Carlos de Blas
La España de Lopetegui había mostrado un juego exquisito
hasta la fecha, pero no siempre se puede rozar la perfección. La pelota fue de
'la Roja', aunque sin tanta profundidad como habitualmente. Un gol en propia
puerta abrió un camino que se presentaba tortuoso hasta que Silva apareció para
coger la batuta y no soltarla jamás. De sus botas nació el 2-0 y el 4-0 en un
partido de fogonazos.
Dos minutos de juego bastaron para dejar claro cómo iba a
ser el partido en Los Cármenes. España monopolizaba la pelota a su antojo ante
el muro macedonio. Un muro férreo que estaba cómodo desmenbrándose para salir
al contragolpe.
De hecho, pese al dominio incesante del cuero español, las
dos primeras grandes aproximaciones de peligro fueron de los visitantes.
Corrían cuatro minutos cuando De Gea salvó un remate en el
área pequeña que ni siquiera el jugador macedonio se esperaba. Todo nació en un
córner, el punto débil de los de Lopetegui en Granada. Normal, por otra parte,
faltaban Gerard Piqué y Sergio Ramos, y en su ausencia Pandev aprovechó otro
saque de esquina para cabecear a su antojo. Por suerte para los nuestros, la
pelota rozó el poste, por fuera.
Con un Thiago Alcántara de menos a más, asociado en la banda
derecha con Vitolo, el juego español comenzó a dar de sí lo que prometía en los
primeros instantes.
Morata era el hombre gol elegido para el duelo ante
Macedonia. Se mostró voluntarioso como siempre, pero negado como nunca de cara
a portería. El delantero del Real Madrid se fabricó un tiró desde la frontal
con doble regate previo al defensor. Lástima que el golpeo fuese muy desviado.
El atacante gozó poco después de un rechace en el área para
superar a Dimitrievski, el portero que sustituyó al Aleksovski lesionado en el
calentamiento, pero perdió la lucha individual. No parecía el día, porque en el
rebote el tiro de Silva que iba a gol lo despejó la defensa.
El punto de mira estaba desviado así que para marcar España
contó con la inestimable colaboración de sus rivales. En un centro de Carvajal
con destino Morata, Velkovski anotó uno de los tantos de su vida, aunque nunca
lo habría querido hacer en su propia portería.
El remate fue imparable para Dimitrievski y Los Cármenes
estalló de alegría. Un gol justo para España, pero sin alardes. Los mismos que
faltarían en los últimos 10 minutos de primera mitad. La verticalidad del juego
español brillaba por su ausencia.
Andalucía tiene un color especial y España también lo tuvo
en el inicio de la segunda mitad. Enfilados a la bota izquierda de David Silva,
los ataques y las ocasiones se sucedieron.
Dimitrievski tuvo que emplearse a fondo para repeler un
disparo a bocajarro de Morata. El fallo fue lo de menos, porque el ariete se
dolió de su rodilla mientras reclamaba penalti. No lo hubo, pero sí un daño que
le obligó a retirarse más tarde y dejar su puesto a Aduriz.
Después de un susto provocado por una indecisión entre
Bartra y De Gea (el del Dortmund estaba muy despistado), Silva no envió un
balón a gol a centro de Vitolo inexplicablemente.
El canario no contactó con la pelota, pero se redimiría de
su error en la acción siguiente. Su desmarque lo vio Thiago Alcántara y Silva
puso un centro perfecto al segundo palo. Allí, el incombustible Vitolo cabeceó
para hacer el merecido 2-0.
20 minutos de fútbol de gran nivel de España que le
sirvieron para hacer el 'break', pero como en la primera parte, tras el gol los
de Lopetegui se durmieron en los laureles.
Macedonia creció. De Gea protagonizó una parada de antología
a un tiro de Bardi y la zaga, con Bartra a la cabeza, dejaba una sensación de
vulnerabilidad constante.
Felizmente para los intereses españoles, Macedonia no
encontró puerta y permitió a España vagar con el balón en los pies, vagar hasta
que la tocaba Silva.
El canario estaba de dulce, y aunque no participó en el 3-0
de Monreal a centro de Carvajal, en el cuarto fue pieza clave con una
asistencia que dejó pasar su compañero Vitolo. Aduriz marcó su segundo gol con
la Selección a placer para cerrar el triunfo.
Una goleada engañosa que da tres puntos cruciales para
seguir líderes de grupo. Italia es segunda con 10 puntos, los mismos que
España.