jueves, 18 de octubre de 2018

SIGUE LA GRESCA DE MIAMI

En “El Larguero” de la Cadena SER se desveló una misiva del Real Madrid en la que se pone en liza el despropósito de la Liga de Fútbol Profesional para llevar el partido Gerona-Barcelona a Miami

Antonio Blanca

Continúa el lío por el partido que la Liga quiere que Gerona y Barcelona disputen en Estados Unidos el próximo 26 de enero de 2019. El organismo presidido por Javier Tebas sigue defendiendo la posibilidad de que el encuentro correspondiente a la jornada 21 del campeonato nacional no se juegue en Motilivi, como correspondería, y sí se haga en el Hard Rock Stadium de Miami, una situación ante la que el Real Madrid se ha quejado a través de una carta enviada a la RFEF.

El conjunto presidido por Florentino Pérez envío el pasado 5 de octubre una misiva dirigida a Andreu Camps, secretario general de la Federación Española, con la que quiso dar respuesta a la petición del propio organismo sobre la opinión del club blanco sobre la posibilidad de que el citado partido se dispute en EEUU. Ahora, el contenido íntegro de la carta ha sido dado a conocer por 'El Larguero', en un escrito en el que el Real Madrid critica los criterios de decisión de Tebas.

El club madridista se queja duramente no solo por no haber sido informado previamente a la toma de la decisión, sino por el hecho de que la competición se dervirtúe, pues en caso de que el partido se jugara en Miami, daría como resultado que el Barcelona jugaría un partido menos como visitante, haciéndolo en un territorio neutral que, a la postre, sería como hacerlo de local, pues el seguimiento en EEUU del conjunto culé es evidente muy superior al que tiene el Girona en el mismo territorio.

Además, considera más lesivo que quien se encarga de desvirtuar el campeonato sea LaLiga, quien debería "mantener una posición de exquisita imparcialidad y de defensa de la integridad e igualdad" del torneo, cuando en su propio reglamento se señala en el Capítulo Tercero que habrá "graves sanciones" si se altera "la integridad o igualdad en la competición". Especialmente por haber tomado esta decisión "sin obtener previamente la conformidad unánime de todos los clubes/SAD".

Pero no es la única crítica que el Real Madrid realiza a la Liga. Considera que jugar el Girona-Barça en EEUU podría tener consecuencias "de índole financiera", que podrían alterar la competición "desde la perspectiva del 'fair-play' financiero" y, además, entiende que no es la mejor manera de acercar el campeonato español a los aficionados extranjeros, pues desplazar un partido a otro país daría lugar a que el torneo dejara de tener una índole exclusivamente nacional.

En ese sentido, el club blanco entiende que hay una manera más sencilla de cuidar al espectador extranjero. En lugar de 'mover' un partido fuera de las fronteras nacionales, sería más sencillo potenciar las retransmisiones de sus partidos. El Real Madrid señala que se han comercializado los derechos de televisión "a BeIN Sports, que tiene un 'share' de 0.02% en EEEU (...), ocupando la posición 140, penúltima en el ranking" de canales con cobertura nacional en Estados Unidos.

Además de criticar la manera en la que LaLiga ha conseguido la firma de un documento de apoyo de varias peñas del Real Madrid en EEUU, el club blanco señala una serie de medidas para facilitar al aficionado -también al extranjero- la accesibilidad a los diferentes estadios de la Liga. Para finalizar la misiva, el organismo presidido por Florentino Pérez "manifiesta su oposición a la solicitud para autorizar" la disputa del Girona-Barcelona en Miami, un asunto que no parece tener fácil solución.

martes, 16 de octubre de 2018

SE PINCHA LA NUBE

Carlos de Blas

A España le bastaba con empatar ante Inglaterra para sellar su acceso a la fase final de la Liga de Naciones, que guarda un puesto para la Eurocopa de 2020. La victoria en Londres y la goleada ante Croacia diseñaron un colchón que bien podría tender a la especulación nacional. Pero Luis Enrique ordenó mantener la identidad atacante, más vertical que en la pasada década, para afrontar lo que se desnudaría como un severo examen a la precisión y el rigor táctico.

El asturiano reprodujo el 4-3-3 pero colocó a Nacho -central-, Jonny -por Carvajal- y Marcos Alonso -lateral zurdo- en la renovada zaga. Busquets se verían flanqueado por Saúl y Thiago, con Asensio e Iago Aspas en e rol de extremo y Rodrigo en punta. Prosiguió con las rotaciones el entrenador del conjunto local ante un bloque británico mejorado, que prescindió definitivamernte de los tres zagueros. Plagió el dibujo rival Gareth Southgate y suplió a Henderson y Stones -sancionados- con Dier y Gomez. Winks y Barkley batallarían para que el tridente -Kane, Sterling y Rashford- resolviera en vuelo. El duelo de estilos estaba servido.

Los favoritos saltaron al verde con la pretensión de herir a los visitantes y marcar el territorio. Al galope de una circulación rápida en los cinco minutos iniciales se encadenarían llegadas sobre el arco defendido por Pickford. Thiago abrió el fuego al rematar, lamiendo el poste, una jugada de estrategia fraguada entre Asensio e Iago Aspas. A continuación el meta del Everton salvaría a los suyos con una suertura parada a la volea de Marcos Alonso -en córner botado por el balear madridista-. Y una pérdida de Trippier, presa de la presión española, se tradujo e la conducción de Asensio. Un punterazo débil atrapado por el portero clausuraría el fogonazo.

También dio paso al equilibrio de fuerzas que reinaría desde entonces. Los británicos evidenciaron competitividad y personalidad y pasaron de replegar en cancha propia a alternar subidas de líneas que trompicarían la placidez en la asociación española. Sin juego entre líneas, Thiago, Saúl y Busquets naufragarían en la distribución, obligando a avanzar en horizontal y estático. Mas, la anhelada superioridad por banda se vería contrarrestada por las ayudas de Sterling y Rashford. Asensio y Aspas perdieron influencia y Jonny y Marcos Alonso no sumarían en ataque y flaquearían en el achique. Pasado el primer cuarto de hora el libreto de Southgate planteó un nudo que congeló a los locales.

España sufriría impotencia en los lances individuales -a los que quedó abocado ante la superioridad energética de la medular isleña- y, lo peor de todo, padecería una desequilibrio táctico que acabó por desnudar a 'Lucho' las carencias por las que la selección patria ha abandonado los grandes torneos precedentes antes de lo previsto. El creciente ardor inglés en fase defensiva contaminó de dudas a sus contrincantes, y la otrora concatenación segura y fluida de pases se tornó en una montonera de imprecisiones y fallos técnicos. Perdido el ecuador del campo, restaba aferrarse a la concentración en las coberturas. Pero ésta no despertaría.

Tras varios avisos de la amenaza latente que concernía perder el cuero y ofrecer a los visitantes un contraataque, Inglaterra sacudiría su frescura física con severidad. Sobre el característico fundamento de la velocidad de transición y la primacía de la potencia anatómica dañaron de forma sistemática a un equipo nacional partido. Saúl, Thiago y Busquets navegaron sin rumbo en la ocupación de espacios y Harry Kane resplandeció en la venenosa lectura de juego. El delantero del Tottenham, criticado por su mala racha anotadora, se erigió en el mejor creador de futbol. De sus botas nació y germinó la afrenta que devino en goleada antes del descanso.

Comenzó su estilosa maniobra de derribo, en el compás vertiginoso del contragolpe, penalizando la apatía de Busquets en la marca. Le llegó la redonda y puso en ignición a Rashfond. El jugador del United desbordó en banda y centró para que Sterling batiera a De Gea con un cañonazo cruzado -minuto 17-; localizaría una hectárea a su alrededor Kane en otro envío largo que captó con clase y trazó una serie de amagos que nubló a tres peones españoles. Todo ello para asistir al 0-2, autografiado por Rashford -minuto 30-; y en el 38 puso la guinda a su exhibición al alimentarse de los brazos bajados de la retaguardia local al recibir un pase aéreo de Barkley y regalar a Sterling el 0-3. Este último tanto retrataría la profunda desconexión a la que fue empujada una España abatida. Los fantasmas del envés del pasteoreo de la iniciativa habían regresado con un pelaje impío.

La peor cara colectiva rimaría con el desatino en el golpeo a portería de elementos que debían trascender. Asensio reaccionaría al tanto que mutó el envite en el correcalles deseado por los británicos con un derechazo desde el pico del área y a las nubes. Y Saúl probaría, sin éxito, a Pickford en un acción de pizarra, resultando el zurdazo al cielo de Marcos Alonso el colofón atacante de unos 45 minutos calamitosos. La asimetría en la actividad tras pérdida, en la atención a la cohesión esquemática, en el derroche y compromiso, y en la convicción en el plan repartió los puntos y puso a Luis Enrique en situación después de su dorado estreno en el banquillo nacional. La posesión había rozado el 70%, pero la actitud defensiva y los tiros a puerta se definieron como desfavorables (dos a tres).

La reanudación se desplegaría sin mayor interés que medir el orgullo de unos y las ganas de reivindicación de otros. Saúl y Asensio chutarían temprano -sin desafiar a Pickford- y los visitantes contemporizarían con y sin el cuero. Repitieron el abrazo engañoso del modelo de achique y contra, al tiempo que Jonny rozaba un penalti sobre Sterling, los creativos patrios seguían desacertados en su relación con la redonda y Ceballos y Alcácer sentaron a Saúl y Aspas -minuto 57-. Y el delantero levantino enviaría su primer conectado con esférico a la red: cabezazo angulado maravilloso al córner propuesto por Asensio -minuto 59-. La inyección pensada por 'Lucho' premiaba la mejor actitud puesta en escena en el segundo tiempo.

