lunes, 25 de junio de 2018

¿ARGENTINA SE SUBLEVA?

Aránzazu Gálvez

El fútbol argentino acaba de salir de un fin de semana volcánico. Durante sábado y domingo se multiplicaron las informaciones que aseguraban que la reunión mantenida por representantes de la plantilla, Jorge Sampaoli, su cuerpo técnico y el presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina, Claudio Tapia, tuvo más miga de lo que contó la versión oficial. En concreto, lo que los grandes medios del país dieron por hecho fue la hipótesis del motín interno que daría paso a una autogestión de los futbolistas que contaría con el favor del directivo.

Se hablaba de consenso en la toma de decisiones, de los reproches de Javier Mascherano a los cambios de esquema casi improvisados -que acabaron con la goleada sufrida ante Croacia- y, en definitiva, de la pérdida total de la legitimidad y el liderazgo de Sampaoli. Los jugadores no elegirían el once pero sí sugerirían correcciones a los errores tácticos que consideran culpables de la precaria situación sólo arreglada por la victoria nigeriana sobre Islandia.

En paralelo, se filtraron audios de figuras como Diego Pablo Simeone en las que se cuestionaba la posibilidad de gestionar un vestuario semejante -por los egos y los vicios heredados- y el entrenador Caruso Lombardi llegó a afirmar, sin citar fuentes, que el joven regateador de Boca Juniors agredió a Mascherano porque el ex jugador del Barcelona insultó a Willy Caballero por el error cometido ante los croatas. Todo ello cultivó una atmósfera irrespirable en torno a la Albicestes. Por enésima vez.

Por ello, este domingo se organizó una rueda de prensa en Bronnitsy, posterior al entrenamiento y en la que comparecieron Mascherano, Tapia y Lucas Biglia. Los tres compartieron discurso: se confirmó la reunión de todos los estamentos, se negó los extremos más polémicos del relato publicado y se criticó a la prensa. El mediocentro titular y ganador de todo en la Ciudad Condal fue el más vehemente y rotundo en la exposición de la versión oficialista.

"En cualquier equipo de fútbol los entrenadores tratan de saber cuál es la opinión del jugador en cuanto al sentimiento que tiene dentro de la cancha", avanzó el 'Jefecito', que normalizó el cónclave de la polémica porque buscaban "certezas" ya que los once que salgan a la cancha (en la tercera jornada) "tienen que tener las cosas muy claras". "Nos comprometimos a aportar, en lo que cada uno pueda, su conocimiento, su experiencia y todo lo que le ha tocado vivir hasta ahora, sea mucho o poco, con el fin de lograr que este equipo vuelva a levantarse y vuelva a competir como lo ha hecho en otras competiciones", sintetizó.

El centrocampista que apeló al orgullo del grupo al recordar que son los "vigentes subcampeones del mundo" desmintió la supuesta mala relación entre las vacas sagradas del vestuario y el entrenador. "Se le ha puesto ese mote a esta generación y no entiendo por qué. La relación es totalmente normal. Cuando sentimos una incomodidad se la planteamos. Si no, seríamos unos hipócritas. No vas a ir a jugar un partido incómodo", arguyó.

También negó que se hubiera acordado que ellos mismos configurarían el once que saldrá a competir por evitar la debacle. "Cada jugador busca el beneficio colectivo y no el individual ante esta situación, que es compleja", subrayó antes de desglosar que "somos un equipo, somos 23, y todos sabemos lo difícil que es llegar a una estancia como la que estamos ahora. Tenemos que unirnos, dar opiniones y tratar de hacer todo lo posible para que el equipo llegue con la mayor cantidad de certezas al partido".

Tras insultar a Lombardi, llamó a concentrarse en "tratar de solucionar los problemas futbolísticos que tiene el equipo". "Sabemos que aquí si las cosas van mal nos perjudicamos todos. Tenemos la esperanza de seguir viviendo esta experiencia. No queremos que termine el martes. Pero eso no se da de una manera mágica. Esto es fútbol y tiene que ver con la dinámica de cómo vienen las cosas. Tenemos la fe de que el equipo ha podido revertir esa situación otra veces y esta es una oportunidad más para poder sobrepasar", zanjó.

Entonces, 'Chiqui' Tapia, jefe de la AFA, intervino. "Han visto que el cuerpo técnico está dirigiendo la práctica y que el grupo está entrenando. Lo que han manifestado ustedes es mentira", abrió fuego. De este modo respondió a las teorías que sugerían una posible destitución a mitad de camino de Sampaoli o el abandono total de las funciones del ex entrenador de Sevilla o la selección chilena (donde ganó una Copa América).

"Todos entendemos que se mueren por tener la primicia, pero quiero pedirles que en esta oportunidad acompañen a la selección, que no se mueran por tener la alineación porque eso es darle ventaja a los contrarios. Eso perjudica a la selección. Hoy tienen una oportunidad, ustedes que han vivido de este grupo y llevan tres, cuatro o cinco Mundiales gracias a ellos, de demostrar un gesto a la sociedad diciendo la verdad", especificó para ratificar su apoyo al seleccionador.

Por último, el directivo señaló que "los hinchas de la selección son los únicos que no tienen la mala intención que vienen demostrando muchísimos al dañar la imagen de este grupo, que lo que ha hecho es venir y ponerse la camiseta y llevar al fútbol argentino a lo más alto". "Todo lo que ha sucedido después, como siempre, corre por cuenta de ustedes. Tienen una posibilidad. Son el cuarto poder y hay diferentes maneras de ejercer el poder. Antes el periodismo hablaba del funcionamiento de los equipos, de cómo jugaba tal o cual, pero ahora está totalmente desvirtuado", finalizó.