jueves, 1 de septiembre de 2016

EL ATLETI SE CONSTIPA

Dos pinchazos frente a dos recién ascendidos, Alavés y Leganés, han disparado las alarmas en el Vicente Calderón

Antonio Blanca

Dos puntos de seis posibles, la cabeza con Madrid y Barça un poco lejos ya desde el principio de temporada y, lo que es peor, malas sensaciones de momento en el equipo dirigido por Simeone.  Aunque es pronto para dramatizar, es cierto que el Atlético de Madrid ha demostrado en este par de partidos iniciales de la Liga que las cosas no marchan como deberían ir. Alavés y Leganés eran planteles para haber sacado algo más que dos empates, con un gol a favor exclusivamente y sólo conseguido desde los once metros. ¿Dónde están los males del equipo de Simeone?

No son pocos los que dicen que el primer golpe que está sufriendo el Atlético de Madrid es moral y viene heredado del curso pasado, de Milán. La durísima forma de perder de nuevo la Copa de Europa pudiera seguir pesando en una plantilla sin empuje en el juego, que no sin intensidad, más ramplona de lo habitual en el plano ofensivo y con las ideas poco claras.

Tampoco es la primera vez que a Simeone se le atragantan los equipos de menor entidad que el suyo. Da la sensación en muchas ocasiones que el Atlético de Madrid vive mejor cuando el que tiene delante es muy superior. Contra esos rivales parece articular un discurso emocional y futbolístico que no cuaja o funciona contra enemigos inferiores, como el Alavés o el Leganés en los casos recientes.

Eso sí, si a Simeone no se le puede acusar nunca de traicionar su estilo de juego, aunque muchas veces quede corta esta idea, en el sentido de que con la plantilla que tiene debería ofrecer más armas y variantes ante los descendidos o recién ascendidos de turno.

Da la sensación, y no sólo por estos dos recientes partidos de Liga, que Simeone abusa de acumular hombres en defensa, jugar con cuatro medios y esperar a que, con la potente artillería que año tras año tiene, llámese ahora Gameiro, Griezmann o Torres, las dianas lleguen por inercia. No ha sucedido así. Es pronto, muy pronto, pero los males (acentuados) del Atlético de Madrid en este mes de agosto necesitan con urgencia ser atajados. Ya no vale el discurso de estar molestando a los grandes, porque hay plantilla para algo más, o al menos para no marcarse este inicio, y aquello del presupuesto no hay quién se lo crea, máxime cuando le sacas más de doscientos millones de diferencia a los rivales con los que te has dejado los puntos. ¿La mejor noticia? Que nadie mejor que el “Cholo” para arreglar este pequeño desvarío.