El quemar del minutaje susurró metamorfosis. Los ingleses cedieron metros y empezaron a sembrar pérdidas de tiempo. Un regate sobrado de confianza de Pickford a Rodrigo le salió mal al arquero, que salvó la papeleta agarrando al valencianista y despejando a córner. El ascenso español en la agresividad redirigió la dirección del peligro y el portero del Leicester se vio inquietado con continuidad. Ceballos tomó las riendas en la mediapunta y el movimiento trasnformador del escenario se completó. Morata fue incluido a falta de 20 minutos -se fue Rodrigo-, cuando Marcos Alonso mandó por encima del larguero una falta en la frontal.

Southgate recuperó la zaga de tres defensas -cinco en esta tesitura-, metiendo a Walker por Barkley, y confirmó el intento de poner el candado al triunfo desde el catenaccio. Por tanto, una España volcada se enfrentaba a una contrarreloj que pondría nota a su capacidad de inventiva ante un muro de diez obreros. Sin embargo, sólo un centro-chut de Alcácer se acercaría al objetivo -Pickford hubo de estirarse-. La presión a cancha completa funcionaría, atrincherando a los británicos, y Thiago, Asensio, Morata y Alcácer dispararían fuera de la diana. Marcos Alonso remataría al poste y Ramos hizo el 2-3 en el descuento. Pero el respingo en todos los parámetros de los jugadores nacionales no arribó a la orilla. La versión rocosa de los semifinalistas del Mundial 2018 les bastaría para celebrar un clinic inesperado. Luis Enrique tiene trabajo, si bien sigue siendo líder del grupo (por dos puntos).

lunes, 15 de octubre de 2018

A UN PASO DE LA FINAL FOUR

España recibe esta noche en el Benito Villamarín a la selección inglesa y una victoria le abriría el paso a la final a cuatro de la Liga de las Naciones

Antonio Blanca

España, intratable desde que Luis Enrique se hizo con su banquillo, quiere cerrar por la vía rápida el pase a la fase final de la Liga de las Naciones con un nuevo triunfo ante Inglaterra, rival frente al que se inició este nuevo ciclo. El preparador asturiano afrontará en el estadio bético su cuarto partido como seleccionador y en los tres anteriores levantó la moral de un equipo tocado tras la decepción del Mundial de Rusia.

El debut de Luis Enrique fue en este nuevo torneo con el reto de superar a una envalentonada Inglaterra tras su buen papel en el Mundial y además en el siempre complicado estadio londinense de Wembley. España ganó en esa primera jornada 1-2 y días después confirmó las buenas sensaciones en Elche al golear a Croacia (6-0), un adversario que llegaba como subcampeón del mundo y que fue zarandeado por la nueva selección nacional.

Ahora, en este nuevo período de partidos internacionales, España se probó el jueves pasado en un amistoso en Gales y, pese a que aprovechó la cita para efectuar muchas rotaciones, algunas obligadas por las lesiones, el combinado volvió a dar una grata impresión (1-4). En Sevilla, y tras el 0-0 con el que concluyó el viernes el otro partido del grupo, Croacia-Inglaterra, a España le vale el empate para estar virtualmente clasificada aunque todo sería matemático para ser primera con la victoria en el Villamarín.

Todo apunta a que Luis Enrique vuelve a efectuar muchos cambios y a que los más fijos retornen al 'once', casos del madridista Nacho Fernández, el jugador del Chelsea inglés Marcos Alonso o el barcelonista Sergio Busquets, quienes descansaron en Cardiff. Se plantean dudas sobre la posibilidad de que el delantero Paco Alcácer, en racha con el gol en la selección -doblete ante Gales- y en el Borussia Dortmund, siga como titular. Y también es posible que Luis Enrique le dé el gusto a Marc Bartra de jugar en su estadio ante la mayoritaria presencia de béticos, y más después de que aprovechara perfectamente la segunda parte que disputó ante Gales, con tanto incluido.

En cualquier caso, el Villamarín, que acoge su decimocuarto partido del combinado nacional y lo hace 23 años después de que se impusiera a Armenia (1-0) el 7 de junio de 1995, estará cercano al lleno en las cerca de sesenta mil localidades que tiene después de su última remodelación.

La selección inglesa, por su parte, jugará por segunda vez en Sevilla, tras el que tuvo lugar el 11 de febrero de 2009, con el italiano Fabio Capello como seleccionador y que perdiera 2-0 ante España en un amistoso disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán organizado por el cincuenta aniversario de la inauguración del estadio sevillista. Ahora, Gareth Southgate y los suyos llegan a Sevilla con muchas bajas, dudas y la necesidad de sumar para no descender a la Segunda División de la Liga de Naciones.

En un intento de revolucionar el equipo que llegó a semifinales del Mundial de Rusia y acabó firmando un notable cuarto puesto, el técnico inglés probó en el empate a cero contra Croacia un nuevo sistema de juego que rompe con el esquema de los tres centrales y los dos carrileros recurrente hasta ahora. En suelo croata, Southgate utilizó un 4-3-3 clásico, marcado por la plaga de bajas que afecta a Inglaterra y que se acrecentó tras el paso por el vacío estadio de Rijeka.

En la sequía goleadora ante Croacia, Jordan Henderson, centrocampista del Liverpoool, y John Stones, central del Manchester City, vieron su segunda amarilla de la competición y no podrán estar ante España. Estas dos ausencias obligan a Southgate a volver a romperse la cabeza para idear un once de garantías. Sin lateral izquierdo por las lesiones de Danny Rose y Luke Shaw, en Croacia dio la alternativa al joven del Leicester City Ben Chilwell, quien debutó con la camiseta inglesa y lo hizo con notable alto, por lo que el que repita titularidad en Sevilla parece fuera de toda duda.

Joe Gomez, del Liverpool, sería el acompañante de Harry Maguire en la pareja de centrales y sin Henderson en el centro del campo, Harry Winks, junto a Eric Dier y Ross Barkley, es la opción más clara ante un equipo que no cuenta en esta convocatoria con jugadores del nivel de Dele Alli, Fabian Delph y Jesse Lingard, todos fuera por problemas físicos.

Si Southgate mantiene la idea de jugar con tres arriba, Raheem Sterling y Marcus Rashford acompañarían en la punta de ataque a Harry Kane, quien ya acumula seis partidos con la selección sin ver puerta. La última vez que lo hizo fue en los octavos de final del Mundial contra Colombia al anotar desde el punto de penalti. Kane querrá marcar para acallar las críticas de este inicio de temporada en Inglaterra, donde le colocan un par de escalones por debajo del nivel del año pasado, y para reivindicar su figura de Bota de oro de la Copa del Mundo.

jueves, 11 de octubre de 2018

EL VALLADOLID DE RONALDO

Valladolid celebra la llegada de Ronaldo por el impacto económico, mientras que a nivel deportivo el equipo se sitúa séptimo tras las tres últimas victorias

Antonio Blanca

Hubo un tiempo en el que el Valladolid sufría a Ronaldo Nazario. Hasta seis tantos les marcó el brasileño en su etapa como jugador, dos con la camiseta del FC Barcelona y cuatro con la del Real Madrid. Los más importantes fueron los dos que hizo el 1 de febrero de 2004, en la última visita de Ronaldo como jugador, que valieron una remontada en el José Zorrilla cuando el Madrid perdía 2-0 en el descanso. Aquellos aficionados que le maldecían desde sus butacas celebran 14 años después su llegada, rodeando el palco y vitoreando las imágenes que aparecen en el marcador cuando le enfocan. El brasileño se convirtió en el máximo accionista del club el pasado 3 de septiembre y desde entonces todo son alegrías.

El equipo marcha en una cómoda séptima posición y con una solidez defensiva envidiable. Tan solo ha recibido 6 tantos, menos que Real Madrid, Barça o Sevilla. Y es que, pese a que se estrenó con derrota ante el Alavés, parece ser que la llegada de Ronaldo ha supuesto un aire de motivación en el área deportiva. Arriba el Valladolid no conseguía ver puerta y ahora ha cogido una racha demoledora. Como si el Fenómeno estuviera en el campo en vez de en el palco, en sus últimos cuatro partidos el equipo ha marcado siete goles que han valido 10 de sus 12 puntos, que les dejan a solo 4 del líder.

La buena relación que mantiene Ronaldo con Florentino, y con el madridismo entero, es un dato a tener en cuenta. En la parcela deportiva la llegada del astro brasileño podría abrir un abanico de posibilidades antes impensable. Ahora que se han estrechado lazos con el club blanco, sumados a la buena imagen deportiva que está mostrando el Valladolid, pueden resultar cesiones de mucha calidad. El nuevo propietario del club ya mostró a su llegada su predilección por Vinicius.

Ronaldo ha querido involucrarse profundamente con el proyecto. Desde su llegada lo dejó claro, “¿Pensáis que voy a comprar un club y al día siguiente me voy a ir de vacaciones?”. Es una persona cercana y ya lo ha demostrado. Antes de subir al palco, Ronaldo espera en la puerta de los vestuarios, junto al túnel que accede al campo, y da ánimos a los jugadores antes del encuentro. Como declaró en El Norte de Castilla: “Me quedo con la unidad del equipo, dentro y fuera del campo”. Ronaldo está orgulloso del papel que está realizando el equipo y muestra la buena armonía que se viven estos días en el equipo blanquivioleta.

