jueves, 11 de enero de 2018

LA CEGUERA DE ZIDANE

Sorprendieron las palabras del técnico del Real Madrid en rueda de prensa tras un partido escandalosamente horrible de su equipo ante un segunda división

Antonio Blanca

Se conjuró el Madrid el martes para entre todas las piezas de la plantilla revertir una situación que a día de hoy ya no es sorprendente, pero que tan solo hace cuatro meses nadie apostaría porque los blancos estuviesen insertos en una crisis de tamaño sideral. Así, surgió la receta de Zinedine Zidane para este Madrid deprimido, el trabajo. Desde ese pilar considera el míster francés que se debe edificar la resurrección de un equipo seriamente amenazado por la pereza que suele provocar el estómago lleno (máxime con un Mundial en el horizonte). Se desconoce si las medidas a aplicar por ZZ sacarán al Madrid de la depresión inmisericorde de la que adolece por ahora y le llevará a otro mes de mayo glorioso, si bien por lo visto ante el Numancia, debe hacer horas extra, aunque ¡Zidane se marchara contento! Sus palabras fueron: “Yo estoy satisfecho. La eliminatoria estaba sentenciada y aún así hicimos un buen partido. Solo nos ha faltado un poco de gasolina al final. No es sencillo para los jugadores que tienen pocos minutos. Lo importante es que hemos pasado la eliminatoria”.

Tal reflexión, esas palabras del entrenador del Real Madrid sonaron extrañísimas, igual que hace mes y medio, cuando su equipo tampoco fue capaz de ganar al Fuenlabrada en la vuelta de dieciseisavos. Anoche el Madrid tuvo durante mucho tiempo el balón y le puso algo más de ganas (Vázquez y Ceballos fueron los que se salvaron de la quema, Nacho y Asensio los que peor imagen dejaron), pero ese intangible que son las sensaciones no acaban de transmitir señales de recuperación.

Solo Lucas Vázquez, dándole continuidad a su buen partido en Los Pajaritos, hizo méritos para hacerse con un puesto en el once. Dos penaltis provocados en Soria y dos tantos anoche en el Bernabéu, amén de ser el futbolista más peligroso del Madrid. Gran momento de forma del extremo gallego, que a diferencia de Zidane sí se fue fastidiado a casa: “No me puedo ir contento. No hemos ganado. Es difícil explicar qué nos pasa, pero tenemos claro que hay que entrenar mejor y jugar con más confianza”. Asimismo Vallejo, que lleva un rato en el Madrid, a diferencia de las palabras prepotentes del capitán Marcelo, indicó una premisa clave, el juego del Madrid debe mejorar, y le faltó añadir, hay que traer dos o tres jugadores (defensa, delantero y medio defensivo) para afrontar con ciertas garantías la Liga de Campeones y la Copa del Rey (casi que el único torneo accesible para un Madrid que se ha derrumbado).