jueves, 14 de junio de 2018

INEPTO POR ORGULLO

Precipitación y pocas miras por parte de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, al prescindir de Julen Lopetegui a poco más de 48 horas del arranque del Mundial de Rusia

Antonio Blanca

¿Desigualdad de trato? ¿Orquestación del antimadridismo militante para atacar y defenestrar al hasta ayer máximo dirigente de España, que era muy válido, invicto en sus 20 partidos, y que desde que se anunció su fichaje por el Real Madrid, dejó de serlo? Puede ser que tras ganar tres Copas de Europa de forma consecutiva, algunos aprovecharon la ocasión para echar toda la bilis acumulada sobre el nuevo entrenador blanco. El vasco simplemente fue un daño colateral por los palos que siempre evitó Zidane. El bueno de Lopetegui ya lo sabía, pero no han hecho falta ni 24 horas para que compruebe que los palmeros se convierten en expertos lanzadores de puñales en cuanto uno pone su firma en un contrato con el membrete del equipo de Chamartín.

No todo son malas noticias para el ex seleccionador. Ha llegado al club que siempre soñó entrenar y encima ha recibido la mejor campaña de imagen posible para ganarse, en tiempo récord, el cariño de todo el madridismo. Si algo tiene la afición merengue es la unidad ante las adversidades y los ataques injustos. Desde que Luis Rubiales destituyó al técnico como seleccionador español a solo dos días del debut en el Mundial, el entrenador se erigió en un nuevo mártir al que a los hinchas blancos convertirán en héroe.

Con buena lógica, tampoco han faltado las críticas a Florentino Pérez por presidir el Real Madrid. Algo de difícil comprensión que solo debe ser apto para mentes privilegiadas o quizá es que algunos quieren tomar a los demás por tontos. ¡Cómo se le ocurre mirar por los intereses del club! ¡Qué desfachatez! ¡Qué malo es Florentino por fichar al mejor entrenador posible en el mercado!

Dejando la ironía a un lado, lo que verdaderamente duele es Florentino Pérez. ¿Por qué? Porque al Madrid le va bien. Porque gana y porque la entidad se ha convertido en un gigante de dimensiones inalcanzables para los agentes externos que intentan meter mano. Otros contarán mentiras como que hace crecer el antimadridismo, pero por mucho que las repitan no se convertirán en verdad. En España existen dos tipos de personas (seguidores de fútbol) los madridistas y los 'anti', y luego estos últimos eligen un segundo equipo. Una vez más, y como diría don Santiago Bernabéu, el Real Madrid contra todo. Sin él no se entiende el pasado de esta institución, pero sin Florentino Pérez ni el presente ni el futuro.

Lopetegui debe tener la conciencia tranquila. Miljanic, Kubala, Santini, Aragonés, Scolari, Hiddink, Van Gaal, Conte... todos ellos firmaron con un club antes, incluso durante, de un gran torneo. Sin embargo, los palos solo se los ha llevado Julen. La única diferencia es que ha fichado por el Real Madrid. Lo anómalo no está en la decisión del entrenador, la bomba en Krasnodar la ha puesto Rubiales con su decisión inaudita. Podía haberse comido el orgullo y sentarse ante los medios junto a Lopetegui para normalizar la situación. Eso era lo que esperaba el ya ex seleccionador. Eso era lo que requería el momento y estar a la altura del cargo en el que se estrena, pero eligió el autoritarismo y no escuchar ni a los propios jugadores que pedían la continuidad de Lopetegui.

Por cierto, Marchena, perteneciente al Sevilla, recién fichado por la selección, debe ser un caso diferente. Como siempre, la doble óptica para medir…