Jordi Grimau
Era el día para resurgir. Un partido ante un rival débil en
el Camp Nou, un encuentro en el que el Barcelona presentaba el once de gala
después de mucho tiempo. En definitiva, 90 minutos propicios para una goleada.
Cuando Messi está enchufado todo fluye, y los goles fueron cayendo uno tras
otro hasta certificarse una goleada de escándalo (7-0). El argentino anotó un
'hat-trick' como si nada, Neymar marcó de falta antes de que Iniesta hiciese lo
propio de volea, y Suárez firmó un doblete tardío. Nada reseñable del Celtic en
la noche en la que el Barcelona inició su camino hacia el sexto título de la
Liga de Campeones.
La 'MSN' debutaba por primera vez como titular esta
temporada. Messi, Suárez y Neymar se volvían a encontrar de inicio con ganas de
golear y con una deuda pendiente: lavar la imagen tras la derrota inesperada
ante el Alavés.
Enfrente, un Celtic de Glasgow que solo tenía en la cabeza
defender, asumiendo desde un principio su condición de inferioridad ante un
rival que ya le había ganado por 6-1 tres años atrás.
Messi cogió la batuta desde el minuto uno. El balón era
azulgrana. La retransmisión no se esforzó en dar las cifras de posesión, pero
se presumían escandalosas.
No tardó nada el argentino en abrir el marcador. Primera
ocasión y primer gol. Un pase de Neymar en profundidad y el argentino perforó
la red de De Vries.
Esta película iba a ser muy diferente a la del Alavés. El
guión lo escribía el número 10, que minutos más tarde firmó una jugada de
ensueño, tirando un caño a un rival y ajustando su disparo al palo largo del
guardameta. Lástima que en esta ocasión el fútbol fue injusto, y el cuero se
perdió por poco.
Con Neymar y André Gomes sumándose paulatinamente al show de
Messi, el Celtic despertó de su letargo en un contragolpe en el que picó Ter
Stegen. Derribó a Dembélé y propició el penalti, pero el cancerbero alemán
enmendó su error deteniendo la pena máxima demostrando estar preparado para no
defraudar siendo siempre titular.
Del 1-1 al 2-0. Un gol de 'play station'. Paredes incesantes
entre Neymar y Messi hasta llegar prácticamente a la línea de gol. Messi solo
tuvo que empujar la pelota. Ni siquiera seis jugadores apilados en el área
pudieron evitar el tanto.
Con su doblete, Messi bajó más a iniciar la jugada y de sus
botas nacieron grandes oportunidades. La más clara la de Neymar, que tras
recortar y dejar sentado a su defensor, no pudo batir por bajo a De Vries. El
choque estaba encarrilado. Tan solo faltaba saber cuántos goles locales caerían
en la segunda mitad.
Entró en la reanudación Andrés Iniesta por Ivan Rakitic. Uno
más para formar parte del festival azulgrana. Bastaron cuatro minutos para que
Neymar marcase de falta, en una acción que normalmente le pertenecería a Messi,
pero el capitán cedió el chut a su mejor compañero.
Dos de los integrantes de la 'MSN' ya habían aprobado en su
'vuelta al cole'. Solo faltaba Suárez, pero antes de dirimir si el uruguayo
tendría su momento de gloria, Iniesta creó el suyo.
Centro desde el flanco izquierdo y volea sin dejar caer el
cuero del natural de Fuentealbilla. Era una obra de arte que tendría segunda
entrega, ya que un minuto más tarde, Messi firmaba su particular 'hat-trick' y
ponía el 5-0 en el marcador.
Quedaba media hora por delante y el Celtic ya soñaba con el
pitido final. Como decíamos antes, llegó con 76 minutos de retraso a la fiesta,
pero llegó, que es lo importante.
Neymar dio otra asistencia y Luis Suárez hizo el resto
alardeando de su técnica. Control con el pecho, media vuelta y volea a la
escuadra.
El tanto del uruguayo dio lugar a minutos de dominio inútil
del Celtic, justo antes de que Messi volviese a aparecer para regalarle otro
gol al 'charrúa'.
Fin de fiesta perfecto en una noche sin ningún 'pero'. No en
vano, el Barça le endosó la mayor goleada en su historia europea al Celtic.
Además, la anterior había sido también obra de los culés en 2013(6-1). El Camp
Nou no es lugar para escoceses.