Carlos de Blas
En 2009, Chapecoense ascendió de la Cuarta División del
fútbol brasileño, la última del Brasileirão; siete años después, la Conmebol lo
campeón (eterno) de la Copa Sudamericana, su primer título internacional, por
lo que tanto habían luchado las 71 víctimas que tuvo el accidente aéreo en
Medellín.
El sentir del Atlético Nacional, su rival en la final, y del
mundo entero, tuvo su reconocimiento oficial tras la decisión de las
autoridades de la Conmebol, que proclamaron al Chape campeón, un canto que
erizó la piel cuando se escuchó en cada uno de los video, después de conocerse
la trágica noticia.
Tras el accidente de hace una semana en el que fallecieron
19 de los 22 jugadores que viajaban a Colombia, además del cuerpo técnico y el
resto de la delegación, la CSF hizo oficial ayer la coronación del equipo
brasileño.
De esta forma, el club de Chapecó logra un notable
crecimiento futbolístico en poco tiempo. Antes, el "AFC", como es
conocido en Brasil, solo se había ganado el torneo estadual de Santa Catarina
en cinco ocasiones: 1977, 1996, 2007, 2011, 2016.
Los tres sobrevivientes del equipo, Jackson Follman, Neto y
Alan Ruschel, serán los grandes homenajeados en el momento de recibir las
medallas y el trofeo, además de los futbolistas que no estuvieron en el vuelo.
El arquero Follman no podrá continuar con su carrera dada la
amputación de su pierna derecha. Mientras que los otros dos futbolistas podrían
seguir en el fútbol profesional si su evolución es buena. El caso de Neto es el
más esperanzador.
Por otro lado, con la coronación como campeón de la Copa
Sudamericana, el Chapecoense está clasificado para la edición 2017 de la
Liberadores, así como también la Recopa Sudamericana y la Suruga Bank. Esto se
suma a los torneos locales que disputará: el Brasileirão, el Campeonato
Catarinense, la Primeira Liga y la Copa de Brasil.
El título es un premio para todos aquellos que dejaron la
vida en busca de la obtención de la Copa Sudamericana.