Tenéis en mí a un enamorado de Valladolid y del Real Valladolid”. Esta relación no comienza ahora, viene de años atrás. Su punto de unión, fuera del terreno de juego, se formó concretamente en 2007, cuando adquirió acciones de Cepa 21, bodega de la Ribera del Duero bajo. Y ya hace mucho tiempo que el astro brasileño tenía en mente ser propietario de un equipo de fútbol. En 2014 adquirió el 25% del Fort Lauderdale Strikers de Florida, y a primeros de este año, se empezaron a escuchar los rumores sobre que el embajador del Real Madrid quería adquirir un equipo español. Diarios como O Globo se hicieron eco de la noticia, informando en mayo de la oferta por el equipo de Pucela, de 30 millones de euros.

La llegada del brasileño ha causado un impacto muy positivo para la ciudad castelloleonense y podría provocar llegada de nuevos patrocinadores a nivel nacional e internacional. María José Hernández, presidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Valladolid, declaró a la Agencia EFE que la llegada de Ronaldo “no solo va a beneficiar al Real Valladolid como club, sino también al comercio, los transportes, las agencias de viaje o el turismo de la ciudad y la provincia”.

La llegada de Ronaldo supuso un aumento del interés del Real Valladolid de un 2 a un 32% en China, de un 3 a un 45% en la India o de un 2 al 32% en Estados Unidos. La repercusión del único deportista, junto a Michel Jordan, que tiene un contrato vitalicio con la marca Nike, no ha pasado desapercibida por nadie y el Ayuntamiento de Valladolid ha trazado un Plan Estratégico de Turismo basado en el deporte y la gastronomía. De momento, pasado un mes desde que se hiciera oficial su llegada, el Valladolid y la ciudad han recorrido una distancia solo posible con la zancada del Fenómeno, que sigue generando oportunidades allá por donde va.

lunes, 8 de octubre de 2018

¿QUIÉN QUIERE LA LIGA?

El Barcelona tampoco salió del atasco en Mestalla, donde enlazó su cuarto partido seguido de La Liga Santander sin ganar, y su empate ante el Valencia (1-1) concede el liderato al Sevilla

Julio Candela

El torneo español tuvo tres líderes este domingo. Comenzó el día en cabeza el Barcelona, igualado a puntos con el Real Madrid y su verdugo del sábado, el Alavés; luego ocupó la cima el Atlético de Madrid al vencer al Betis (1-0); y le relevó el Sevilla al derrotar al Celta (2-1) porque en el último encuentro de la octava jornada el conjunto de Ernesto Valverde firmó tablas (1-1).

La clasificación sigue comprimida como pocas veces, con el Sevilla en cabeza con 16 puntos, uno más que el Barcelona y el Atlético de Madrid, y con el Real Madrid, el Espanyol, vencedor del Villarreal por 3-1, y el Alavés a dos.

Mientras su gran rival, el Real Madrid, se hundía un poco más en Mendizorroza ante el Alavés (1-0) el sábado, el Barcelona no pudo tampoco emerger después de su importante triunfo en 'Champions' en Wembley ante el Tottenham.

El Barcelona, atascado
Se encontró con un Valencia rocoso, que había encontrado por fin el aire la pasada jornada con su victoria en Anoeta y que le impidió retener el mando en LaLiga.

Se adelantó muy pronto el bloque de Marcelino García Toral, que nunca ha conseguido ganar al Barcelona, con una diana del argentino Ezequiel Garay a la salida de un córner (m.2), pero apareció de nuevo Leo Messi para, tras una pared con el uruguayo Luis Suárez, igualar el partido.

El Valencia no pudo con el cuadro barcelonista, que mejoró y mandó más con el paso de los minutos, pero no le dio para llevarse la victoria y entregó el liderato al Sevilla, que enlazó su cuarta victoria liguera seguida al imponerse al Celta por 2-1 en un bonito encuentro.

El Sevilla, nuevo líder
Como tantas veces ocurre en el fútbol, se adelantó el equipo que peor estaba jugando, el de Pablo Machín, con un preciso remate de cabeza de Pablo Sarabia a centro de Jesús Navas (m.39).

La expulsión del mexicano Néstor Araujo (m.58), que vio dos amarillas seguidas, frustró la pretensión de remontada del equipo que dirige el argentino Antonio Mohamed. Casi de inmediato el franco-tunecino Wissam Ben Yedder, con el VAR como 'autorizador' de la jugada, firmó el 2-0.

No se rindió, no obstante, el Celta, que acortó distancias con un magnífico tanto del franco-marroquí Sofiane Boufal y que aún tuvo tiempo para soñar con el empate, pero el Sevilla supo mantener su mínima ventaja y se instaló en el liderato que a la postre se convirtió en la segunda plaza.

El Atlético mete presión
Otro argentino, Ángel Correa, fue el encargado de definir el triunfo del Atlético ante el Betis (1-0). Había saltado al campo en el minuto 57 y en el 74 enganchó un perfecto disparo desde el borde del área que entró junto a un poste para premiar el buen segundo periodo del cuadro de Diego Pablo Simeone.

El Betis, también inmerso en la lucha por la zona de privilegio, expuso en el Wanda Metropolitano de nuevo su fútbol de posesión, pero se mostró nulo ante la mejor defensa del campeonato. La ambición rojiblanca encontró el premio en la diana del 'ángel salvador' Correa.

El Espanyol hunde más al Villarreal
El Espanyol se instaló con letras mayúsculas entre los mejores a costa de un Villarreal (3-1) que no acaba de arrancar. El conjunto de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' es el único que ha ganado todos sus partidos como local.

Lo logró gracias a dos dianas en el tramo final, obra de Sergi Darder (m.79) y del argentino Pablo Piatti (m.92), que desequilibraron el 1-1 con el que se llegó al descanso tras marcar el paraguayo Hernán Pérez (m.7) e igualar el camerunés Toko Ekambi (m.45).

Tres victorias seguidas del Valladolid
Otra de las grandes sorpresas de esta fase inicial de LaLiga es el Valladolid. En el encuentro matinal logró su tercer triunfo consecutivo al imponerse, en un duelo de recién ascendidos, al colista Huesca (1-0) con un tanto de Rubén Alcaraz.

domingo, 7 de octubre de 2018

EL MADRID MIRA AL ABISMO

Inoperante el equipo de Lopetegui, suma ya cuatro partidos sin ganar y sin anotar un solo gol

Antonio Blanca

El Real Madrid compareció en Mendizorroza con la firme intención de romper la racha de sequía goleadora (no se veía una circunstancia similar desde hace 12 años en el club capitalino) y, de paso, despistar a la crisis de resultados y presionar al Barcelona en la pugna por el liderato liguero. En la trinchera local se plantaría un Alavés que navegaba en la sexta plaza clasificatoria, lo que remarca el buen arranque de curso de los vitorianos. Por tanto, los vascos exigirían al coloso la concentración, precisión y compromiso colectivos que no mostraron en los tres duelos precedentes. Y seguir desapreciando puntos en el torneo de la regularidad no era del todo oportuno para el vigente campeón de Europa.

Julen Lopetegui, que ya ha empezado a saborear el aroma del cuestionamiento, apostaría por virar su esquema hacia el 4-4-2 más equilibrado, ese que le entregó el mando en el segundo acto del derbi colchonero. Sin sus laterales titulares -lesionados Marcelo y Carvajal-, Nacho y Odriozola entraron en un once que colocó a Ceballos al lado del trivote habitual, con Benzema y Bale de vuelta. También regresaba Sergio Ramos. Apagó el técnico vasco las rotaciones, dejando a Asensio y a Keylor Navas en la banca. Y Abelardo, por su parte, reprodujo el dibujo característico (4-4-2 en ataque y 4-5-1 en defensa), con una medular de perfil físico y flechas para buscar la contra.

Para romper con la dinámica previa, los visitantes salieron metidos en calor con rapidez. Monopolizaron el cuero, con circulaciones más rápidas y una verticalidad mayor, amortizando los desmarques de ruptura de Bale. Ceballos, Modric y Benzema habrían de mezclar entre líneas y lo harían con precocidad. Con el Alavés encerrado en campo propio y cediendo metros y la iniciativa, las ocasiones fluyeron.

En el quinto minuto Modric atisbó un movimiento al espacio de Bale que el galés usó para ceder a Benzema. El galo detectó la incorporación de Ceballos, que se perfiló y desde el pico del área lanzó a la cepa del poste. Pacheco se estiró para provocar un córner que desembocaría en la parábola del andaluz que peinó Nacho. La redonda lamió la madera. De inmediato, Odriozola culminó otra asociación coral (proporcionada por Kroos con un cambio de dirección) con un centro que Benzema remató para que Laguardia achicara bajo palos.

Pasada la media hora se sacudió el Madrid la argucia vitoriana con una mayor intensidad en fase defensiva y vehemencia en la gestión de la posesión. En consecuencia, y con la insistencia de Odriozola, se refrescaría el dominio del tempo y la creación de llegadas laterales de los visitantes, para inquietud de Pacheco y de su escuadrón, cada vez más retrasado. Un robo de Ceballos y lanzamiento aéreo de Kroos que no conectó Bale advirtió a la renovada especulación babazorra. Pina, Brasanac y Wakaso cerraban más los pasillos centrales, pero los carriles se constituyeron en autopistas, sobre todo para Odriozola. Aunque no localizaran remates.

