domingo, 30 de junio de 2013

LA FINAL MÁS ESPERADA

Carlos de Blas

España y Brasil eran las favoritas para conquistar la Copa Confederaciones y estaban destinadas a encontrarse en la final. Con dificultades, porque ninguno de los dos equipos ha hecho una competición perfecta, se verán las caras el domingo en Maracaná, en un histórico estadio que será testigo de un encuentro que millones de personas esperaban que se produjese desde hace unos años, desde que la 'Roja' es el equipo campeón que es, y que medirá a la actual mejor selección del mundo con la más laureada de la historia.

Dos años antes de que el Mundial se dispute en Brasil, el país sudamericano vivirá el domingo una cita histórica para el fútbol, una final soñada más para los locales que para los visitantes, que hace cuatro años, en la Copa Confederaciones de Sudáfrica, se quedaron también con las ganas de jugar ante la ‘cañarinha’ para demostrar quién era la mejor selección.

En aquella ocasión, el verdugo de los Xavi, Iniesta, Ramos y compañía fue Estados Unidos, una selección menor que sorprendió gracias a una gran efectividad de cara al marco defendido por Iker Casillas.

Este jueves, en Brasil, pudo ser Italia la selección que dejase fuera de la ansiada final a España, pero la suerte, aquella que siempre tienen los mejores, se puso del lado del campeón de Europa y del Mundo y Navas metió el último penalti que certificaba el triunfo y el pase a la final de Río de Janeiro.

Allí, en territorio hostil, por ser a muchos kilómetros de casa y porque los aficionados locales han dejado claro que España no les agrada, ya sea porque siempre se coge manía a aquel equipo que siempre gana o porque tienen mucho miedo a los ‘jugones’, se encontrarán con una Brasil diferente a la que se ha visto en otras grandes citas.
Neymar es el líder de una selección que ya no mete tanto miedo como antaño, que marca y se encierra atrás para conservar el resultado, que es agresiva y que tiene una calidad limitada. Quizás estemos hablando de uno de los equipos más mediocres que ha tenido Brasil en mucho tiempo, aunque su sólo nombre intimida por historia y porque la calidad individual de algunos de sus jugadores puede tumbar a cualquier equipo en un momento puntual.

Ante España, Luiz Felipe Scolari, pondrá sobre el césped un equipo probablemente clavado al que se enfrentó a Uruguay con Julio César en la portería, Alves, Thiago Silva, David Luiz y Marcelo en defensa y Paulinho y Luiz Gustavo como mediocentros defensivos. De ahí hacía arriba, Hulk, Oscar, Neymar y Fred, lo mejor de la selección brasileña, exceptuando a Lucas Moura, al que el técnico inexplicablemente deja en el banquillo partido tras partido. Para España, mejor que no juegue.

Así, los de Del Bosque tendrán que tener cuidado especialmente con Oscar y Neymar, los verdaderos cracks del equipo, y con Fred, que está en estado de gracia. Porque lo más probable es que el balón sea de los españoles, pero el juego se antoja trabado, sobre todo en los primeros miutos, con mucho toque en el centro del campo y bastantes faltas.

Es el juego que le va a Brasil, sobre el papel inferior a España pero con un poderoso contraataque.

Del lado de España, Del Bosque mantendrá la defensa de siempre con Jordi Alba, Ramos, Piqué y Arbeloa. En el centro del campo, conteniendo los ataques brasileños, estará Busquets. Más adelante Xavi, Iniesta y probablemente Cesc, que se espera esté recuperado de sus problemas musculares. Pedro también será titular casi seguro y la duda está en saber si el salmantino optará por Silva, que no rindió a un buen nivel ante Italia, o Navas, que revolucionó el partido en la segunda parte ante los transalpinos y que es por el que el aficionado español apostaría en estos momentos. Arriba Torres o Soldado, decisión que puede que ni el mismo seleccionador sepa todavía.

No es descartable que para tener más dominio del balón España juegue sin delantero centro, dando protagonismo al centro del campo y a las bandas, sacrificando a Torres y Soldado, apostando por Cesc como falso nueve y metiendo a Silva, Pedro, Xavi e Iniesta de inicio.

Sea como sea, el caso es que España tiene en Maracaná una de las últimas losas que le quedan por levantar para cerrar el círculo de la mala suerte y las desgracias que le han perseguido durante toda la historia. Ya ha ganado a Francia, Italia, Alemania y Holanda. Queda Argentina, quizás en el próximo Mundial, pero sobre todo Brasil, a la que España no se enfrenta desde hace 27 años en partido oficial, en concreto desde aquel mundial de México del 86 en el que el árbitro anuló un gol legal de Michel. Mucho antes, en Argentina en 1978, Cardeñosa marró una ocasión que todavía se recuerda hoy en día y año tras año.

