Derrota
con tintes de humillación al vigente campeón de Europa en Londres que en todo
momento estuvo fuera del partido
Antonio Blanca
Primera
gran crisis del Real Madrid de Zidane desde que el astro francés se hiciera
cargo del equipo en enero de 2016. Dos derrotas consecutivas, agravadas por la
mala imagen del equipo y porque Zizou por primera vez ha dado la impresión de
no saber que decisiones tomar para revertir la situación, haciendo
prácticamente lo mismo y no sustituyendo a jugadores señalados por su
paupérrimo rendimiento.
El
cuerpo técnico ha de escrutar milimétricamente la situación. Hay bajas
derivadas de las lesiones, la plantilla en determinados puestos como el de
ariete no es que esté corta, es que no está, y un equipo como el Real Madrid,
exigido al máximo en todos sus frentes, no puede afrontar las tres
competiciones sin un ‘9’ puro, como Kane, el del Tottenham, que cada vez gusta
más por la casa blanca.
A
las lesiones, deben sumársele tres factores que inciden en la crisis merengue. A
saber y como primero la bajísima condición física de muchos jugadores
titulares. Marcelo (parece fuera de peso), Kroos, Modric, Casemiro, Benzema…
dificultan que el equipo rinda como es debido. Segundo elemento, la falta de
gol. Ronaldo está gafado o al menos con la mira desviada, y eso el Madrid lo
nota una barbaridad, máxime cuando no hay en el banquillo un Morata de turno o
incluso un Mariano, y el que está no cuenta con la confianza del entrenador. Como
tercer factor se puede aducir la fragilidad defensiva, no solo de la defensa,
también del medio campo. No se puede presionar andando, o mejor, con la mirada.
Al rival le podrás intimidar, pero no arrebatarle el esférico.
Junto
a los tres pilares de la caída del Madrid, por último debe añadirse que Zidane no
está manejando de la mejor manera los tiempos y la situación. Vuelve a dar la
impresión que existen jugadores intocables, Benzema, Kroos, Modric por ejemplo,
y que aunque Isco sea ahora mismo incuestionable (está siendo el único jugador
salvable de este descalabro), sus dos sustituciones consecutivas habiendo sobre
el campo jugadores que estaban desplegando una actuación horrenda poniéndose al
socaire, hacen observan un flagrante y contumaz error de Zinedine Zidane.
Por
suerte para el vigente campeón de la Champions
este momento de hundimiento le está pillando en el primer tercio de la
temporada, y hay tiempo para poder cambiar. Al menos eso lo declaran en privado
y en público la plantilla. Habrá que dar tiempo, pero el run run del Bernabéu
empieza a sonar, y eso con Zidane hasta hace unos meses era impensable.