Aún así, se decretaría el descanso con placidez de ambos combinados, cada cual asentado en sus presupuestos. La superpoblación local en la medular le valió aplacar el juego entre líneas contrincante y los de Concha Espina se granejearon un monólogo desprovisto de sustos a medida que perdían claridad en tres cuartos de cancha. La tarjeta al intermedio era familiar para Lopetegui: 74% de posesión y 1 a 6 en tiros. Sólo resultaba diverso, y positivo, el haber mantenido la portería a cero. No se vieron obligados a remontar, como en cada uno de sus enfrentamientos en calidad de visitante hasta esta fecha. Pero les urgía una aceleración en el toque y más desequilibrio individual, con el fin de derribar el muro vasco y a su propia barrera psicológica anotadora.

Partiría la reanudación con Mariano en pista (por un Benzema señalado). El preparador no arriesgó y modificó pieza por pieza -de perfiles distintos-, con lo que eligió contemporizar y no abrir el campo también por la ausente banda de Nacho. Ordenó Abelardo discutir el esférico, sacando a la defensa a 30 metros de su área. Así pues, parecería más optimista del gol el Alavés en el comienzo del segundo acto, y Kroos salvó a los suyos al conjugar un balón suelto en el punto de penalti. Casemiro respondería con un derechazo a las manos de Pacheco, tras otra interceptación alta. Renegó de forma definitiva el Madrid del juego creativo en la mediapunta para inyectar pólvora a su amontonamiento de centros laterales.

Una volea de larga distancia de Duarte desperezó a Courtois y el desborde y centro de Bale inminente y sin éxito se saltarían el centrocampismo e incertidumbre crecientes. Asimismo, Calleri y Wakaso lo probaron desde lejos y el candidato a todo efectuó su segundo cambio: Casemiro dejó su lugar a Asensio. A falta de 30 minutos se la jugaba Lopetegui. Vació de recuperadores a su ecuador de territorio y acumuló atacantes, justo en pleno crecimiento de la fe atacante local. Dibujó una suerte de todo o nada, aferrado a la calidad de su plantilla, y Sobrino recambiaría a Ibai, subrayando la voluntad ganadora vitoriana. Bien en asociación, bien en transición.

Un latigazo desorientado del delantero galés -bloqueado sin espacios- marcaría el inicio del compás postrero: guerreaban los merengues contra su horizontalidad y los alaveses aguardaban el contexto para propulsarse en vuelo. Tronaría en el palco madridista, Bale se lesionó de nuevo y Jony se escapó de todos, a pase de Calleri, para perdonar en un mano a mano con Courtois. La contrarreloj evidenció su vigencia como estado latente del gigante capitalino y con 0-0, y sin nada que llevarse a la boca, afrontaba los diez minutos finales.

El pretendido asalto madrileño ante un sistema vasco recluido estaba servido. Un centro cerrado de Vinicus, después de encarar a su par en la cal izquierda, inauguró el respingo. No concatenaba dos pases un Alavés que no estaba en condiciones de mandar pelotazos bien dirigidos hacia sus faros ofensivos, mas Jony reaccionó (gran rendimiento) con un cañonazo al cielo a cinco minutos del final. El pobre estado de forma de Modric y lo dubitativo de Ceballos y Asensio de cara a la suerte de la finalización arrinconarían a Kroos como el único elemento decisivo. Ante ese panorama, se congeló el ardor madridista y el reparto de puntos se sellaría sin aproximaciones peligrosas sobre Pacheco. Sí ante Courtois, que sacó una mano en el 94 que terminó con el cabezazo a la red de Manu García. Llegó a la orilla triunfal Abelardo (son terceros, empatados a puntos con su rival de este sábado) y Lopetegui sigue a la deriva con el volantazo hacia un estilo combinativo ortodoxo. Otro fallo en la marca sentenció el cuarto capítulo del derrumbe merengue en esta temporada.

jueves, 4 de octubre de 2018

PRIMERA CRISIS DE LOPETEGUI

Desde la segunda etapa de Fabio Capello el Madrid no concatenaba tres partidos sin ver puerta

Antonio Blanca

¿El Real Madrid ha planificado mal la temporada? Es la pregunta que colea en todos los corros deportivos. Florentino Pérez no quiso fichar a un sustituto de garantías para Cristiano Ronaldo (451 goles en 438 partidos), el mejor jugador de la historia merengue y el equipo lo está pagando, al menos en el primer tramo de la temporada. Mariano no cuenta de momento para Lopetegui y, con Bale lesionado, Benzema queda como única referencia. Lo curioso es que el francés nunca ha sido un rematador, y está pareciéndose al jugador inoperante de la pasada campaña salvo en momentos puntuales.

El equipo blanco ha pasado de jugar con Cristiano Ronaldo (referencia) y Benzema (no es una referencia) a hacerlo solo con el francés. Bale, cuando está bien, ayuda a marcar goles aunque juegue en banda, pero si el Real Madrid juega solo con el francés arriba tiene un problema de gol. El resultado es que el equipo lleva tres partidos sin hacer gol, algo que no pasaba desde la 06/07 con Capello como técnico.

Este Real Madrid está diseñado para tener una referencia arriba. En el choque ante el CSKA solo la tuvo cuando entró Mariano, que intentó todo tipo de remates dentro del área. En uno de ellos, el balón se estrelló en el palo. Benzema no pisó el área en casi todo el partido y eso dio muchas facilidades a los centrales, acostumbrados a marcar a un delantero como hacían con Cristiano Ronaldo.

Con Benzema solo arriba, Lopetegui metió ante el CSKA un centrocampista de banda más (Lucas Vázquez). Esto propició más control de balón, circulación y más juego, pero ante un equipo tan encerrado por el centro, las jugadas terminaban en centros desde las bandas que no encontraban rematador porque sencillamente no lo había.

El Madrid necesita gol y Mariano lo tiene. No es lo mismo que Cristiano, pero es más goleador que Benzema. Una de las señas de identidad de este Madrid son y han sido las bandas, y tanto Carvajal como Marcelo han sido los mayores asistentes del equipo.

Con todo esto, el Real Madrid ha marcado en La Liga un total de doce goles en siete partidos, una cifra que no llega ni a dos goles por encuentro. Muy lejos de los números a los que nos tiene acostumbrado este equipo. El Madrid, sin Cristiano, necesita a Bale más que nunca, pero más una referencia y la única que tiene es Mariano.

lunes, 1 de octubre de 2018

SIN MANDO

Después del arranque liguero y la disputa de varias jornadas, ninguno de los grandes equipos de la Liga Española se ha diferenciado respecto de sus rivales

Antonio Blanca

A pesar de todo, el Barcelona lidera la clasificación con 14 puntos, los mismos que el Real Madrid. El Sevilla está con 13, mientras que el Atlético cuenta con 12.

Dos puntos en tres jornadas es un balance inexplicable para un equipo que tiene a Messi. Y peor aún si se atiende a cuáles fueron los rivales: Girona, Leganés y Athletic. El juego mostrado por los azulgranas está siendo deficiente y su defensa, con Piqué a la cabeza, es un agujero. Si la pasada temporada los de Ernesto Valverde ofrecieron ante todo fiabilidad antes que juego, ahora tampoco llegan los resultados.

Valverde debe encontrar soluciones inmediatas porque ahora afronta un calendario de verdad exigente: Tottenham, Valencia, Sevilla, Inter y Real Madrid. Un mes de octubre tremendo en el que debe exponer si todo lo visto es coyuntural o si hay enfermo.

Completó una semana deficiente que comenzó con la derrota 3-0 ante el Sevilla y continuó el sábado con su empate en casa 0-0 ante el Atlético. El mal principal del equipo de Julen Lopetegui es obvio con una estadística inapelable: un gol en los últimos tres partidos. Y su mejor goleador, Gareth Bale, se lesionó en el clásico madrileño. También permanecen en la enfermería otros dos recursos ofensivos relevantes, como son Isco y Marcelo.

"No hemos marcado y así no podemos ganar", fue el diáfano análisis que hizo el entrenador blanco del derbi. Ante el equipo rojiblanco, el Real Madrid ofreció dos caras diferentes: sin soluciones en la primera parte y mucho más dinámico en la segunda, cuando Bale se marchó y entró un centrocampista como Dani Ceballos.

Lopetegui tiene ante sí dos retos: encontrar caminos para el gol y mejorar la competitividad y regularidad de un equipo que no supo ganar cada partido exigente que tuvo esta temporada, salvo el 3-0 ante la Roma. Cayó 4-2 ante el Atlético en la Supercopa de Europa, tampoco pudo con él en la Liga, sufrió una goleada en Sevilla y no pasó del empate 1-1 en su visita al Athletic.

El equipo colchonero llegó a estar a siete puntos de la cabeza de la Liga, pero ha ido de menos a más después de abrir la temporada con un calendario difícil. Sin embargo, la duda es permanente: ¿Es posible algo más de ambición?

Ante el Real Madrid, el técnico argentino Diego Simeone quitó a un delantero como Diego Costa para situar a un centrocampista defensivo como Thomas en la segunda parte. El Atlético renunció a la victoria después de ofrecer una buena primera parte y tener oportunidades.

