Cuatro
de escándalos sacudieron a la FIFA desde la irrupción del FBI y las detenciones
de altos mandatarios de la misma a la dimisión alevosa de Joseph Blatter
Antonio Blanca
Como un gran revuelo. Así transcurrieron los días en
la sede de la FIFA en Suiza. Después de que saliera el escándalo por corrupción
de algunos directivos y la reelección como presidente de Joseph Blatter, éste
ha renunciado a su cargo. No llega por sorpresa, puesto que el FBI ordenó a la
policía suiza que detuviera a nueve directivos de la Federación y mantiene
abierta la investigación de catorce cargos. De entre ellos Blatter que, a pesar
de que saliera a la luz un día antes de su reelección, decidió emprender un
nuevo mandato.
Sin embargo, las tornas han cambiado en el interior
de la FIFA. Blatter se ha replanteado seguir al frente y, finalmente, ha
decidido renunciar a su puesto. Algo que toma por sorpresa a muchos puesto que
él mismo declaró que “si renunciara al
cargo, sería porque algo estoy ocultando”. Los hechos hablan por sí solos
y, en este caso, las palabras de Blatter han secundado lo que la policía
americana está investigando.
Blatter se retira de la organización que presidía desde 1998 y a la que el FBI está investigando su actividad y sus decisiones desde los años 90. Aun así, su dimisión no tendrá efecto hasta 2016, cuando se celebrará un Congreso extraordinario para elegir a su sucesor (previsiblemente entre diciembre de este año y marzo del 2016). El suizo declaró que “tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración". Los 133 votos que avalaron su elección en las últimas elecciones no son suficientes después de las denuncias y pruebas que ha presentado un confidente al FBI.
Además, también abandonará su puesto en el Comité Olímpico Internacional (COI), que ocupaba desde 1999. El destino de la presidencia de la FIFA se debatirá, seguramente, entre su principal contrincante, el príncipe jordano, Alí Bin Al Hussein, y los ex futbolistas el portugués Luis Figo y el holandés Michael van Praag.
El presidente de la Comisión de Auditoría y Conformidad, Domenico Scala, despejó algunas dudas que han surgido respecto al futuro de la FIFA en una rueda de prensa este martes. Por ejemplo, Blatter seguirá ostentando el poder, sí, pero cederá una parte de sus competencias al propio Scala, que supervisará la implementación de las reformas fundamentales en la organización. Asimismo, la estructura de esta se modificará para limitar los mandatos presidenciales, así como los de los miembros del Comité Ejecutivo (que también se elegirán en 2016). Se tratará de dar más transparencia a través de publicar un informe con el sueldo que perciben los altos cargos y también se cambiará el procedimiento para la elección de los mismos.
Mientras, la Comisión Europea ha lanzado un mensaje claro contra la FIFA: debe cambiar su estructura cuanto antes, porque los escándalos se remontan a varios años atrás. Dice que “es momento de cambiar” porque “la integridad del fútbol está en juego”. Es preciso señalar que tanto la UE como EE.UU. han expulsado a Moscú del G-8. De esta manera, muchos señalan a la Unión Europea de emplear una estrategia contra Rusia respecto a la invasión de Ucrania y las sanciones que lleva realizando desde hace casi un año contra el país que preside Vladimir Putin.
Además de la investigación que está llevando a cabo EE.UU, Suiza también está estudiando los posibles sobornos que recibieron los directivos respecto a la elección de Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales 2018 y 2022 respectivamente. Es más, desde la UE aseguran que se estudió sancionar a Rusia sin Mundial pero que finalmente se desechó la idea, aunque Putin no lo tiene tan claro y ha acusado también a EE.UU. de “excederse de sus competencias”. Reino Unido va a más y defiende la posibilidad de boicotear el Mundial para echar cuanto antes a Blatter y que no ejerza ninguna función dentro de la FIFA.
Blatter se retira de la organización que presidía desde 1998 y a la que el FBI está investigando su actividad y sus decisiones desde los años 90. Aun así, su dimisión no tendrá efecto hasta 2016, cuando se celebrará un Congreso extraordinario para elegir a su sucesor (previsiblemente entre diciembre de este año y marzo del 2016). El suizo declaró que “tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración". Los 133 votos que avalaron su elección en las últimas elecciones no son suficientes después de las denuncias y pruebas que ha presentado un confidente al FBI.
Además, también abandonará su puesto en el Comité Olímpico Internacional (COI), que ocupaba desde 1999. El destino de la presidencia de la FIFA se debatirá, seguramente, entre su principal contrincante, el príncipe jordano, Alí Bin Al Hussein, y los ex futbolistas el portugués Luis Figo y el holandés Michael van Praag.
El presidente de la Comisión de Auditoría y Conformidad, Domenico Scala, despejó algunas dudas que han surgido respecto al futuro de la FIFA en una rueda de prensa este martes. Por ejemplo, Blatter seguirá ostentando el poder, sí, pero cederá una parte de sus competencias al propio Scala, que supervisará la implementación de las reformas fundamentales en la organización. Asimismo, la estructura de esta se modificará para limitar los mandatos presidenciales, así como los de los miembros del Comité Ejecutivo (que también se elegirán en 2016). Se tratará de dar más transparencia a través de publicar un informe con el sueldo que perciben los altos cargos y también se cambiará el procedimiento para la elección de los mismos.
Mientras, la Comisión Europea ha lanzado un mensaje claro contra la FIFA: debe cambiar su estructura cuanto antes, porque los escándalos se remontan a varios años atrás. Dice que “es momento de cambiar” porque “la integridad del fútbol está en juego”. Es preciso señalar que tanto la UE como EE.UU. han expulsado a Moscú del G-8. De esta manera, muchos señalan a la Unión Europea de emplear una estrategia contra Rusia respecto a la invasión de Ucrania y las sanciones que lleva realizando desde hace casi un año contra el país que preside Vladimir Putin.
Además de la investigación que está llevando a cabo EE.UU, Suiza también está estudiando los posibles sobornos que recibieron los directivos respecto a la elección de Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales 2018 y 2022 respectivamente. Es más, desde la UE aseguran que se estudió sancionar a Rusia sin Mundial pero que finalmente se desechó la idea, aunque Putin no lo tiene tan claro y ha acusado también a EE.UU. de “excederse de sus competencias”. Reino Unido va a más y defiende la posibilidad de boicotear el Mundial para echar cuanto antes a Blatter y que no ejerza ninguna función dentro de la FIFA.
El rumor de una posible anulación sobre las
adjudicaciones de los Mundiales de 2018 y 2022 es cada vez más fuerte, así que
habrá que estar más que pendientes al devenir de los acontecimientos porque el
cóctel es explosivo y aún no ha llegado la llama al final de la mecha.