Julio Candela
El Atlético de Madrid, al borde de la eliminación en la Liga
de Campeones con sólo dos puntos en cuatro jornadas en el grupo C, apurará sus
opciones remotas en los dos últimos encuentros, con sólo tres referencias bajo
el actual formato de la Liga de Campeones que superaron una situación similar.
"Hay que seguir trabajando. Soy el primer responsable
de lo que genera el equipo y debemos de ganar ese pulso que nos ha deparado el
destino, que no es nada favorable. No nos queda otra que pensar en el próximo
partido en La Coruña y luego pensar en ganar al Roma. Intentaremos ganar y
luego esperar a lo que diga el destino. Cada uno tiene lo que se merece y
veremos si nos quedamos fuera o seguimos", dijo anoche Diego Simeone tras
el 1-1 con el Qarabag.
Con la necesidad de ganar sus dos encuentros contra el Roma
y el Chelsea y esperar algún empate o derrota de uno de los dos frente al
Qarabag, las sensaciones apuntan a la eliminación del Atlético, que apela a la
matemática, la misma a la que se aferraron tres equipos para lograr algo
impensable como quiere ahora el equipo rojiblanco.
El más cercano fue el Manchester City en la temporada
2014-15. Entonces, encuadrado en el grupo E, la derrota en la cuarta jornada
del 5 de noviembre de 2014 en su estadio contra el CSKA Moscú (1-2), con dos
goles de Seydou Doumbia, después de haber logrado sólo dos puntos en las tres
jornadas anteriores, le dejaron casi eliminado.
"Si tenemos posibilidades matemáticas para
clasificarnos debemos luchar por ellas. Primero tenemos que jugar contra el
Queens Park Rangers (en la Premier), luego habrá el parón de selecciones y
después intentaremos clasificarnos para los octavos de final. Es más difícil,
pero no imposible", decía entonces el chileno Manuel Pellegrini, al frente
del banquillo del conjunto inglés.
Al término de la cuarta jornada, su equipo era último de su
grupo con dos puntos; dos por debajo del CSKA de Moscú y del Roma y a diez del
sólido liderato del Bayern Múnich, ya clasificado y su siguiente adversario en
la quinta jornada, con la necesidad imperiosa de ganar del conjunto británico
para continuar vivo en el cuarteto.
Hasta el minuto 91, cuando el argentino Sergio Kun Agüero
culminó su triplete con el 3-2 en el tiempo añadido, el City estaba fuera de
los octavos de final, pero desde ahí se rehizo contra todos los pronósticos,
capaz de lograr la clasificación en la última cita, con un triunfo por 0-2 en
el estadio Olímpico de Roma.
También lo consiguió el Stuttgart en 2009-10. Con tres
puntos, los mismos que suma ahora el Atlético, en los primeros cuatro duelos en
el grupo G de aquella campaña, el cuarteto estaba a falta de dos duelos
liderado por el Sevilla (10 puntos), seguido por el Unirea Urcizeni (5), el
equipo alemán (3) y el Rangers, con dos.
Dos victorias en las dos últimas citas le bastaron después
al equipo germano, que se impuso por 0-2 al Rangers y por 3-1 al Unirea
Urcizeni, por ese orden, para asaltar la segunda posición, con nueve puntos.
Después, en los octavos de final, le eliminó el Barcelona por un global de 5-1
en la eliminatoria, con un 4-0 en el Camp Nou.
En 2004-05, el Oporto, campeón de la Copa de Europa unos
meses antes, también recompuso su clasificación en una situación límite con
sólo dos jornadas por jugarse. Ahí llegó con sólo dos puntos, en la última
posición de su grupo, aunque cerca, a sólo dos puntos, de la tercera y la
segunda plaza del PSG y del CSKA, respectivamente.
Dos triunfos en los dos últimos encuentros le dieron el pase
a los octavos de final. El primero fue por 0-1 contra el CSKA Moscú, con el gol
de la victoria de Benni McCarthy, que también anotó el tanto que significó los
tres puntos para su equipo en el minuto 86 de la última jornada ante el Chelsea
(2-1). Avanzó como segundo.