Con su defensa cada vez más ajustada, el conjunto rojiblanco sigue esperando a Antoine Griezmann. Dos goles en ocho partidos es un pobre balance para un delantero que pretende comer en la misma mesa que Messi y Cristiano Ronaldo.

jueves, 27 de septiembre de 2018

EL LEGANÉS DESNUDA AL BARÇA

Jordi Grimau

Batacazo del Barcelona en Leganés (2-1), con lo que entra en una dinámica peligrosa y preocupante. El equipo azulgrana es un coladero, defensivamente se desangra y uno de los señalados tras esta derrota en Butarque es Piqué. El central, que también cometió varios despistes y errores en el empate contra el Girona en el Camp Nou, volvió a fallar en el minuto loco del Leganés. A la defensa del Barcelona le cogieron la espalda en los dos goles, con dos acciones en balones largos, pero en el segundo a Piqué se le enredaron las piernas. Cedió el balón para que Óscar Rodríguez culminara una remontada fulminante en 68 segundos. Vermaelen, en el tanto del empate de El Zhar, fue el otro protagonista negativo de una zaga que hace aguas. Al Barça le han marcado siete goles en las seis jornadas de Liga cuando la temporada pasada llevaba encajados siete goles en las 18 primeras jornadas. Un dato demoledor que habla muy mal de la zaga y de la fragilidad de una defensa irreconocible.

Con Messi no vale. Parece más fácil si lo tienes en el campo de inicio para no llevarte un susto, pero el resto del equipo está muy por debajo del nivel que tiene que ofrecer un aspirante al título. El argentino se libró de ir al banquillo en otro día en que Ernesto Valverde apostó por las rotaciones y sentó a dos de los mejores socios del argentino. No fueron titulares ni Jordi Alba ni Luis Suárez. Messi se quedó sin referencias por el costado izquierdo y en la punta de ataque. Vermaelen y Munir tuvieron la oportunidad de empezar de inicio en un Barcelona que no podía ceder después del empate en el Camp Nou ante el Girona. Sin hacer daño por ese largo carril izquierdo que provocan las subidas de Alba, siempre un puñal, y todo lo que provoca Suárez, a Messi le tocó multiplicarse y convirtió cada ataque en una lucha contra todos. De esta forma desequilibró el partido —minuto 12— con una acción en la que consiguió hacer un aclarado a Coutinho. Messi, rodeado de cinco futbolistas del Leganés sin poder quitarle la pelota. Su pase al centro del área lo amortiguó Coutinho y fusiló, con esa facilidad que tiene el brasileño para armar la pierna y pegarle a la pelota con potencia y colocación, al portero Cuéllar.

Messi fue una obsesión para el Leganés. El partido tuvo fases broncas con el marcaje férreo y las quejas del argentino por la reiteración de las faltas. Hasta que el árbitro, Unidiano Mallenco, decidió avisar con una tarjeta amarilla a Rubén Pérez por una entrada a Leo por detrás. No había manera de frenar los giros y arrancadas de un Messi que tiró del equipo en la construcción y aceleración. Al descanso, el partido parecía controlado por el equipo culé. Pero el inicio de la segunda parte fue una pesadilla para los de Valverde.

Si Messi puso el desconcierto y Coutinho la definición, atrás volvió a aparecer Ter Stegen que, como en Anoeta, mostró que es decisivo cuando el equipo tiene apuros. El portero alemán salvó las pocas ocasiones claras del Leganés. Esta es la gran asignatura de Valverde. Conseguir que al Barcelona le hagan menos ocasiones, ser un conjunto más compacto y sólido.

Si Ter Stegen estuvo bien, el que ofreció una resistencia soberbia fue Cuéllar, con dos paradones en el minuto 80. El Barcelona buscó la remontada con más épica que juego y metió en el campo a Luis Suárez, Jordi Alba y Malcom. El Barcelona ha perdido cuatro puntos en las dos últimas jornadas. Para el Leganés, es un resultado histórico. Para el Barcelona, una debacle. Para Piqué, un palo importante porque está lejos de su mejor versión.

ENCEFALOGRAMA DESCENDENTE

Noche de ensueño del Sevilla ante el Real Madrid que vapuleó por 3-0 con un verdadero recital de jugar al contragolpe

Antonio Blanca

El resbalón del Barcelona en Leganés sorprendió al Real Madrid en el verde del Sánchez Pizjuán. Con el calentamiento hecho de cara a su enfrentamiento ante el Sevilla, los jugadores capitalinos comprendieron que estaba en su mano acceder al liderato de La Liga. Quizá, se relajaron. Al menos, esa es la conjetura que sobrevendría como consecuencia de la puesta en escena durante la media hora inicial. Porque en ese trecho los andaluces volaron mientras que los visitantes querían anestesiar un tempo del que no dispusieron el timón.

Pablo Machín se la jugó en su planteamiento y le salió redondo. Ante la baja de sus dos mediocentros defensivos, salió con un 3-5-2 en el que Banega ejercía como ancla única. Con Navas y Arana en los carriles, Vázquez y Sarabia como interiores y Ben Yedder y Andre Silva en punta, los locales dispusieron una apuesta ofensiva, arriesgada y valiente. Porque confiaron en su capacidad defensiva y compromiso colectivo para amortiguar la amenaza a la contra de los merengues. Y esa maniobra estratégica les entregaría los tres puntos a las primeras de cambio.

Julen Lopetegui reprodujo su idea de posesión, recuperando a Marcelo, Kroos y Bale como titulares. Asensio y Benzema ejercerían como delanteros en un 4-3-3 que fue deglutido por la hiperactividad ajena. El regreso a la nómina de piezas característica -salvo la entrada de Nacho por Carvajal- sólo sirvió al preparador vasco para comprender la dimensión del envés de su colorido libreto si la intensidad y la concentración no abonan el terreno. Ante el Sevilla, que venía de meter 6 goles al Levante, su plan quedaría arrasado con estrépito.

A pesar de la ausencia de presión a cancha completa sevillana, los madridistas pretendieron sobrevivir con una circulación pausada, perenne y anestésica al vendaval. Por ende, sucumbieron. Tardarían 10 minutos en enlazar más de cinco pases y su tiro inaugural se registró en el 23, cuando Bale despertó y se sacó una acción individual en la que sentó a tres rivales y sacó un zurdazo que se estrelló en la madera. Hasta ese pico el bloqueo táctico ejecutado por los andaluces apagó el juego entre líneas y al hueco de los favoritos. Además, amortizó el agujero que se desnudó en la banda de Marcelo. Por flagrante inapetencia defensiva del carioca y la falta de ayuda de Asensio.

Treinta segundos demoró el hambriento escuadrón de Nervión en perforar por ese perfil. Sarabia abrió al espacio para sacar de sitio a un Varane dormido. Andre Silva se coló y, sin ángulo, chutó para el despeje precoz de Courtois. El arquero belga participaría también en la falta frontal lanzada por Banega que confluyó en un centro de Sergi Gómez y el testarazo a los guantes de Ben Yedder. Nada pudo hacer al cuarto de hora, cuando Navas ganó a Marcelo y puso un centro punzante que sacó bajo palos Nacho. Tampoco actuaría el mejor portero del Mundial ante el disparo a las nubes de Ben Yedder, en un córner defendido sin tensión por el gigante. Este último punto retrataría su desplome hacia el abismo.

No obstante, segundos después una pérdida injustificable del lateral zurdo dejó a Varane y Ramos contra tres atacantes. El colmillo afilado por Machín para tutear al campeón de Eurpa comenzó a hacer caja con el desborde de Navas y asistencia para que Andre Silva, sin marca, batiera a Courtois. Redundaría la distancia de concentración de manera oscena: un saque de esquina botado por Kroos generó un rechace que Navas tradujo en contragolpe fulgurante. Trazó una pared larga con Ben Yedder que le dejó en mano a mano con el meta belga (Marcelo quedó a decenas de metros del ex del City en la cobertura del despeje previo). Su derechazo fue repelido por el arquero, pero Silva surgió para embocar el 2-0.

El justificado alborozo de la tribuna pintó a Banega como plácido maestro de ceremonias. La verticalidad y fluidez que emanaba se transformaba en un ritmo combinativo mucho mayor que el contrincante. La fase defensiva merengue se inundó de dudas, y el esquema quedó partido ante la descoordinada presión. Un par de lanzamientos de Kroos -uno por encima del travesaño, a pase de Marcelo, y el otro desatinado, desde media distancia- constituyeron el intento de desperezarse de una medular anulada. Mas, lo que se subrayó fue la impotencia para conectar con a mediapunta y ganar superioridades exteriores. El Sevilla, inteligente, tumbaría del todo a los de Concha Espina antes del descanso.

Abrió boca una recuperación adelantada (fallo de Kroos) que lanzó Sarabia y remató al larguero el 'Mudo' Vázquez. En el 40 volvería a golpear a Lopetegui el fantasma de la complacencia. Banega botó un córner despejado por la zaga. La redonda quedó dividida y Vázquez le ganó el cuerpeo a un Marcelo lento. El cuero dibujó una parábola que recepcionó Ben Yedder. El francés enchufó una volea que inscribió el 3-0. En el 43, Sergi Gómez perdonó en el saque de una falta lateral del imperial Banega. El respigo postrero madridista no restaría oscuridad a la afrenta padecida porque Bale remató fuera, sin meta en el arco, un balón suelto en el área que propició la pizarra.