Y recuerden. La historia dice que aquel equipo que gana la Confederaciones no es capaz de ganar al año siguiente el Mundial, pero después de haber conseguido todo lo que ha conseguido España, ¿acaso hay alguien que ahora dude de que puede acabar tirando por tierra esa estadística?

viernes, 28 de junio de 2013

NAVAS MANTIENE VIVA LA FLOR DE ESPAÑA

Julio Candela

La selección española venció en los penaltis (7-6) a Italia con el decisivo gol de Jesús Navas en las semifinales de la Copa Confederaciones, tras 120 minutos en los que ninguno de los dos equipos logró batir la portería rival, por lo que será España la que jugará la final soñada ante Brasil en Maracaná.

Del Bosque eligió a Silva en vez de Cesc, optando por el manejo del balón ante el poblado centro del campo italiano. Además, en punta cambió respecto al partido ante Nigeria, situando a Fernando Torres en lugar de Soldado, con molestias desde el domingo. Pero ninguna de las dos fue la tecla adecuada para evitar la 'vendetta' pretendida por Italia, teniendo que ser sustituidos, dando protagonismo especial a un Jesús Navas que fue el que materializó el pase a la final.

Bajo un calor asfixiante, aumentado por la humedad de la época en Brasil, saltó España al estadio Castelao. Se notó, aunque intentó presionar desde el principio la salida del balón italiana, lo que provocó una primera ocasión con un disparo de Pedro que se fue demasiado cruzado. Contestó Italia con un disparo de Giaccherini y un remate de cabeza de Maggio en un córner.

Sin embargo, la presión arriba de los de Del Bosque dejaba mucho espacio en la espalda de la defensa, lo que aprovecharon los italianos en varias ocasiones para llevar peligro al área de Casillas, que salvó la más clara en la cabeza de Maggio. Gilardino y De Rossi tampoco aprovecharon dos centros laterales. Sufría España para disfrute del público brasileño, que una vez más animaban al rival de la campeona del mundo.

Hubo aún tiempo para un milagro de Casillas, de nuevo ante Maggio, y una oportunidad clara de Torres desaprovechada. Pero el marcador reflejaba el empate a cero al descanso, lo que fue una de las mejores noticias para España, que se encontró incómoda durante toda la primera mitad, dando la sensación de estar perdiendo la batalla en el centro del campo, donde los encargados de desatascar la defensa de tres italiana no aparecían. Silva, Iniesta y Xavi se veían superados, impotentes.

Detectó Del Bosque el error, y a los cinco minutos de la segunda mitad sacó a Navas para que ocupase la banda derecha, desierta hasta entonces. Silva fue el damnificado, muy perdido mientras estuvo. Ya jugaba España con la opción de atacar por ambas bandas, con las subidas de Jordi Alba por la izquierda. Pero lo que empezaban a fallar eran las fuerzas de ambos equipos por el calor y la humedad que aún había en Fortaleza.

Así las cosas, las oportunidades llegaban con cuenta gotas, pero los transalpinos ponían a prueba el juego aéreo español en cada córner, sostenido por Piqué y Ramos, sobresalientes todo el partido. Pedro también tuvo la suya en un balón largo que corrió sin demasiada confianza, lanzándola fuera ante la salida de Buffon. Ambos se despreocupaban por la posesión, y en una de esas pudo marcar Piqué finalizando una contra que había comenzado él mismo, pero se le fue arriba.

No hubo tiempo para más, dando paso a la prórroga. Y ese fue el momento en el que se pusieron las pilas de nuevo en busca del gol. Giaccherini tuvo la ocasión más clara con un disparo al palo que cortó el aliento de la afición española, y ésta dio paso al carrusel de oportunidades para España, con Piqué, Ramos, Jordi Alba, y hasta Javi Martínez, que ocupó el puesto de Fernando Torres, acosando la portería de Buffon. Los defensas al ataque en busca de la épica.

No cesaban los ataques españoles, que en el tiempo extra quisieron evitar la suerte de los penaltis. Mata finalizó desde la frontal una jugada trenzada por banda izquierda, pero no encontró portería. Xavi empató con Italia a palos, con un disparo lejano que desvió con problemas Buffon.

