Antonio Blanca
La
jornada 32 del calendario liguero acogió un puñado de duelos que han podido
determinar el desenlace de los tres duelos que se están desarrollando: el
título, el acceso a los puestos europeos y la batalla por la permanencia en
Primera. Correspondiente al primer epígrafe fue el Barcelona-Valencia que vivió
el Camp Nou. Se medían en la Ciudad Condal el puntero, que venía de sufrir un
descalabro histórico en Liga de Campeones, y el enrachado tercer clasificado. Y
su enfrentamiento resultó tan igualado como se presumía.
Los
azulgrana y los levantinos, cada cual en su estilo, interpretaron una partitura
equilibrada, de tintes tácticos, en el que Ter Stegen y Neto brillaron más que
los ataques. No obstante, Rodrigo perdonaría los claros contragolpes de los que
dispusieron los de Marcelino para agujerear el maltrecho equilibrio de los
locales. No acertaron a rematar entre palos o a las redes en sus escapadas (con
un Guedes colosal) y sería Luis Suárez el que abrió el marcador, tras un pase
delicado de Coutinho. Sin la mejor versión de Messi ni de Iniesta, otra vez, la
apuesta industrial de Valverde saldría a flote cuando Umtiti, de cabeza, hizo
el 2-0. Pero el conjunto visitante no le perdió la cara al duelo. Aguantó el
modelo de repliegue y contragolpe con firmeza y se reenganchó al electrónico
toda vez que el central francés cometió un penalti transformado por Parejo casi
al final del choque. Empero los ches no dispondrían de la capacidad para
arrancar el punto de su visita al templo culé y cedieron terreno en la tabla
general. Los líderes, sin estridencias, se limitaron a quemar otra hoja de la
agenda.
Porque el Atlético y el Real Madrid ganaron, manteniendo las desventajas pertinentes. Los colchoneros hicieron los deberes y doblegaron al Levante en un encuentro que abrió Correa y que Griezmann y Fernando Torres, con sendos golazos, se encargaron de cerrar. El monopolio rojiblanco resultaría comparable al merengue en Málaga. Isco resplandeció como maestro de ceremonias, anotando un gol y dando otro (a Casemiro). En el día en que Benzema evidenció clase y los suplentes compromiso (Ronaldo, Modric, Kroos, Marcelo, Varane o Bale no fueron de la partida), recobraron sensciones los de Zidane. Si bien, el 1-2 final no refleja la comodidad de su desempeño. Una labor plena de profesionalidad y fluidez que les devolvió la tercera plaza.
Por
detrás, en la jurisdicción de la Europa League se desataron dos enfrentamientos
clave. De ambos salió victorioso un Betis que no parece tener freno y que ya es
quinto, con cuatro y cinco puntos sobre sus perseguidores. Los verdiblancos
visitaron Montilivi y conquistaron Gerona (rival directo) gracias a una jugada
proverbial de Joaquín que tradujo en tres puntos dorados el canterano Loren.
Esa victoria supo aún mejor a los de Setién cuando comprobaron que Sevilla y
Villarreal empataban en el Pizjuán. Los amarillos se pusieron 0-2 (goles de
Raba y Bacca), pero el orgullo de los de Montella sobrevino. A pesar de
quedarse con uno menos y de fallar un penalti nadarían hasta el 2-2 (Nolito y
N´Zonzi). En todo caso, la épica quedó anestesiada por el acierto de los de
Heliópolis.
La
sexta plaza del Submarino y la séptima del Sevilla son la frontera hacia donde
miran los gerundenses (a tres y cuatro puntos), el Celta y el Getafe. Los
gallegos, que están a cuatro y cinco puntos de la antigua UEFA, cayeron por la
mínima en Butarque, en el día en que al Leganés le dio por refrescar su
competitividad. El solitario gol de Guerrero casi certificó la salvación
pepinera. Y los dirigidos por Bordalás (a cinco y seis puntos de los primeros
escaños continentales) sumaron de tres en tres en la recepción de un Espanyol
que se complica. El golazo de Damián dictó sentencia y premió el dominio local.
En
la parte baja sobresalió el cuerpeo ganado por el Deportivo de la Coruña en San
Mamés. Ziganda podría estar ya sentenciado, y más después de perder por 2-3
ante los gallegos, que ocupan la plaza decimoctava. Una actuación sensacional
de Lucas Pérez -participó en todos los goles de su conjunto, sellados por el
doblete de Adrián y el tanto de Borja Valle-. El 0-2 inicial fue mitigado por
Raúl García y el 1-3 por Susaeta, pero los leones no fueron capaces de tumbar
el muro de Seedorf en la recta postrera.
Ese
respingo y la derrota del Levante se aliaron para dejar a los blanquiazules a
cinco puntos de la salvación, con 15 en juego. Los que lo tienen más complicado
son el Málaga y la UD Las Palmas. Los andaluces, como se ha dicho, perecieron
ante el vigente campeón en La Rosaleda y son colistas (a 14 puntos de los
granota), mientras que los canarios se dejaron una parte pesada de sus opciones
al caer, en casa, frente a una Real Sociedad que con el nuevo técnico tiene
sueños europeos.
La
impotencia ofensiva de los de Paco Jémez y el gol de Oyarzabal deja a unos en
la estacada (a 10 puntos de los del Ciudad de Valencia) y a los donostiarras
con siete puntos de desventaja ante los de Nervión. Y la jornada se cerró con
el intrascendente triunfo del Alavés en el derbi vasco que tuvo lugar en
Ipurúa. El gol de Guidetti acercó la salvación al Alavés, premiando el trabajo
de Abelardo. Y, asimismo, negó a los armeros los anhelos europeos.