jueves, 13 de junio de 2013

COGE EL DINERO Y CORRE

La fiscalía de delitos económicos de Barcelona presentó ayer la pertinente demanda contra Lionel Messi por supuesto fraude fiscal ascendente a cuatro millones de euros de los años 2006, 2007, 2008 y 2009

Antonio Blanca

Es uno de los principios que nuestro ordenamiento penal recoge, principio de inocencia, por el cual una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Partamos de ese acuerdo para analizar lo que a la estrella argentina del Barça le ha y puede ocurrir. Messi a día de hoy es inocente y tendrá que ser la Fiscalía de Barcelona la que tenga que demostrarle al juez los supuestos fraudes al fisco, que para problema de Messi tienen visos de ser ciertos, porque la Hacienda Pública no da puntada sin hilo, y si la fiscal Raquel Amado se querelló ayer contra Messi ni más ni menos, estará muy seguro de las investigaciones realizadas, puesto que no me imagino tirándose al agua a la señora Amado en un caso de tantísima repercusión pública sin tener algo más que una mera certeza.

En este país nuestro, España, la pena de telediario, el “crucificar” a alguien antes de su juicio técnico y legal es pan nuestro de cada día, nos divierte hacer sangre del ídolo caído. Por eso hay que tratar el asunto con cautela, paciencia antes del escarnio. Porque Messi y sus avezados asesores fiscales tienen tiempo para demostrar el equívoco de la Fiscalía, ahora es su momento, de presentar los documentos, de justificar los pagos (impagos).

Los años de acusación del supuesto fraude fiscal son de 2007 a 2009 y su equipo el Barcelona está eximido de toda sospecha, el club cumple religiosamente con la Hacienda, pagando el IRPF pertinente a la retención del salario de Leo Messi. Entonces, ¿de qué acusan a Messi? La “pulga” es acusada de evadir los impuestos, el pago de los mismos que es relativo a los ingresos por derechos de imagen que él mismo gestiona, junto con su padre Jorge Horacio Messi y su asesoría fiscal, la cual parece haber dibujado una trama digna de una película de suspense.

La querella de la fiscalía detalla los pagos que 18 multinacionales realizaron a la estrella del Barça a través de sus presuntas sociedades pantalla. Entre los años 2007 y 2009, Messi tenía acuerdos con empresas como Adidas, Danone, Konami, Banco de Sabadell o Pepsi. A los contratos de cesión de imagen firmados con el propio Barcelona, Danone, Telefónica, Adidas, Pepsi y Konami, entre otras multinacionales, se sumaron además en 2008 otros 205.000 euros de un viaje promocional con otros jugadores del Barça a Uzbekistán.

La supuesta estrategia de Messi consistía en simular la cesión de sus derechos de imagen a sociedades instrumentales radicadas en paraísos fiscales (Belice y Uruguay) y, paralelamente, formalizar contratos de licencia, agencia o prestación de servicio con otras ubicadas en jurisdicciones de conveniencia, como Reino Unido y Suiza.

De este modo, los ingresos del futbolista transitaban presuntamente desde estos países europeos hasta las sociedades ubicadas en los paraísos fiscales sin someterse prácticamente a tributación alguna y con total opacidad frente a la Hacienda Pública Española.

Con esta estrategia de ocultación, Messi defraudó presuntamente 1.059.398 euros en el ejercicio de 2007: 1.572.183 en el de 2008, y 1.533.092 en el de 2009, que suman más de 4.164.00 euros estafados (se rumorea que la Fiscalía maneja cantidades mayores, aún sin pruebas, por lo que de momento en lo pertinente a dichas cuantías de más, ni caso hasta que haya una nueva querella); por todo ello la fiscal Raquel Amado ha pedido al juzgado que cite a declarar a los dos querellados.

Belice y Uruguay permiten residenciar en ellos sociedades con total opacidad, y eximen de tributación a las rentas obtenidas por las mismas fuera de su territorio. Reino Unido y Suiza tienen una legislación particularmente permisiva sobre operaciones realizadas con sociedad ubicadas en paraísos fiscales, facilitan la existencia de sociedades de titularidad opaca y tienen suscritos múltiples convenios de doble imposición para evitar la tributación en el país donde se satisfagan las rentas.

Si una sociedad domiciliada en un paraíso fiscal realiza directamente operaciones con otras ubicadas en países como España, que no sean jurisdicciones de conveniencia, los ingresos están sometidos a tributación en origen al tipo de gravamen aplicable a las rentas de no residentes.

Por eso, si se interpone entre la sociedad pagadora y la domiciliada en un paraíso fiscal otra sociedad ubicada en jurisdicción de conveniencia como Reino Unido y Suiza, se consigue trasladar la mayor parte de los ingresos obtenidos sin tributación alguna a la sociedad domiciliada en el paraíso fiscal y se evita así que las administraciones tributarias de otros países puedan conocer la identidad de los reales y últimos beneficiarios de tales ingresos.

Messi y su entorno (papito), que como buenos argentinos adorarán los “criollos”, chacinas y embutidos, entre los cuales se sentirán muy cómodos, es lógico pensar que no han sido capaces de urdir tal trama, aunque permítanme que crea que tienen el mínimo conocimiento necesario para dar el visto bueno a la misma y para saber que hacen con su dinero, sino, dos problemas graves, falta de diligencia por dar a unos presuntos estafadores las riendas de sus ingresos, convirtiéndose con ellos en estafador (la ignorancia de la ley no te exime de su cumplimiento), y el otro una torpeza manifiesta, que habría que hacérsela mirar.

En estos tiempos de poca bonanza económica, de asfixia de clases medias y por debajo de la media, asombra, indigna y escuece que gente que tiene la vida casi resuelta, ojo por su trabajo (jugar a fútbol), no por parentesco, sean tan avaros, que dejen de ser ese ejemplo de niño bueno y deportista con clase, para pasar al lado oscuro, y perder toda credibilidad, rompiendo su saco y también la ilusión de aquellos que lo idolatraban. Será demagogia pero, ¿imaginan qué pasaría si la querella se hubiera interpuesto contra cierto portugués de nombre Cristiano?

¿Messi es a 2013 lo que Lola Flores a 1990? Salvando diferencias claro está, puesto que desfalcar 4 millones de euros es mucho más grave que lo que estafó la tonadillera jerezana. Una dijo “si me queréis irse” y el argentino algo aventuró en el anuncio de la reconocida marca de pan de molde, “¿Me lo puedo llevar?”.