Volcados en el área de Italia, sin suerte, llegaron al minuto 120 que dio paso a los penaltis. Xavi, Iniesta, Piqué, Ramos y Mata fueron los elegidos para lanzarlos, por ese orden. No falló ninguno, tampoco de Italia, y en la muerte súbita acertaron Busquets y Jesús Navas, aprovechando el fallo de Bonucci, que vio premiado su buen partido dando el pase a la final de la Copa Confederaciones por primera vez a España, resarciéndose de la semifinal de 2009 perdida contra Estados Unidos.

jueves, 27 de junio de 2013

ITALIA QUIERE 'VENDETTA'

Tras la eliminación en cuartos de la Europa 2008 y la humillación sufrida en la final de la del 2012, los azzurros pretenden apear de la final de la Confederaciones a España

Antonio Blanca

El ánimo de 'vendetta' italiana, nacido en la final de la última Eurocopa, aviva el fuego de la difícil semifinal de la Copa Confederaciones que esta noche de jueves aguarda a España, que en cualquier caso parte como favorita gracias al buen fútbol que está exhibiendo en tierras brasileñas.

Se antojaba como una batalla igualada entre dos selecciones históricas, más aún después del empate de la primera fase en la Eurocopa 2012, pero España destrozó a la selección italiana (4-0) hace exactamente un año en el estadio Olímpico de Kiev. Los tantos de Silva, Alba, Torres y Mata volvían a coronar a la 'Roja' campeona continental. Cuatro años antes, aquella vez en cuartos de final, Italia también había sucumbido en el triunfal camino español.

Estos dos partidos confirmaban un cambio de tendencia histórica, en la que España pasaba de cordero a león a costa de permutar los papeles con Italia, que vislumbra el partido de este jueves como una gran oportunidad para restaurar el orden anterior. Sin embargo, el abrumador fútbol de España y las bajas que sufre Cesare Prandelli complican el objetivo 'azzurro'.

En la búsqueda del único título internacional que aún no adorna su palmarés, la selección española arrolló en una primera parte sublime a Uruguay (2-1), se paseó sin pitorreo frente a Tahití (10-0) y mostró contundencia ante Nigeria (3-0). Pese al resultado, el partido ante el equipo africano fue el más complicado de los tres, en parte por culpa del asfixiante calor reinante en Fortaleza, que vuelve a acoger la semifinal.

La intensidad extra para rendir ante las 'Águilas Verdes' pasó factura a Roberto Soldado y Cesc Fàbregas, cuya participación es dudosa por sendos problemas musculares. La titularidad del delantero, que marró dos claras ocasiones ante Nigeria, ya estaba en entredicho debido también al buen momento de Fernando Torres, 'pichichi' del torneo (5 goles) que podría ocupar su puesto en el once.

Vicente del Bosque no ha descartado volver al 'falso 9' por medio de Cesc, aunque el azulgrana, que estaba completando un gran torneo, tampoco se ha entrenado al cien por cien estos días. Por lo visto en los entrenamientos, David Silva podría ocupar el puesto de Fàbregas, el otro cambio posible en una alineación fija en el resto de puestos. La otra duda se sitúa en la portería, en la que parece que un felicísimo ahora Iker Casillas dejará en el banquillo a Valdés, toda vez que el de Mostoles haya reconocido haber estado "entristecido y compungido", llora que llora por los rincones.

Sin embargo, mayores quebraderos de cabeza afronta Prandelli, que se ha quedado sin su mejor arma ofensiva, Mario Balotelli, y sin el lateral derecho, Ignazio Abate, ambos baja para el resto del torneo por lesión. A estas ausencias se unen las dudas de Andrea Pirlo y Riccardo Montolivo. El 'faro' del equipo parece recuperado de su contractura y apunta a la titularidad, objetivo que tiene más difícil el milanista.

De esta forma, la principal duda italiana pasa por la punta del ataque, donde la experiencia de Alberto Gilardino podría pesar más que la pujanza de El Shaarawy en la decisión de un Prandelli que ha reconocido su inferioridad. "Es un equipo casi imposible de derrotar, es el equipo más fuerte del mundo, pero tampoco es perfecto", ha avisado.

El partido tendrá el aliciente añadido del arbitraje, tarea que recaerá en el británico Howard Webb, quien pitó la final del Mundial 2010, recordada por la salvaje patada de De Jong a Xabi Alonso que saldó con una tarjeta amarilla. En el balance histórico, ambas selecciones se han enfrentado 31 veces, con un balance de nueve victorias para España, diez victorias para Italia y doce empates.

