jueves, 18 de enero de 2018

EL ESPANYOL DA LA SORPRESA Y EL VALENCIA LA EVITA

Jornada de Copa del Rey en la que el Sevilla remontó en diez minutos al Atlético en el Wanda, el Barça volvió a perder después de más de cuatro meses y el Valencia acabó cumpliendo en casa

Antonio Blanca

Los cuartos de la Copa del Rey comenzaron, hoy en Butarque el Madrid vuelve a examinarse y se aventura que otro suspenso sería fatal para el equipo y Zidane. Ayer, saltó la sorpresa por partida doble. El Atlético de Madrid cayó derrotado frente a su público contra un Sevilla que tan solo necesitó de diez minutos para darle la vuelta al marcador tras el tanto de Diego Costa. Pero la verdadera noticia llegó desde la ciudad condal, donde el indestructible Barcelona pereció por tercera vez en la temporada (no hay que olvidar el doble baño del Real Madrid en la Supercopa). Lo hizo a manos de un conocido suyo como lo es el Espanyol.

Así y como es lógico en el deporte, el Barça no es invencible. Lo vino a certificar con un sabor muy dulce, su rival en el derbi barcelonés, el Espanyol. Cinco meses hacía que los hombres de Valverde no experimentaban lo que era marcharse de un campo de fútbol con un marcador contrario superior al suyo. Cosas del fútbol, tuvo que ser contra sus otros archienemigos. El partido comenzó como tienen acostumbrados a mostrar los azulgranas. Posesión de la bola y ataque en tres cuartos de campo. Daba la sensación de que la ida de los cuartos de final solo iba a tener un protagonista, y ese se teñía de granate y azul. Dos intervenciones de otro viejo conocido como lo es el arquero Diego López mantenía dentro del encuentro a los pericos. Los locales tan solo tuvieron una oportunidad en la primera mitad de probar a Cillessen, pero el esférico se marchó desviado. Ya en la segunda parte llegaron las acometidas blanquiazules. Los culés dispusieron de una oportunidad clara para adelantarse mediante un penalti lanzado por Messi, pero Diego López en un excelso movimiento detuvo la pena máxima. Tres estiradas de Cillessen evitaron el tanto local. Pero como el que la sigue la consigue, al final llegaría la recompensa. Melendo, en el 88, perforó las redes de la portería rival, poniendo fin a una temporada redonda para los blaugrana.

El grato estado de forma de los rojiblancos y el mal momento que atravesaban los sevillanos iba a dar 'buen fútbol y emoción' a los locales como dice la canción. El encuentro arrancó parejo. Situaciones de ataque continuo en idas y venidas eran la tónica del partido. Lo consiguió Costa en la primera que tuvo, pero el colegiado decretó falta de Griezmann en la acción del gol. Lo intentó Muriel en un mano a mano, pero resolvió estrellando el cuero en el cuerpo de Moyá. El choque, con esa sintonía, se iría a los vestuarios. En la segunda nada cambiaría, salvo el marcador. Centros de izquierda a derecha y viceversa por parte de ambos conjuntos serían el devenir del encuentro. Entre idas y venidas llegó el tanto de Costa a tiro cruzado con la izquierda. Pero Moyá quiso que el partido siguiera igualado y, con muy poca fortuna, mandó un centro que no llevaba peligro al fondo de su propia red. Ya en el tramo final, un mano a mano de Correa acabaría dando la vuelta al marcador a favor del equipo andaluz. Palo para los madrileños y euforia para los andaluces, que cuentan con un gran marcador para la vuelta en Nervión.

El otro encuentro fue el jugado en Mestalla entre el Valencia y el Alavés con dos propósitos diferentes. El de los ches, llegar al sitio que les corresponde en esta competición, después de no superar los cuartos desde un ya lejano 2008. El de los vascos, emular la temporada pasada consiguiendo su segundo billete consecutivo a la final de esta competición. Muy posesiva arrancó la primera parte. Los dos conjuntos pretendían hacerse con el esférico en este arranque de los cuartos de final. La primera batalla se la llevarían los locales, que con el cuero en sus botas generaron una ocasión, bien blocada por el portero Sivera. Pero en ese ámbito serían los vascos los que superaran al cuadro de Marcelino con dos intervenciones para Doménech. La segunda parte, al igual que la del encuentro que se estaba viviendo en ese mismo momento en Madrid, fue la de los goles. Sobrino adelantó a los de Álava en el luminoso. Pero seis minutos más tarde, la revelación del conjunto valenciano, Guedes, devolvería las tablas al encuentro. Rodrigo, gracias a un excelente pase de Santi Mina, rompería el empate del marcador y certificaría la remontada en tierras levantinas.