Con
quince victorias consecutivas en Liga el Real Madrid se aúpa más de quinientos
días después a lo más alto de la clasificación en solitario
Antonio Blanca
La
campaña pasada con el malhadado Rafa Benítez ya estuvo aunque por un breve
lapso temporal en la cumbre de Primera división, pero no en solitario, como lo
está ahora, si bien a esta Liga Santander aún le restan treinta y cinco
jornadas, o sea que es nada lo que ha transcurrido y muchísimo por jugar, pero
las sensaciones son más que positivas, victoria tras victoria, así se alimenta
el gen ganador de una plantilla. Este Real Madrid de Zidane lo juega, lo
conjuga, lo mima. Si se suman partidos de Liga de esta temporada (tres) y de la
pasada, los blancos han igualado el récord de Miguel Muñoz, quince partidos
seguidos venciendo a sus rivales, ahora el próximo domingo en el Powerade
Stadium de Cornellá se cita con la propia historia. Zidane ha entendido desde
el banquillo como afrontar el cargo de entrenador del Madrid y sus jugadores
con él, lo acompañan en su quehacer. Sin mucho ruido, con el martillo pilón
activado, los partidos pasan y repito falta mucho, pero este Madrid se ha convertido en una máquina de ganar. Detrás
del Madrid viene el Sevilla que aprovechó la mayúscula sorpresa de la derrota
en casa del Barcelona contra el Alavés, que jugó como nunca en el Camp Nou y se
llevó una merecidísima victoria que hizo saltar la banca, las apuestas y rompió
los pronósticos. Traspié solucionable el del equipo de Luis Enrique, al que en
esta ocasión las rotaciones tras el parón de selecciones le mostraron la
distancia sideral existente entre el once titular y los suplentes.
El
viernes en Anoeta se inició la jornada con un empate a un gol entre la Real
Sociedad y el Espanyol en un choque protagonizado por la plena igualdad entre
los contendientes, por lo que a la postre el reparto de puntos se sojuzga como
justo y merecido.
Llegó
el sábado y el primer partido a la una del mediodía. La Liga quiere pelear la
primacía televisiva de la Premier League
y su mercado en China. A la hora del derbi de Manchester, el mono de los
horarios, tras varios gin-tonics programó para contrarrestarlo el Celta de
Vigo-Atlético de Madrid. Despertó el cuadro de Simeone a la tercera que va la
vencida, 0-4 a los de Berizzo con Griezmann en plan mejor jugador del mundo. Partido
grande del ‘7’ francés con dos tantos y una asistencia llevando en volandas a
los colchoneros a su primera victoria liguera.
El
Real Madrid en su “habitual” horario de sobremesa venció con autoridad y pegada
a un buen Osasuna que hizo aguas en defensa. 5-2, debutó esta campaña Ronaldo y
como si el tiempo no hubiera pasado anotó el primer gol del choque. Luego
Danilo, Ramos y Pepe recordaron que para los de Zidane cualquiera puede hacer
gol, y el quinto lo puso Modric, que fue junto con Danilo el mejor de los
blancos. Partido solvente para situarse arriba y en solitario como líderes de
la Santander, demostrando que si no se desenchufan del campeonato nacional, el Madrid lo ha
fijado como su prioridad para la 2016/2017.
Ganó
el Sevilla un partido polémico a Las Palmas que se veía conquistando su tercera
victoria consecutiva. Pero los de César Sampaioli en el descuento y con un
penalti más que polémico volteó el marcador y evitó que los tres puntos volaran
hasta Canarias. 2-1 y aún sin conocer la derrota los sevillistas se sitúan
segundos de la Liga, mientras que los de Setién compitiendo a este nivel no
deben pasar apuros para permanecer en Primera.
Al
fin ganó Fran Escribá a los mandos del Villarreal. Lo hizo en la Rosaleda, 0-2
ante un Málaga timorato y dubitativo que está firmando un mal comienzo de
campaña. El Villarreal ya empieza a escalar puestos y se ubica en la zona media
alta, sin embargo el conjunto andaluz avecina problemas si Juande Ramos no
empieza lo más pronto posible a dar con la tecla.
En
su regreso a Primera, el Alavés asaltó el Camp Nou y noqueó, por 1-2, al
campeón de Liga, el Barcelona, un equipo que este sábado fue poco reconocible,
no sólo por alinear un once plagado de no habituales, sino también por la falta
de identidad en su juego. Salió el Barça sin Messi ni Luis Suárez y con una
alineación que empezaba y acababa con dos debutantes: Cillessen, en la portería,
y Alcácer como '9' de referencia. En poco minutos, el Alavés demostró por qué
no ha perdido todavía esta temporada y solo había encajado un gol -en el
Calderón- en las dos primeras jornadas del campeonato. Pellegrino armó un once
con una línea de cinco y otra de cuatro hombres defendiendo muy atrás y envió
un avisó a su excompañero Luis Enrique: si el Barça quería ganar hoy en el Camp
Nou tendría que derribar un muro.
Venció
en la matinal del domingo en su campo el Sporting al Leganés por 2-1. Buen partido
de los gijoneses que han arrancado la Liga fuerte y quieren no agonizar este
año como les sucedió el pasado. A día de hoy un aficionado del equipo de
Abelardo coge la clasificación y la mira ilusionado, terceros y con buenas
vibraciones. A continuar por esa senda.
El
Valencia si la cosa no varía lo va a pasar mal este año. Logró la proeza de
empatar casi al final del partido un 0-2 ante un Betis que se dejó ir pensando
que todo estaba hecho. Pero en los estertores del encuentro Rubén Castro,
pichichi del campeonato marcó el definitivo 2-3 y sembró la primera gran bronca
en Mestalla. ¿Porqué? Fácil. El aficionado che está muy cansado de como se está
gestionando su equipo, de como la directiva este año ha ejercido
vergonzantemente de cantera del Barça y se ha deshecho de Gomes y Alcácer. Solo
han pasado tres jornadas y la cabeza de Paco Ayestarán ya tiene la espada de
Damocles sobre la misma. Al Valencia le toca fallas y no es marzo.
Ni
con un jugador más fue capaz el Granada de vencer en su casa al Éibar. Todo lo
contrario. Feneció el equipo de Paco Jémez ante los de Mendilíbar por 1-2, en
un mal inicio del cuadro andaluz.
El
final de la jornada llegó en Riazor con un buen partido entre el Deportivo de
la Coruña y el Athletic de Bilbao. Ganó el equipo de Valverde 0-1 con un gran
gol desde más de treinta metros de Raúl García, para noquear al Depor de Garitano
que probablemente mereció más.