Más del 60% de posesión estableció el Madrid en un primer acto en el que no pasó del rol de sujeto pasivo. Su iniciativa no gozó de coherencia sin pelota y quedó en nada. No trabajaron los peones de Lopetegui para que su calidad fracturara el riesgo asumido por Machín. En la reanudación movió el vasco a sus piezas, sin sustituir a nadie. Imaginó una zaga de tres centrales (retrasando a Casemiro), para empatar la predominancia numérica sevillista en el ecuador del terreno, con Marcelo y Nacho devenidos en extremos. Un volantazo que no bastaría para arrancar un punto ni maquillar el paseo por el precipicio de su ideología.

Intercambiarían disparos inocuos Bale y Andre Silva antes de la cesión de metros local y la ganancia de confianza ofensiva madridista. Un gol anulado a Modric (buena actuación del VAR), un punterazo del croata que desvió Vaclik y una chilena fuera de tino de Ramos se amontonaron en tres minutos. Respondieron los sevillanos con un latigazo de Sarabia (vuelo de Courtois) y el despeje, in extremis, de Bale, para evitar el cuarto. Tras este fogonazo de fútbol alegre Lucas Vázquez y Mariano entraron por Nacho y Benzema. La latente fragilidad del cierre visitante no soltaría su esencia y el paisaje espectacular sería bordado por la carrera del galés que sacó Vaclik con una reacción de reflejos.

Se quemarían los minutos hacia el desenlace con la contemporización andaluza y la desesperación de un Madrid reducido a pesadilla a días del derbi colchonero. Participarían Promes, Ceballos, Nolito y Roque Mesa por Ben Yedder (enrachado), Modric (rotado), Arana (lesionado) y Banega (brillante y con espacios, a pesar de jugar sólo en el mediocentro). Y Mariano y Bale alternarían probaturas sin dirección a portería al tiempo que Marcelo se lesionaba. Con 10 jugadores, los de Chamartín sollozarían por el pitido final, con Vázquez rozando el 4-0. La noche se desataría con euforía para unos y resignación preocupante para los otros.

martes, 25 de septiembre de 2018

MODRIC HACE JUSTICIA

Aránzazu Gálvez

Emocionaron especialmente los aplausos dirigidos a Luka Modric, porque es difícil enamorarse de un mortal, cuando tu mundo lo dominan dos criaturas procedentes de la Luna que todavía presiden la mesa de cuerpo presente. Y también, porque los realmente buenos escasean. La belleza de Modric proviene de sus silencios; de su voluntad constante por construir una obra a partir de la nada. Alguno ha demostrado que tiene mucho que callar, que le debe una lección importante a sus hijos: saber perder nos hace mejores, nos hace humanos. Nos engrandece. Ya lo dijo Rafa Nadal, el mejor de los nuestros, el día después de proclamarse campeón del US Open el pasado año: “Ser buena gente vale más que cualquier título”.

Todavía recuerdo, con claridad inusual, aquel partido de la Supercopa de España de finales de verano de 2012 contra el Barcelona. Esa media melena rubia mecida por las penúltimas brisas estivales saltaba al césped del Santiago Bernabéu en el minuto 83 reemplazando a Mesut Özil, para cambiar el la existencia del Real Madrid. Luka Modric revivió el centro del campo de un equipo que pedía clemencia al enemigo. Un Madrid descompuesto encontró a su pequeño guía espiritual.

Su exterior empezaba a pulirse digno y pulcro. Luka nunca se rindió ni se resignó, porque empezó a temerse que, tarde o temprano, los buenos siempre ganan. Luka ordenó un caos autoritario, escaso de valores y de visiones. El croata dio forma a una nueva era que todavía a esta hora no somos capaces de asumir. De hecho, tardaremos años en hacerlo y nos acordaremos de él cuando la oscuridad se cierna sobre nosotros.

A partir de ahora, este tipo de premios habría de ser justos o desaparecer. Pero claro, también se quieren muchas cosas para este mundo que se antojan complicadas por no decir imposibles. No se puede pedir equidad cuando entra en juego tanta subjetividad, es cierto, pero hay cosas que rayan el mal gusto. El premio Puskas a Salah es un gesto entrañable, pero Bale debe de estar jurando en arameo.

Lo que se ha reconocido con el premio The Best, es que Modric convierte el fútbol en algo literario, artístico, teatral. No solo este año, sino todos los anteriores en los que los goles han cegado nuestra razón. Sus clases no son puntuales, son una costumbre. Creo que lo he repetido hasta la saciedad, no recuerdo un mal partido de ese caballero hijo de Zadar. Se ha hecho justicia con un hombre que dignifica su profesión. Espero que todos estemos de acuerdo, o al menos, de buen humor. Estoy convencida de que ese sería el mejor regalo para Luka, el mejor de los buenos.

lunes, 24 de septiembre de 2018

CONTINÚA LA GUERRA

Jaime Trevijano

Como el perro y el gato, Luis Rubiales y Javier Tebas buscan lugares en los que seguir su pelea personal. Los presidentes de la RFEF y La Liga han demostrado en los últimos meses, desde que el primero llegó a su cargo actual, que no se iban a ahorrar ni una frase, ni un ataque. Si la cosa es a cuenta del partido en Miami, adelante; si lo que tocan son los horarios de la Liga, más madera. Y así con todo.

Este domingo, caluroso en exceso para lo que se acostumbra en septiembre, ha habido algún golpe de calor en el partido que se disputaba en Valencia al mediodía entre el Levante y el Sevilla. Rubiales calificaba de "vergüenza" e "inadmisible" que se disputase el evento a más de 30º. Además amenazaba con recuperar la competencia en la materia de horarios.

Decía Rubiales: “Si @LaLiga mantiene horarios disparatados, recuperaremos la competencia para 19/20. VERGÜENZA para AFICIONADOS y GENTE del FÚTBOL. A más de 30º no se puede jugar a determinadas horas. Golpes de calor por decenas.
INADMISIBLE. En la @rfef estamos hartos#RespetemosElFutbol”

Respondía en el mismo medio (Twitter) Javier Tebas: “Amigo @LuisRubiales  mucha demagogia, hoy en #AragonGP 32° y 114.000 personas al sol disfrutando de las carreras, sin quejas.Por cierto este agosto torneo de niños Evergrande/RFEFen Las Rozas 36°. No se puede recuperar lo que no es de uno”.

Ese "amigo" del principio es todo lo irónico que puede llegar a ser. Tebas estaba en el motociclismo, algo curioso porque pocos le recuerdan yendo al fútbol, que no deja de ser el territorio en el que se mueve normalmente. Recordó un torneo celebrado en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol en días bastante más cálidos de los que se están dando este fin de semana.

Los dos, posteriormente, se pusieron en los micrófonos de la COPE. No juntos, evitan el contacto, pero sí intentando desarrollar sus respectivos discursos, que no son más que una escena de una película mucho mayor. De hecho, la reclamación de Rubiales se refiere a los horarios y él asegura que es algo que le compete a él, o le puede volver a competer, pues actualmente está transferido. "Tenemos las competencias en los horarios en 1ª y 2ª que están transferidas y las queremos recuperar. Y que en 2ªB y 3ª pase lo mismo". "Que se mire por el dinero pero sin poner en riesgo la salud", explicaba el presidente federativo. "Cuando se supere una temperatura, tendrán que retrasarse los horarios. 30ºC a las 20.00 de la tarde no son 30ºC a las 16.00 de la tarde", abundaba el mandatario.

En el mismo lugar, unos minutos después, respondía Tebas. "Ya dijimos que si no nos ponemos de acuerdo, que parece ser que no nos vamos a poner de acuerdo, es un tema competencial, los horarios, no por el calor. Que resuelvan los tribunales quién es el competente con el tema", señalaba Tebas. "Nosotros consideramos que desde la Ley del Deporte es el organizador de la competición el que tiene el tema de los horarios, ratificado en 2015, pero si la federación considera lo contrario, habrá que discutirlo y llevarlo a los órganos que correspondan".

En este sentido, Tebas está convencido de que no le van a quitar ese punto, que es clave en la estrategia televisiva de la liga. También apuntó que se ha reunido en ocasiones con el secretario general de la RFEF y el jefe de la asesoría jurídica y han discutido estos temas, apuntando a que hay cierta demagogia en las palabras de Rubiales, que sabe en qué punto están esas conversaciones.

Tebas, además, le dejó un recado a Rubiales en la grupa de la FIFA. "Con el protocolo de FIFA del Mundial se han jugado partidos a 36 y 37 grados, por qué si lo que puede hacer la FIFA, ahora que tanto nos gusta la FIFA, no copiamos el protocolo. Si hay las medidas adecuadas pertinentes no hay ningún problema para la salud de nadie". Lo dice porque esta misma semana la RFEF ha rechazado su plan para hacer un partido en Miami excusándose, precisamente, en la opinión de Infantino.

EL BARÇA PINCHA Y CULPA AL VAR

Jordi Grimau

El Barcelona se dejó los dos primeros puntos de la temporada al ceder un empate frente al Gerona (2-2) en un partido marcado por la 'expulsión de VAR' del defensa francés Clement Lenglet a los 35 minutos. Con este resultado, los azulgranas mantienen el liderato de la división de honor, pero vuelven a estar acompañados en puntos del Real Madrid. Ambos se sitúan con 13 puntos tras ganas cuatro partidos y empatar uno de los cinco disputados.