BRASIL A LA FINAL CON ESTILO ITALIANO

Carlos de Blas

La selección brasileña espantó los fantasmas de Maracaná y se clasificó para la final de la Copa Confederaciones, que le medirá a Italia o España el próximo domingo, tras imponerse a Uruguay por la mínima (2-1) en un partido pobre, ausente del 'jogo bonito', y rácano para la 'verdeamarelha'.

Los pupilos de Scolari se apoyaron en un cabezazo de Paulinho, en el minuto 86, para mandar al traste las ilusiones del primer campeón del mundo, sobre todo, cuando el guion del encuentro hacía indicar que el partido llegaría a la prórroga. Pero no fue así, Brasil, aunque no trasmite en este Confederaciones, tiene duende.

La 'canarinha' lo tiene claro: pocos riesgos atrás y mucho acierto en los metros finales. Ese fue el manual de los locales, que ganaron en autoconfianza tras el primer error de Uruguay. A los 15 minutos, Diego Forlán falló un penalti que detuvo Julio Cesar. El jugador del Chelsea David Luiz agarró de forma clara al malaguista Lugano.

Este fallo de los uruguayos dio alas a Brasil, que mejoró su versión con un Neymar menos efervescente que otras ocasiones. Forlán intentó enmendar su error, pero fue la selección local quien logró igualar el partido cuando apenas restaban cuatro minutos para el descanso.

Una buena jugada de Neymar acabó en los pies de Fred, que realizó un extraño escorzo para batir a Muslera con el exterior. El 1-0 no tumbó a Uruguay, que --pese a todo-- salió en la segunda mitad con fuerzas de flaqueza. Cavani, el mejor en las filas de Tabarez, colocó el empate con un disparo al palo largo tras un error de la zaga 'brasileira'.

El partido entró en una espiral sin solución, sobre todo por el pobre fútbol del anfitrión, anclado en la "falta táctica" para detener a su rival en campo contrario. No hubo mucho más aunque Bernard le diese otro aire a Brasil. Al final tuvo que ser un testarazo de Paulinho quien desató el júbilo en la grada del Mineirao. Su rival, en la final, saldrá del España-Italia.

lunes, 24 de junio de 2013

GANANDO ANDANDO

España golea 0-3 a Nigeria con un sofocante calor para meterse en semifinales de la Copa Confederaciones

Antonio Blanca


España ganó este domingo en Fortaleza a Nigeria, goleando por  0-3, con un doblete de Jordi Alba en el último partido de la fase de grupos de la Copa Confederaciones que se está disputando en Brasil, por lo que el combinado dirigido por Vicente del Bosque hace pleno de victorias y se enfrentará en las semifinales a Italia el próximo jueves (21.00 horas) en la búsqueda del único título que falta en las vitrinas y en una clara revancha de la azurra tras la final de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.

Con el único cambio de Víctor Valdés en la portería con respecto al encuentro ante Uruguay y de nuevo bajo un calor bochornoso, la cita empezó de forma tan eléctrica que Jordi Alba asestó el primer golpe al rival sin tiempo para el acomodo. A los tres minutos de juego, el combinado español abría la lata después de una extraordinaria jugada del lateral del Barcelona y con una asistencia de un estratosférico Iniesta.

A pesar de la dolencia anímica del tanto, la campeona de África lejos de replegarse acrecentó la intensidad con el objetivo de aguar la fiesta a un rival que con el balón era inquebrantable pero débil sin él. A pesar de la explosividad de Pedro y el desparpajo de Cesc, España estaba siendo superada físicamente por los nigerianos en un ida y vuelta continuo y nada conveniente para la 'Roja'.

Entre tanto aplomo de las 'águilas', el juego español iba perdiendo lucidez muestra de la agresividad y el buen hacer del rival. Pero entre tanto desvarío, Soldado pudo firmar el segundo tras una gran asistencia de Ramos pero no acertó a rematar con atino. Vulnerable en defensa y con dificultad en la medular, España se resignaba a utilizar la contra como arma más poderosa y el delantero del Valencia volvió a avisar pero sin acierto una vez más.

A pesar de la incomodidad, los arreones insuflaban aire fresco a los de Del Bosque cuando se decidían a buscar la meta de Enyeama. En una de esas acometidas, Cesc mandó el esférico al palo tras una gran asistencia de Soldado desde la banda. En la siguiente jugada, Ideye remataba de tacón pero Ramos aparecía para salvar el empate antes del descanso.

