Jaime Trevijano
La selección española presentó sus credenciales a candidata
al Mundial de Rusia, con una exhibición en el primer acto en casa del vigente
campeón del mundo, Alemania, con el tanto de Rodrigo Moreno que igualó Thomas
Müller en un bonito amistoso que deja intactas las rachas sin perder de ambos.
El tiempo que le resta a Andrés Iniesta en la selección hay
que exprimirlo al máximo, saborear cada detalle futbolístico del más alto de
los niveles. Líder natural de una generación posterior que tuvo el mejor maestro,
invita a un estilo que permanece con Isco, Thiago o Silva, los dueños de los
espacios cortos. Diseñan un rondo en cualquier zona del campo. Instalaron en
casa del campeón sonidos de admiración de una grada que vio a su Alemania
sometida por momentos.
Pero Alemania golpea siempre. Y reaccionó con grandeza
después de ser superada en un duelo de dos selecciones que siempre salen a por
el rival. Un pulso por establecer la presión más alta para robar antes y
adueñarse del balón. Nadie le jugará así a España en el Mundial, ni la Portugal
de Cristiano, y era una buen test.
Con la línea adelantada española temblaba Boateng con el
balón en sus pies en la salida. Un error suyo fue la antesala del gol. Se
esperaba el regreso de Diego Costa nueve meses después y Lopetegui apostó de
inicio por Rodrigo que enciende la pelea por el 9. Era el minuto seis cuando la
visión en el pase de Iniesta a espaldas de los centrales, la aprovechaba con un
zurdazo potente el delantero que superaba a Ter Stegen.
Le tocaba mostrar a Alemania, que abusó en el arranque del
fútbol directo con centros laterales que acababan en manos de De Gea. Héctor
enganchaba la de más peligro desde la frontal tras un rechace, que acariciaba
la escuadra, pero el balón era de España. Isco dejaba detalles de calidad en
cada aparición, siempre fijo para Lopetegui. España rebaja con balón la euforia
del rival.
La grada aplaudía un regate con un control con el pecho de
Isco, que asistía a Silva, pero su control se le marchaba largo y la rápida
salida de Ter Stegen salvaba a su selección. La movilidad de los
centrocampistas de la Roja desconcertaba a los alemanes. Solo un error, como el
que cometió Carvajal en un pase hacia atrás, despertaba a la poderosa Alemania
que encontraba en la velocidad de Werner su mejor baza. Su acción no encontraba
un compañero por milímetros.
El recital de España no fue mayor por la falta de disparos a
puerta. La brillantez en las asociaciones no se plasmaba en ocasiones. Iniesta
chutaba arriba uno de los pocos intentos. Sin embargo, Müller no dudó a los 35
minutos. Se alejó de su zona de influencia y sin marcaje, con tiempo para
recibir y pensar en la frontal del área, puso el balón en la escuadra para el
empate.
Alemania compite como nadie. Arrancó mordiendo el segundo
acto. Con un disparo ajustado de Draxler ante el que voló De Gea para sacar una
mano salvadora. España intentaba acoplarse ya sin Iniesta, que aguantó una
parte, cuando Özil perdonaba una clara llegada.
Aparecía el duelo de dos de los mejores porteros del mundo.
Ter Stegen exhibía reflejos ante la ocasión más clara de España, con Isco
rematando a bocajarro tras una gran acción de Silva con centro final de Alba.
Respondía al momento Alemania en una acción en la que Carvajal medía mal y De
Gea salvaba con mano firme abajo al chut de Gundogan.
La selección española bajó el nivel con los cambios. El
partido pasó a ser de ida y vuelta, el mejor escenario para la entrada en
escena de Marco Asensio por Isco. El partido podía caer de cualquier lado.
Kroos emergía como líder en el centro del campo, dominador del partido en la
segunda parte y la velocidad de Werner desequilibrando. Chutaba al lateral tras
devorar espacios y el travesaño repelía un testarazo de Hummels en acción de
estrategia a una falta puesta perfecta por Kroos.
Sobrevivió a esas oleadas alemanas España y perdonó la
jugada que le pudo dar un triunfo que no saborea en tierras germanas desde
1935. Una jugada de Asensio la remató forzado Silva en el segundo palo y el
regalo de la noche lo desaprovechó Diego Costa. Le cayó el balón con todo para
marcar, esperó, optó por chutar con la diestra y dio tiempo al repliegue para
estrellar su disparo en un defensa rival. Era el cierre de un gran duelo entre
dos de los grandes favoritos al Mundial que mantienen su firmeza.