Hasta el momento de la expulsión a través del vídeo, y pese a la osadía del conjunto de Eusebio Sacristán, el equipo azulgrana mandaba merced a una diana del argentino Leo Messi a pase del chileno Arturo Vidal y, en general, parecía tener bastante controlado el encuentro, con acercamientos peligrosos y alguna parada de merito del portero Bono, como en la que sacó con la punta de los dedos un disparo casi letal de Messi.

Pero en esta placidez, corría el minuto 35 cuando el colegiado extremeño Jesús Gil Manzano decretó una falta de Pere Pons sobre Lenglet. Sin embargo, recibió el aviso del VAR, fue a revisar el vídeo y entendió que el defensa francés había propinado un codazo en la cara del jugador visitante y le mostró la roja. A partir de ahí, el duelo catalán cambió. Un par de dianas del uruguayo Christian Stuani, una justo antes del descanso y otra al inicio del segundo periodo, encendieron las alarmas en el Camp Nou.

El Gerona, no obstante, no pudo contener la ofensiva del conjunto barcelonista, que pese a su inferioridad se lanzó al ataque y por medio de Gerard Piqué consiguió aprovechar una indecisión de la zaga rojiblanca. Pese a que quedaba media hora por delante, Messi y compañía ya no tuvieron la precisión necesaria para amarrar el choque.

Este resultado mantiene al Barcelona en cabeza de la tabla de La Liga Santander, aunque ahora empatado con el Real Madrid, que el sábado venció con muchos apuros al Espanyol (1-0), mientras que es tercero el sorprendente Alavés a tres puntos.

ASENSIO SALVA LOS MUEBLES

El Madrid se dejó ir en la segunda parte y un muy buen Español estuvo a punto de sacar un punto del Santiago Bernabéu

Antonio Blanca

El Real Madrid volvió al Santiago Bernabéu después de haber fascinado con su fútbol en Liga de Campeones. Su exhibición contra la Roma bien podrían generar un crecimiento en la convicción de los jugadores para con el plan del entrenador, pero, a su vez, contenía el riesgo de la complacencia.

Los catalanes viajaron a la capital en puestos europeos, evidenciando ya lo compacto de su planteamiento. Conceder pocos goles y amortizan al máximo los anotados. Rubí no contó de salida con Sergio García ni Baptistao, pero introdujo a Marc Roca, Darder y Granero con el fin de pelear la posesión al gigante. Piatti, Hernán Pérez y Borja Iglesias buscarían las cosquillas a la zaga local. Este pegajoso sistema comenzó valiente, desafiando al tú a tú al vigente campeón de Europa.

Adelantaron líneas y presionaron los dos bloques. Ambos no escatimarían en gallardía para tratar de sacar la pelota jugada a pesar de la ambiciosa oposición ajena, generando un juego en medio del campo que tardaría en soltarse. En los primeros diez minutos sólo se registrarían dos llegadas, en consecuencia. Un robo de Casemiro a Granero, que activó una transición que confluyó en el centro de Odriozola y el remate tímido de Isco a las manos de Diego López, que fue respondido, casi de inmediato, por el vuelo 'perico' que embocó Piatti en el despeje de Sergio Ramos.

Con el paso del tiempo, el devenir tendería a la pronosticada ocupación de espacios. La pelota se convirtió en jurisdicción del control horizontal merengue y la verticalidad se tornó en la herramienta de un Espanyol que replegaba y ya sólo presionaba de manera selectiva. Aplicaría intensidad la nómina de mediocampistas y delanteros barceloneses para taponar los pasillos entre líneas y las superioridades en banda que proponía el libreto de Lopetegui. Aún así, Piatti gozó de la mejor oportunidad tras un error de Varane. Hernán tomó el cuero y cedió para el zurdazo del argentino que lamió el poste de Courtois. El aviso lanzado resultó contundente: si el favorito desconectaba en fase defensiva y en la atención al equilibrio táctico se le indigestaría la noche.

Odriozola acumularía centros inocuos al área. La telaraña diseñada por Rubí, que cortaba con faltas estratégicas cada conducción que amenazaba como desajuste, incomodó mucho a un Madrid que luchaba por eludir la densidad y la guerra de guerrillas propuesta. Modric, Ceballos, Asensio e Isco no se asociaban por el centro y Diego López no padecería una tormenta, ni mucho menos. Los creativos madridistas verían examinada su paciencia. Frente al compromiso defensivo de todos los peones visitantes, los locales mantuvieron su presión a campo completo. Y Ceballos emitió síntomas de crecimiento en el papel de gobernador incipiente.

Un lanzamiento desde larga distancia y muy alejado de arco de Vila atravesó la media hora de reducción de espacios y disparos por mor del tacticismo. El cabezazo picado y pegado a la madera de Casemiro, en un córner, recordó a los de Concha Espina el magnetismo del balón parado para desatascar el entuerto en el que se descubría ejecutando ataques de balonmano. Y en el 36 Hernán se encontró con un mano a mano con Ramos, sentó al andaluz y se topó en los guantes de Courtois. Una nueva advertencia catalana a un dibujo dominador sin, siquiera, acercarse a la posiblidad de morder. La alineación del Madrid, precabida ante lo venidero -partidos ante Sevilla y Atlético en la semana próxima-, granjeó el monopolio de la redonda. Nada más. Y esa falta de veneno y verticalidad dio seguridad y alas al astuto Espanyol.

A la reanudación se arribaría con el tempo combinativo local anestesiado; con Ramos, Casemiro y Varane expuestos tras cada pérdida propia; y con la energía remitiendo y conllevando que la presión no llegara a tiempo, para la creciente placidez visitante. Y, a pesar de todo esto, con el 1-0. En una acción salicada de rechaces, Modric engatilló un derechazo desde la frontal que le cayó, tras ser repelido por un zaguero, a la zurda de Asensio. El balear lanzó, desde el pico del área, un golpeo raso, ajustado e inapelable al segundo palo. La calidad rescató de la apariencia plomiza a la identidad buscada por el exseleccionador nacional. Isco y Nacho rondarían a Diego López para clausurar el comprimido primer acto.

Una asociación certera y fluida entre Isco, Ceballos y Modric, con disparo final del croata y despeje de Diego López, inauguró el segundo tiempo. El derechazo peligroso y angulado del malagueño, a continuación, afianzó lo que parecía un acelerón en las revoluciones del Madrid. Por ende, el esquema de Rubi retrasó filas y fue constreñido a capear el temporal desde la cueva, con el contragolpe ansiado cada vez más lejos. El preparador 'perico' reaccionó sacando a Darder y a Piatti para dar entrada a Baptistao y al pulmón Víctor Sánchez. Lopetegui resolvió intentar propulsar la inercia sobrevenida añadiendo picante y restando elaboración, saltaron al verde Mariano y Lucas Vázquez, y descansaron Benzema y Ceballos.

Con ese matiz en la morfología del dibujo el conjunto local apostaba por el desborde, la resolución ofensiva del duelo y el ataque de los espacios que el Espanyol tendría que dejar si quería buscar el empate. Mas, antes de que se materializara (o no) ese plan, Borja Iglesias superó a Courtois y se estrelló en el travesaño después de penalizar la relajación defensiva -en este particular caso de Ramos-. El susto heló a la tribuna y despertó a la ambición catalana. Roca remataría al cuerpo del arquero belga, redondenado el respingo visiante. Sergio García entró, entonces, para quemar las naves del todo. No le había salido la cesión de la posesión y el centro del campo al técnico madridista.

Los 20 minutos postreros realzaron la influencia del calor y la falta de fuelle. Modric e Isco se desperezarían, fabricando el cabezazo de Ramos que Diego López envió a córner con una estirada de foto, y su equipo reclamó las riendas del envite para facturar el triunfo desde el control. Pero, al no sostenerse en el tiempo ese repunte de intensidad el desenlace no escaparía a la incertidumbre. Los 'pericos' amenazaron a la contra (Baptistao falló un centro claro en un tres para dos) y a balón parado.

En el 81 se había fracturado el proyecto táctico, con los esquemas partidos y el ida y vuelto desplegado. El entrenador local deshizo su viraje previo y colocó a Marcos Lorente como doble pivote, al lado de Casemiro. Un volantazo defensivo que no evitaría el intercambio de golpes resbaladizo. Asensio, Baptistao, Lucas Vázquez, Llorente y Víctor Sánchez lo probarían mientras que la impotencia atacante forzaba a languidecer a un Espanyol que fue capaz de tener al segundo clasificado en vilo hasta el pitido final. Le valdría el despliegue descuidado al coloso para sellar otra victoria.

viernes, 21 de septiembre de 2018

RUBIALES GOLPEA A TEBAS

Carlos de Blas

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) impedirá que el partido entre Girona y Barcelona, perteneciente a la jornada 21 de la Liga Santander, se dispute en Miami el 27 de enero "no autorizando" su celebración fuera de las fronteras nacionales para no adulterar la competición.

La RFEF ha asegurado que "las posibilidades de que se juegue el Girona-Barcelona en Miami son del 0,0%" y que este viernes, a primera hora, enviarán una carta al presidente de La Liga, Javier Tebas, para que se dé por enterado de la postura adoptada por el ente que preside Luis Rubiales.

En esa misiva, la RFEF explica que ni UEFA, ni FIFA son partidarias de esta idea, que el Gobierno español "no lo ve con buenos ojos" y que el sindicato de futbolistas AFE también ha mostrado "una postura contraria". Además, esta misma carta será enviada a los organismos internacionales del fútbol para poner en conocimiento la posibilidad de que un partido de la Liga española se dispute en EEUU.

