Julio Candela
La selección española venció en los
penaltis (7-6) a Italia con el decisivo gol de Jesús Navas en las
semifinales de la Copa Confederaciones, tras 120 minutos en los que
ninguno de los dos equipos logró batir la portería rival, por lo que
será España la que jugará la final soñada ante Brasil en Maracaná.
Del Bosque eligió a Silva en vez de Cesc, optando por el manejo
del balón ante el poblado centro del campo italiano. Además, en punta
cambió respecto al partido ante Nigeria, situando a Fernando Torres en
lugar de Soldado, con molestias desde el domingo. Pero ninguna de las
dos fue la tecla adecuada para evitar la 'vendetta' pretendida por
Italia, teniendo que ser sustituidos, dando protagonismo especial a un
Jesús Navas que fue el que materializó el pase a la final.
Bajo un calor asfixiante, aumentado por la humedad de la época en
Brasil, saltó España al estadio Castelao. Se notó, aunque intentó
presionar desde el principio la salida del balón italiana, lo que
provocó una primera ocasión con un disparo de Pedro que se fue demasiado
cruzado. Contestó Italia con un disparo de Giaccherini y un remate de
cabeza de Maggio en un córner.
Sin embargo, la presión arriba de los de Del Bosque dejaba mucho
espacio en la espalda de la defensa, lo que aprovecharon los italianos
en varias ocasiones para llevar peligro al área de Casillas, que salvó
la más clara en la cabeza de Maggio. Gilardino y De Rossi tampoco
aprovecharon dos centros laterales. Sufría España para disfrute del
público brasileño, que una vez más animaban al rival de la campeona del
mundo.
Hubo aún tiempo para un milagro de Casillas, de nuevo ante Maggio,
y una oportunidad clara de Torres desaprovechada. Pero el marcador
reflejaba el empate a cero al descanso, lo que fue una de las mejores
noticias para España, que se encontró incómoda durante toda la primera
mitad, dando la sensación de estar perdiendo la batalla en el centro del
campo, donde los encargados de desatascar la defensa de tres italiana
no aparecían. Silva, Iniesta y Xavi se veían superados, impotentes.
Detectó Del Bosque el error, y a los cinco minutos de la segunda
mitad sacó a Navas para que ocupase la banda derecha, desierta hasta
entonces. Silva fue el damnificado, muy perdido mientras estuvo. Ya
jugaba España con la opción de atacar por ambas bandas, con las subidas
de Jordi Alba por la izquierda. Pero lo que empezaban a fallar eran las
fuerzas de ambos equipos por el calor y la humedad que aún había en
Fortaleza.
Así las cosas, las oportunidades llegaban con cuenta gotas, pero
los transalpinos ponían a prueba el juego aéreo español en cada córner,
sostenido por Piqué y Ramos, sobresalientes todo el partido. Pedro
también tuvo la suya en un balón largo que corrió sin demasiada
confianza, lanzándola fuera ante la salida de Buffon. Ambos se
despreocupaban por la posesión, y en una de esas pudo marcar Piqué
finalizando una contra que había comenzado él mismo, pero se le fue
arriba.
No hubo tiempo para más, dando paso a la prórroga. Y ese fue el
momento en el que se pusieron las pilas de nuevo en busca del gol.
Giaccherini tuvo la ocasión más clara con un disparo al palo que cortó
el aliento de la afición española, y ésta dio paso al carrusel de
oportunidades para España, con Piqué, Ramos, Jordi Alba, y hasta Javi
Martínez, que ocupó el puesto de Fernando Torres, acosando la portería
de Buffon. Los defensas al ataque en busca de la épica.
No cesaban los ataques españoles, que en el tiempo extra quisieron
evitar la suerte de los penaltis. Mata finalizó desde la frontal una
jugada trenzada por banda izquierda, pero no encontró portería. Xavi
empató con Italia a palos, con un disparo lejano que desvió con
problemas Buffon.
Volcados en el área de Italia, sin suerte, llegaron al minuto 120
que dio paso a los penaltis. Xavi, Iniesta, Piqué, Ramos y Mata fueron
los elegidos para lanzarlos, por ese orden. No falló ninguno, tampoco de
Italia, y en la muerte súbita acertaron Busquets y Jesús Navas,
aprovechando el fallo de Bonucci, que vio premiado su buen partido dando
el pase a la final de la Copa Confederaciones por primera vez a España,
resarciéndose de la semifinal de 2009 perdida contra Estados Unidos.