La
pasada exhibición en el partido inaugural del Europeo sub 21, ha puesto en boga
al mediocampista del Real Madrid de nuevo
Antonio Blanca
El
fútbol español goza de excelente salud porque de fondo aparece una nueva
generación en la que por encima de todos destaca el nombre de Marco Asensio, el
crack que viene o el que ya está llegando.
Hace
tiempo que el futbolista del Real Madrid lleva haciendo ruido. Su última temporada
en el equipo blanco, la primera desde su fichaje, ya incluyó momentos para el
recuerdo. Pero su potencial no deja de aumentar.
Así
se comprobó el sábado, cuando comandó a la selección española sub-21 hacia su
triunfo 5-0 ante Macedonia en el Europeo de la categoría. El delantero del Real
Madrid hizo tres goles magníficos y destacó por encima de todos.
"El crack ya está aquí", afirmó el
diario MARCA, que añadió: "Prepáranse
para disfrutar". Por su parte, AS destacó que "Asensio ha compensado a los madridistas del
disgusto Cristiano", en tiempos en los que la hinchada blanca debate
sobre el futuro del portugués en el equipo de Zinedine Zidane.
Su
actuación tampoco pasó inadvertida para el diario italiano La Gazetta dello
Sport, que suscribió: "Asensio es la
estrella ascendente del Madrid".
No
para de crecer. A sus 20 años, Asensio ya se postula como un jugador importante
mientras su edad permite atisbar una progresión imparable. Ya es un fijo en el
plantel del Real Madrid, campeón de España y de Europa, y es probable que tenga
un protagonismo enorme la próxima campaña.
Asensio
fue una de las operaciones más importantes acometidas por el club blanco en los
últimos años por su previsible rentabilidad. Apenas le costó 3,9 millones de
euros (4,5 millones de dólares) en 2015, cuando despuntaba en el Mallorca.
La
historia dice que se lo quitó al Barcelona por unos pocos miles de euros, los
que el club azulgrana necesitaba para contratar al lateral brasileño Douglas. Y
la leyenda cuenta que fue el tenista Rafa Nadal, reconocido fan del Real
Madrid, quien le pidió al presidente blanco, Florentino Pérez, que hiciera todo
lo posible por cerrar el fichaje del proyecto de astro.
Asensio,
quien perdió a su madre por un cáncer en 2011, creció en un entorno favorable y
quienes lo conocen hablan de un muchacho con buena cabeza y muy bien asesorado
por su familia. Sus pasos deportivos así parecen sugerirlo.
El
delantero jugó en la temporada 2015-16 cedido en el Espanyol para aprender los
secretos de la primera categoría del fútbol español y cuando todo apuntaba a
una nueva cesión la siguiente temporada el técnico del Real Madrid, Zinedine
Zidane, le pidió que se quedara para formar parte del primer plantel. Le
impresionó lo que vio de él en la pretemporada.
Asensio
se benefició del plan estratégico de rotaciones pensado por el entrenador
francés para el Real Madrid. Sus 38 partidos jugados, para un total de diez
goles y cuatro asistencias, hablan de su importancia creciente en el equipo.
Pero
es que el jugador balear se reservó varios momentos destacados durante la
temporada. Por ejemplo, un extraordinario gol en la final de la Supercopa de
Europa ante el Sevilla, una gran asistencia a Cristiano Ronaldo en los cuartos
de final de la Liga de Campeones ante el Bayern Múnich o incluso un tanto en la
final del máximo torneo continental ante la Juventus.
Asensio
enseñó cosas que pocos tienen a su edad: una zurda impresionante, un golpeo de
balón limpio y duro, capacidad de desborde, buena lectura del juego y, sobre
todo, concreción. Casi todo lo que hace parece lo adecuado y siempre es dañino.
Todo es vertical en busca del disparo o la asistencia.
El
fútbol español y el Real Madrid se relamen al ver las actuaciones de un
futbolista que en el comienzo de su carrera parece destinado a ser una
estrella. Tiene un don y todas las cualidades posibles para marcar una época,
incluida la cabeza. Sólo el tiempo dirá si concreta lo que se atisba. Pero por
el momento ya parece un diamante cada vez más pulido.