Tebas, que recibió la noticia esta misma noche, aseguró que "eso no son argumentos" al conocer el contenido de la presunta carta. "Eso no son argumentos: la UEFA no se ha manifestado públicamente, la FIFA no tiene potestad y con AFE estamos negociando", dijo en declaraciones a la misma emisora.

El derbi catalán entre culés y gerundenses de la segunda vuelta sería el primer partido del campeonato nacional en celebrase fuera de las fronteras españolas. Una circunstancia que no ha gustado, por ejemplo, al entrenador del Real Madrid, Julen Lopetegui. "Todos los equipos deben jugar en los mismos campos", dijo hace una semana en rueda de prensa.

Quién también se ha manifestado al respecto fue Jordi Alba, uno de los afectados en su condición de jugador del Barça. "Es una decisión que tiene que tomar el club, pero de momento no nos han comunicado nada. Por lo menos, no a mí", dijo el lateral blaugrana.

jueves, 20 de septiembre de 2018

EL MADRID DELEITA

Brillantísimo partido del cuadro de Julen Lopetegui en su estreno en Champions League

Antonio Blanca

El Real Madrid, dominador de las tres últimas ediciones de la Copa de Europa, inició un nuevo camino a la historia con una exhibición de fuerza en su mejor encuentro con Lopetegui, con un fútbol coral que atropelló a un semifinalista de la pasada edición, la Roma, tumbado por Isco, Bale y Mariano amen de un Modric sencillamente excelso.

Su primer examen no era sencillo. La Roma, que llegó a semis el año pasado, está ahora en la búsqueda de un estilo propio, añorando las figuras de Nainggolan y Strootman en su centro del campo, donde tampoco ayudó la baja de Pastore. Le quemó el balón y no encontró salida nunca a la presión madridista. Modric adelantó unos metros y al unísono se movieron las líneas para recuperar balón en terreno contrario y generar peligro continuo.

Hasta dieciséis remates madridistas precedieron al primer gol. Cuando Olsen se erigía como el héroe de la noche y clavado sobre el césped, seguía con la mirada el toque de magia de Isco de falta. Suave para caer muerto a la red tras superar la barrera y hacer justicia en el último suspiro del primer acto.

Lopetegui devolvió la portería a Keylor Navas y el debate se incendió por su firmeza. El castigo a un portero que este año no ha fallado habría sido excesivo en caso de quedarse solo con la Copa del Rey tras ceder el testigo a Courtois en Liga. Campeón de las tres últimas Champions disfrutó de una gran noche, la primera en la que Marco Asensio comenzó en el banquillo. No entran todos e Isco tras dos suplencias consecutivas, llamaba a la puerta.

Un Real Madrid comprometido, unido en el esfuerzo, trabajado tácticamente con retoque de Julen para dar al fin libertad a Isco, dejándole disfrutar por el centro, a costa de renunciar a su tridente.

Jugar con dos arriba dio mayor libertad a Modric para inventar, dejó solo a Isco en un mano a mano que salvó con manopla abajo Olsen, a Kroos para probar suerte con continuos disparos desde la frontal y Bale tuvo espacios para correr y soltar disparos peligrosos. Ramos se sumaba siempre peligroso en sus remates a balón parado. Los laterales Marcelo y Carvajal acariciando el gol. El recital de ocasiones llegaba por todos los flancos, hasta 10 disparos en menos de media hora.

Se mantuvo en pie lo que pudo el conjunto italiano, que cuando llegó a área rival se topó con Keylor. Nzonzi era el primero en probar la seguridad de un portero que no bajará los brazos. Arrancaba el segundo acto con un paradón a zurdazo de Under cuando el Roma adelantó metros y comprobó los registros que maneja el nuevo Real Madrid.

Tan cómodo con el balón como al contragolpe, la sentencia llegó con espacios que devora Bale en una acción que lo define a la perfección. Había perdona la primera contra, el travesaño evitaba su tanto en otra ocasión y a la tercera, tras mostrar su velocidad punta, definió pegado al poste imparable para Olsen.

El madridismo se divirtió tanto como sus jugadores sin que un solo espectador se acordase del rey destronado. Pedía el Balón de Oro desde la grada para Modric, despedía en pie a Benzema y Bale, de silbados hace meses a admirados, se asombraba ante gestos de Isco y Asensio y recibía con honores a Mariano en su estreno.

Mientras, Keylor seguía a lo suyo con tres paradas más que frenaban cualquier atisbo de reacción italiana y Olsen se lucía ante Kroos y evitando el tanto de la noche. Asensio dejaba una ruleta en área chica y tocaba con delicadeza el balón buscando el broche que puso Mariano mostrando su hambre de éxito, con rosca a la escuadra, en una noche de esperanza renovada para el campeón.

martes, 18 de septiembre de 2018

COMIENZA LA LIGA DE CAMPEONES

Aránzazu Gálvez

La espera ha llegado a su fin. La fase final de la Champions League comienza este martes, fecha en que echa a andar la competición por la que sueñan todos los clubes, futbolistas y aficionados europeos. El trofeo de equipos más prestigioso del mundo lo hace tras un verano que podría haber cambiado el equilibrio de fuerzas entre aspirantes, con cambios y un botín nada desdeñable de más de 1.950 millones de euros.

La marcha de Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane hacen que, este año, el Real Madrid tenga una porción menor de favoritismo, aunque no deja de partir como el rival a batir. El rendimiento del equipo de Julen Lopetegui es todo un misterio, pero la transformación de la escuadra en una más colaborativa, más coral, será su arma para retomar la defensa de un título que parece hecho para ella.

En España, el Real Madrid tendrá dos serios rivales para pelearle 'La Orejona'. El Barcelona, en otro año de cambios (el primero sin Andrés Iniesta) y el Atlético de Madrid (que tiene el excitante aliciente de alojar la final en su campo) aparecen entre los candidatos más fuertes, pero no serán los únicos. Con Leo Messi y Antoine Griezmann liderando sus proyectos, los otros dos 'grandes' españoles, retocados en el mercado veraniego, desean reponerse de sus fracasos (especialmente, el rojiblanco) en la anterior edición.

La Juventus es una inevitable aspirante. La entidad de Turín ha fichado a Cristiano Ronaldo con el objetivo evidente de llevarse, 22 años después, el gato al agua. La inversión en el luso, punta de lanza de un proyecto de más de 210 millones de euros, les eleva como uno de los equipos a batir.

Junto a los italianos, el Manchester City y el PSG, por plantilla y poderío económico, son los siguientes de la lista. Ambos tienen la obligación de reponerse de sus tempranas eliminaciones en la pasada edición y presentan planteles más que suficientes para pelear por el título. La de los dos gigantes económicos es una lucha contra el infortunio y la presión que supone su capacidad de gasto, sus fichajes, su dominio en la competición nacional y su tendencia a naufragar en Europa. Mientras que los ingleses tienen a uno de los genios de los banquillos (Pep Guardiola), los galos, ahora con Thomas Tuchel, poseen a uno de los maestros del balón (Neymar) y una de las promesas del fútbol mundial (Kylian Mbappé). Mimbres más que suficientes para ser favoritos.

Liverpool y Bayern de Múnich completan el abanico de candidatos. El de los 'reds' ya no es un papel secundario: el equipo de Jürgen Klopp se ganó, con su pasada temporada y el prometedor inicio de la actual, el derecho a estar entre los grandes. Salah, su buen verano en el mercado (llegaron Alisson, Fabinho, Keïta, Shaqiri...) y la conformación de un bloque cada vez más sólido y letal arriba (atención especial al tridente Salah-Mané-Firmino) le hacen un durísimo rival. En Múnich, más de lo mismo, que no es poco: la tendencia de los alemanes a ser un eterno y digno aspirante se repite un año más, esta vez bajo la batuta de Niko Kovac. El verano no le ha traído demasiadas novedades, pero en Baviera hay continuidad y fiabilidad, suficiente para un equipo siempre competitivo y con armas más que aptas tanto en ataque como en defensa. Los Lewandowski, Müller, James, Thiago, Hummels y compañía siempre cumplen.

Esta edición es una edición de cambios. La UEFA aprobó hace unos meses las novedades que, a partir del curso 18/19, dan un nuevo toque a la competición. El más significativo, para los clubes, es el del botín de premios. En un aumento histórico, la organización dará hasta 1.950 millones de euros a los participantes, un 54% más. En este reparto influirán ahora más variables, como la del coeficiente que tendrá en cuenta el rendimiento de los equipos durante los últimos diez años.

Los horarios también serán distintos (aquí puede acceder al calendario completo). En un cambio que afecta a los aficionados y a las televisiones, los partidos se disputarán en dos franjas: 18.55 o 21.00 horas, en lugar de la tradicional de las 20.45 .Este año, no habrá partido en abierto y el torneo se verá a través de Movistar+, Orange y Jazztel.

En lo referente al césped, varias normas han sido modificadas. Se ha reducido el cupo de equipos que pasan mediante la previa (hasta 26 se clasifican de manera directa, solo seis lo hacen de esa manera), se permitirá el cuarto cambio en las prórrogas, se amplían las convocatorias a 23 jugadores y también se da luz verde a la inscripción libre de jugadores que se hayan inscrito en un primer momento con otro participante. Queda para otra temporada (o para fases venideras de la presente) la introducción del VAR. La Champions, que introdujo en la final 15/16 la tecnología de gol, tiene aún pendiente el videoarbitraje.