Tras el parón, el partido prosiguió con la misma velocidad de crucero con una España menos brillante que ante Uruguay. Entre el intercambio de golpes inicial, Akpala tuvo una oportunidad de oro para firmar las tablas pero le faltó acierto. Después, la lesión de Cesc y el poco olfato de gol de Soldado supuso la entrada de Silva y Torres (acierto de Vicente en los cambios) en el terreno de juego. Y apenas tres minutos después, el delantero del Chelsea marcó el segundo (su quinto en el torneo y el 36 con la elástica de la selección) tras un centro medido de Pedro (0-2) después de una gran jugada con Silva.

Con el gol, Nigeria quitó el pie del acelerador pero no se entregó pese a la diferencia en el marcador. Teniendo el resultado a favor, la selección española empezó a sentirse más cómoda amparada en la velocidad por banda de Pedro y en el talento inagotable de Iniesta. Mientras tanto, los de Stephen Keshi no aprovecharon las ocasiones de Muhammad y de Obi Mikel para poder recortar distancias.

Mientras el tiempo agonizaba, Villa ingresó en el partido en la búsqueda de una tercera diana pero fue Jordi Alba el que marcó tras una asistencia teledirigida del asturiano antes del pitido final. Con esta nueva victoria (0-3), España cierra la primera fase de la Copa Confederaciones con un total de 15 goles a favor y sólo uno en contra. Espera Italia en las semifinales.

viernes, 21 de junio de 2013

10-0 SIN HISTORIA

Julio Candela

La selección española goleó a Tahití (10-0) en la segunda jornada de la fase de grupos y certificó su presencia en las semifinales de la Copa Confederaciones, tras un partido que evidenció la enorme distancia entre la campeona del mundo y el combinado oceánico, que sólo cuenta con un jugador profesional en sus filas.

España, que no mancilló el orgullo tahitiano, firmó una goleada de las que no favorecen al fútbol: la más abultada en la historia de esta competición. Un buen puñado de goles que fueron creciendo de manera natural, producto de la lógica más aplastante que separa a 'La Roja' (desde su trono del fútbol mundial) 138 puestos con Tahití, según el último ránking de la FIFA.

El equipo de Vicente del Bosque ofreció dos versiones: la primera estuvo condicionada por la prudencia y la piedad, algo que siempre ha definido a este equipo fuera del terreno de juego; y la segunda llegó en el tramo final del primer acto y al comienzo del segundo, cuando España consiguió cinco de sus 10 goles.

Torres y Villa fueron los grandes protagonistas en un duelo que no tuvo análisis posible ante un rival sin criterio, que clamó respeto en la previa, y anclado en una arriesgada posición sobre el verde del mítico Maracaná, escenario que acogió el encuentro. El 'Niño', a los cuatro minutos, ya había colocado el 1-0.

En ese momento llegó la relajación de España, que rebajó el nivel y dejó crecer a los pupilos de Eddy Etaeta, muy vitoreados por la grada 'canarinha'. De hecho, el público brasileño se volcó con Tahití, algo que ya ocurrió en su debut ante Nigeria, consciente de que la victoria de David era imposible ante Goliat.

Media hora después del gol de Torres, España continuaba 1-0 y apenas había trenzado las infinitas combinaciones que definen a este equipo. El rival no invitaba a ponerse el mono de trabajo y el balón largo se convirtió en un recurso habitual. Sin embargo, antes del descanso, la vigente campeona de Europa pegó un estirón con otros tres goles.

En esta ocasión le tocó el turno a Silva, Villa --que lo celebró con rabia-- y Torres, que quebró con maestría a Roche en el cuarto de la noche, la antesala de su triplete. El 'guaje', que no dejó de moverse, tuvo su momento de gloria con dos goles consecutivos, los cuales también le dieron licencia para cerrar un 'hat-trick'.

Con el 7-0 en el zurrón (min.64) y la diferencia de Nigeria enjugada, la selección española continuó su camino hasta el doble dígito, amparado en el fútbol vertical y alegre de Jesús Navas. El flamante jugador del City se disfrazó del mejor aliado de Torres y también de Silva, que estableció el décimo y definitivo.

Antes fue el turno de Mata, que había conseguido estrenarse, y otra vez de Torres (que sigue acrecentando sus números con 'La Roja') pese a que estrellase un penalti en el larguero. La segunda aparición de España no pasará a la historia, pero sirvió para poner de largo el insaciable espíritu de este grupo, el mejor que ha producido nunca el fútbol nacional.