Carlos de Blas
Un tanto de Morata en uno últimos minutos de arreón final
permitió a España seguir con la vitola de invicto en la era Lopetegui como
seleccionador. Dominó España pero no fue un empate fácil. Un error de
Azpilicueta y Piqué, sumado a la indecisión de Reina, precipitó el empate de
Colombia a manos de Cardona tras un primer tanto de Silva para abrir el
marcador.
En la reanudación, una mala salida de Reina volvió a dejar
en bandeja el gol a Falcao, que remató de cabeza a placer el centro de un
destacado James. Con el marcador en contra, y tras el carrusel de cambios,
España siguió llevando la manija del partido gracias a la insistencia de
Asensio en el que es su tercer partido como internacional y donde ya pedía la
pelota como un pilar fundamental que aún no es pero será. Un centro de Saúl y
un testarazo de Morata pusieron la firma al 2-2 definitivo.
Pese al dominio de España, fue un jugador colombiano el que
brilló con luz propia sobre el césped de La Nueva Condomina: James Rodríguez.
El '10' dio un recital del talento técnico que atesora para liderar al conjunto
de Pekerman. Este España-Colombia, aún con el polvo en el aire tras la caída
del telón de la última temporada, pareció por momentos de todo menos amistoso.
Muchas ganas de reivindicación sobre el campo, con el propio James como mayor
exponente. No sólo el despliegue de los jugadores hacía pensar esto sino la
intensidad de algunas fases, con una agresividad inusitada en este tipo de
encuentros.
Curioso, por llamarlo de alguna manera, fue el trato de
parte de la afición murciana a uno de los jugadores del combinado nacional.
Piqué, que ya se llevó abucheos en los entrenamientos tras sus declaraciones
sobre los últimos triunfos del Real Madrid, volvió a ser pitado cada vez que
tocaba el balón durante la noche de este miércoles.
La alineación de Lopetegui tampoco daba pistas sobre sus
verdaderas intenciones, ya que el partido clave es el del domingo ante Macedonia,
valedero para la clasificación del Mundial de Rusia. Entre tanto, Silva decidió
coger la pelota y tratarla con el cariño habitual. Con su juego, España empezó
poco a poco a coger ritmo y dar sus primeras muestras de juego de toque.
Así, llegó el 1-0 en el minuto 22 con culminación del
jugador canario a una buena jugada de la selección con un último centro de
Pedro. James ya se habí apauntado poco antes a ese duelo de talentos y mantuvo
el nivel tras el tanto en contra, generando una ocasión tras otra a sus
compañeros.
Sin embargo, la luz desprendida por James y Silva se vio
eclipsada por el festival de patadas. Pedro sobre James, Alba y Cuadrado,
Sánchez y Aspas...
La dureza terminó con un fallo en cadena de la zaga española
que propició el empate. Piqué y Azpilicueta no se pusieron de acuerdo en un
pase, el balón siguió hasta el área de un Reina que tampoco se decidía a salir
a por él. Y en caso de duda, Cardona no se lo pensó para cazar el esférico y
poner una vaselina a un Reina a medio camino.
Poco después del descanso, Reina volvió a ser protagonista
cuando fue engañado en su salida por el efecto de un centro de James. Falcao y
su testa estaban ahí para no perdonar el 1-2.
España ya no tenía ni a Silva ni a Iniesta, pero entraron en
escena Asensio, Vitolo, Saúl, Deulofeu y Morata. Menos control pero más
verticalidad. Los de Lopetegui sólo tenían un objetivo en mente: la portería de
Ospina.
Colombia se defendía como podía, incluyendo alguna entrada
más dura de lo protocolario, pero llegó contar con algún contraataque de
peligro para aumentar sus diferencia. Sin emargo, ya en el minuto 87, llegó el
centro de Sául y el remate inapelable de cabeza de Morata para salvar la racha
de su entrenador.