Solo
el Valencia que está a dos partidos sigue la estela de un Barcelona que va
camino de pulverizar registros y sin hacen fútbol brillante
Antonio Blanca
El
primer derbi madrileño entre Atlético y Real Madrid que acogió el Wanda
Metropolitano fue la piedra angular sobre la que se cimentó la duodécima
jornada en cuando a la parte alta de la clasificación. Los candidatos
capitalinos partían a once puntos del liderato, ya que yacían empatados en
cuanto a dudas y sangría de resultados, principalmente por su falta de gol. Ambos
refutarían esa inercia que casi ha sacado a unos de la Liga de Campeones y que
ha colocado a los visitantes en la primera crisis seria en dos años. Pues bien,
colchoneros y merengues se dejaron la piel para dibujar un duelo en el que la
intensidad y el físico mandaron sobre la calidad.
Así,
forzando recuperaciones para que algunas piezas llegaran a tiempo, Simeone y
Zidane volvieron a echar de menos a los no infortunados. Griezmann y Ronaldo
volvieron a no participar de la dinámica y a mostrarse fuera de forma en los
momentos clave. El luso marraría dos de las únicas asociaciones corales
generadas por los madridistas, por lentitud. Pidieron varios penaltis los de
Chamartín, el más claro, el que Lucas Hernández le partió la nariz a Sergio
Ramos, en el que el trencilla Fernández Borbalán (arbitraje pésimo) ni sancionó
con tarjeta. El enfrentamiento, que repartió el gobierno entre la salida
ardorosa pero impotente del Atlético y la toma del mando a través de la pelota
ejecutada por los madridistas, con un Isco y Kroos sin ayudas, resultó uno de
los más competitivos que se recuerda, pero el 0-0 final ofreció al Barça y la
Valencia la posibilidad de escaparse.
Los
primeros ya habían ganado en Leganés, con otra exhibición de frialdad y fealdad
ganadora. Lo hicieron con un doblete de Suárez (que amortizó dos errores “pepineros”)
y la sensacional actuación de Ter Stegen. Sin juego coral, ni un balompié que
recuerde al 'tiqui-taca', los de Valverde tumbaron a la valiente disposición de
Garitano para colocarse a diez puntos de los gigantes muy venidos menos. ¿Quién
le iba a decir esto al Barcelona a finales del mes de agosto, cuando todo
arrojaba un panorama desolador?
Los
pupilos de Marcelino, silentes, aceptaron el reto y ganaron en Cornellá al
Español con una oda al juego especulativo y la pegada. Un golazo de Kondogbia,
un tanto astuto de Mina (tras un error grosero de la zaga perica), quedando a
cuatro puntos de los azulgrana y con un colchón de seis puntos sobre la tercera
plaza. Además, su seguridad defensiva, que desesperó a Sergio García y a su
Español dominante, redondeó la octava victoria seguida en Liga, un registro
récord en el club de Mestalla. La semana próxima recibirá al sistema liderado
por Messi (que fue sacado de eje por el marcaje del Leganés) en el verdadero
duelo en la cumbre de este torneo.
Por
detrás, en la pugna por las plazas de Europa
League, asoma como beneficiado de esta fecha el Sevilla. Los de Berizzo
arrancaron un triunfo sufrido al Celta en el Sánchez Pizjuán al remontar el
tanto inicial de Maxi Gómez. Los gallegos no aguantarían el resultado favorable
y Muriel y Nolito dieron la vuelta al resultado, sumando tres puntos que
instalan a los de Nervión como el quinto clasificado (a dos puntos de Madrid y
Atlético). Los andaluces adelantaron al Villarreal, que sólo pudo firmar las
tablas en San Mamés. Aduriz salvó a Ziganda al empatar la diana de Trigueros.
La
Real Sociedad, Betis y Leganés siguen la estela de la sexta posición. Los
donostiarras perdieron fuelle al empatar en Montilivi a uno. El Gerona defendió
su casa con ejercicio de efervescencia que Stuani, su goleador destacado, pudo
fructificar. El acierto de Williams José, en el sexto minuto, no valdría a los
de Eusebio para ganar a domicilio. Los verdiblancos, por su parte, compiten
este lunes en casa de un Eibar que yace al borde del descenso.
En
esa batalla ganó terreno un Málaga batallador. No es la primera vez que los de
Míchel muestran capacidad y convicción para guerrear, y en esta ocasión remontaron
un 1-2 al Deportivo (goles de Lucas Pérez y Schar) para triunfar por 3-2
(dianas de Rosales, Castro y Borja Bastón) y salir del farolillo rojo. Ese
escaño lo ocupa la UD Las Palmas de Ayestarán, que esta semana evidenció su endeblez
defensiva y de concentración ante un Levante necesitado (ganó después de dos
meses). Doukoure y Jason certificaron una victoria que sentencia a los isleños.
Y, por último, la reacción del Alavés (que viaja decimonoveno) se vio cortada
por la goleada que le asestó un Getafe en el que Ángel Rodríguez brilló (con
dos goles) y un fútbol muy vistoso.
Esta
noche Éibar y Betis cierran la jornada.