tras el tanto
del Atlético.
El encuentro no cambió de color tras la reanudación y, sobre el
césped del Bernabéu, continuó viéndose un partido con escaso fútbol y
demasiados parones, creciendo la confrontación entre los jugadores a
medida que transcurrían los minutos. Solo algún despiste a balón parado
ponía en aprietos a ambos equipos, incapaces de trenzar alguna jugada de
peligro.
Pero una clara ocasión del Atlético iba a animar el duelo en la
última media hora. Después de que Filipe Luis estuviera a punto de
sorprender a Diego López, el Madrid dejó escapar una doble ocasión de
oro para volver a ponerse por delante. Primero Benzema estrellaba el
balón en la madera y Özil, que tomaba el testigo del francés, vio cómo
Juanfran sacaba bajo palos un gol cantado.
Poco después, la desesperación de los blancos creció cuando
Cristiano Ronaldo, concentrado desde la frontal del área para sorprender
de falta directa, mandó el tercer balón del partido al palo. A raíz de
ahí, el Atlético logró calmar el encuentro para más tarde lanzarse a por
el gol de la victoria, aprovechando la ansiedad de unos jugadores
blancos 'huérfanos' con la expulsión de Mourinho.
Tras un arreón final del Atlético que provocó el suspense entre el
público madridista, el campeón de Copa se decidiría en el tiempo de
prórroga. Diego Costa tuvo la final en sus botas pero erró en el mano a
mano con Diego López y, poco después, Essien se la robó al brasileño
para impedir el remate.
Pero el que no falló fue Miranda, que provocó un auténtico
estallido en el Bernabéu al cabecear a gol el tanto de la victoria. El
Atlético, sin cambios en la primera parte de la prórroga, mejoró en
todas sus facetas y eso se notó en el guardameta Courtois, que salvó lo
insalvable tras un disparo de Higuaín. Estaba claro que hoy no era el
día del Madrid y sí el del joven portero belga, que volvió a vestirse de
héroe para sacar milagrosamente un lanzamiento de Özil.
El ambiente deportivo del encuentro quedó empañado con lo ocurrido
en los últimos minutos. Un rifirrafe entre Gabi y Cristiano desencadenó
en la expulsión del portugués, una tangana en el banquillo colchonero
entre varios jugadores y parte del cuerpo técnico y un lanzamiento de un
objetivo que fue a parar directamente a la cabeza de Thibaut. Pero lo
que no cambió fue el resultado que, tras el pitido final, convirtió al
Atlético en el nuevo rey de España.