Penosa
imagen del Madrid en Vigo que se queda ya a dieciséis puntos del Barcelona
antes del fin de la primera vuelta
Antonio Blanca
El
Real Madrid despidió 2017 con una derrota muy dolorosa en el Bernabéu ante el
Barcelona. Sin embargo, en el mensaje navideño oficial se destacó que,
ciertamente, los 365 días que dieron paso a 2018 fueron espléndidos para la
entidad. Sin mencionar el presente de crisis permanente que les ha dejado a 16
puntos del líder de La Liga. También, sin autocrítica ni soluciones, los
merengues empezaron un nuevo año con otro resbalón que reproduce los fantasmas
y las carencias del club capitalino. Viajaron a Balaídos sin margen de maniobra
y volvieron a desangrarse. Volvieron a Concha Espina con un 2-2 que les deja a
7 puntos del segundo puesto y por primera vez con Zidane en entredicho desde
que hace dos eneros (2016) tomara las riendas del Real.
El
técnico francés colocó a Bale en la plaza del lesionado Benzema (que volverá en
cuanto se recupere) y le funcionó. El galés metió dos goles que sirvieron para
remontar el tanto inicial de Wass (una vaselina sensacional) aprovechando el
agujero (constante) que Marcelo dejaba por su lateral. El zurdo marcó al
espacio y como delantero rematador en un intervalo de dos minutos. Todo ello
ocurrió en una primera mitad en la que los favoritos lucieron su cara
industrial, sin brillo pero efectiva. Sin embargo, el paso por vestuarios puso
de relieve la tozudez de la realidad. Con una ventaja mínima, los madridistas
se negaron a llevar la iniciativa y mandar para replegarse para tratar de
sentenciar a la contra. En ese escenario, el conjunto vigués se impulsó en el
crecimiento de Wass y, sobre todo, Iago Aspas, para amortizar el paso atrás de
su oponente y acechar a Navas con más afán que acierto. De hecho, el 'tico'
salvaría a sus compañeros deteniendo un penalti al ‘10’ celeste. Pero la incomparecencia
del centro del campo en fase defensiva le costaría dos puntos al coloso. Zizou
apostó por el físico y sentó a Modric e Isco para dar entrada a Kovacic (está a
años luz de su mejor nivel) y Lucas Vázquez. Vació su medular y Maxi Gómez
empató el envite en la última recta. La seguridad en el achique y la puntería
del curso pasado se han esfumado y el Madrid ya no sale a flote con la épica.
En
consecuencia, Barcelona, Atlético y Valencia se le escapan. Los culés ganaron
al Levante en el regreso de Dembèlè al Camp Nou tras 108 días de lesión. Lo
hicieron apoyados en la genialidad de Messi, que se fue con un gol y una
asistencia, y la constatación de la fortaleza de sus bandas. Jordi Alba y Sergi
Roberto resultaron decisivos para un 3-0 que redondearían Luis Suárez y
Paulinho. Casi sin sudar ganaron los azulgrana en un día en el que Piqué,
Umtiti y Busquets no estuvieron. Los granota sólo plantaron cara en el primer
cuarto de hora y, a partir de ese punto se desplegó un plácido control de los
punteros.
Los
colchoneros, por su parte, celebraron en el Wanda la vuelta de Diego Costa. El
delantero hispanobrasileño se erigió en el protagonista, contagiando a sus
compañeros con el hambre y la competitividad que le caracterizan. Además, de su
regreso se aprovecharía Griezmann, que en la mediapunta cuajó un partido
soberbio. El internacional con España marcaría y sería expulsado y el galo
ejercería como maestro de ceremonias en una victoria que refuta el renacimiento
del ADN del sistema de Simeone. Correa anunción que venderá cara su titularidad
con el otro gol del 2-0 con que el los rojiblancos tumbaron a un muy digno
Getafe.
Los
levantinos sobrevivieron a sus titubeos ganando por 2-1 al Girona. Mestalla
sufriría una jornada más para ver a los de Marcelino sumar de tres en tres. Y
es que Portu adelantó a los valientes catalanes en el minuto 8 y puso cerco a
la meta defendida por Neto en un primer acto que dejó fría a la tribuna aunque
el 1-1 llegaría antes del intermedio.Fue un gol en propia meta de Carvalho
patrocinado por Guedes. Pero la reacción del segundo acto le bastó a los
terceros para defender tal posición. El penalti transformado por Parejo en el
minuto 48 puso en ventaja al conjunto che y supieron gestionar esa brecha
escueta, rendimiento que no pudo efectuar su perseguidor, el vigente campeón,
en Vigo.
Por
detrás aparecen los clubes que están en puestos de Europa League. Ambos
pincharon. El Sevilla de Montella cayó en un derbi que homenajeó al gol y a las
calamidades defensivas. El Betis dio la sorpresa en el Pizjuán en un 3-5 que
les deja asomándose al balcón de las plazas europeas. Estos fueron los
anotadores de esa bacanal: Ben Yedder, Kjaer, Lenglet (por el equipo
hispalense), Fabián, Feddal, Durmisi, Sergio León y Tello (para los de
Heliópolis). Y el Villarreal mereció ceder dos puntos en casa y ante un
Deportivo que salió del descenso gracias al gol de Andone que empató el tanto
anotado previamente por Unal. El Submarino no ha comenzado bien este año.
Su
primer encuentro le enfrentó al Leganés, en Copa, y cayeron. Los blanquiazules se
cobraron a su segunda víctima consecutiva en un enfrentamiento igualado ante la
Real Sociedad. Era un partido que medía a dos candidatos a acceder a los
escaños continentales y sobresalieron los pepineros, destacados ya como el
equipo más sorprendente de la primera vuelta. Gabriel Pires fue el autor del
1-0 que les fija en la novena plaza, a cuatro puntos de la Europa League.
Por
delante de ellos todavía están el Éibar, que aguó la fiesta a Paco Jémez en
Gran Canaria, y el Athletic, que doblegó al Alavés para congelar la inercia
implementada por Abelardo y devolverles al descenso. Los armeros tuvieron que
remontar el gol inicial de Jonathan Viera en el debut del técnico canario y lo
hicieron valiéndose de su verticalidad y de la fragilidad ajena. Orellana
(debutante) y Enrich dieron la vuelta al electrónico entre los minutos 73 y 77.
Y los leones ganaron el derbi vasco a los vitorianos con goles de Etxeita y
Aduriz. El respingo del sistema entrenado por Ziganda les ha lanzado desde la
quema hasta atisbar Europa, lo contrario que los babazorros, que serán
decimoctavos acabe como acabe el Málaga-Espanyol de este lunes.