Tras
la eliminación en cuartos de la Europa 2008 y la humillación sufrida en la
final de la del 2012, los azzurros
pretenden apear de la final de la Confederaciones a España
Antonio Blanca
El ánimo de 'vendetta' italiana, nacido en la
final de la última Eurocopa, aviva el fuego de la difícil semifinal de
la Copa Confederaciones que esta noche de jueves aguarda a España, que en cualquier caso parte como favorita
gracias al buen fútbol que está exhibiendo en tierras brasileñas.
Se antojaba como una batalla igualada entre dos selecciones
históricas, más aún después del empate de la primera fase en la Eurocopa
2012, pero España destrozó a la selección italiana (4-0) hace
exactamente un año en el estadio Olímpico de Kiev. Los tantos de Silva,
Alba, Torres y Mata volvían a coronar a la 'Roja' campeona continental.
Cuatro años antes, aquella vez en cuartos de final, Italia también había
sucumbido en el triunfal camino español.
Estos dos partidos confirmaban un cambio de tendencia histórica,
en la que España pasaba de cordero a león a costa de permutar los
papeles con Italia, que vislumbra el partido de este jueves como una
gran oportunidad para restaurar el orden anterior. Sin embargo, el
abrumador fútbol de España y las bajas que sufre Cesare Prandelli
complican el objetivo 'azzurro'.
En la búsqueda del único título internacional que aún no adorna su
palmarés, la selección española arrolló en una primera parte sublime a
Uruguay (2-1), se paseó sin pitorreo frente a Tahití (10-0) y mostró
contundencia ante Nigeria (3-0). Pese al resultado, el partido ante el
equipo africano fue el más complicado de los tres, en parte por culpa
del asfixiante calor reinante en Fortaleza, que vuelve a acoger la
semifinal.
La intensidad extra para rendir ante las 'Águilas Verdes' pasó
factura a Roberto Soldado y Cesc Fàbregas, cuya participación es dudosa
por sendos problemas musculares. La titularidad del delantero, que marró
dos claras ocasiones ante Nigeria, ya estaba en entredicho debido
también al buen momento de Fernando Torres, 'pichichi' del torneo (5
goles) que podría ocupar su puesto en el once.
Vicente del Bosque no ha descartado volver al 'falso 9' por medio
de Cesc, aunque el azulgrana, que estaba completando un gran torneo,
tampoco se ha entrenado al cien por cien estos días. Por lo visto en los
entrenamientos, David Silva podría ocupar el puesto de Fàbregas, el
otro cambio posible en una alineación fija en el resto de puestos. La otra duda se sitúa en la portería, en la que parece que un felicísimo ahora Iker Casillas dejará en el banquillo a Valdés, toda vez que el de Mostoles haya reconocido haber estado "entristecido y compungido", llora que llora por los rincones.
Sin embargo, mayores quebraderos de cabeza afronta Prandelli, que
se ha quedado sin su mejor arma ofensiva, Mario Balotelli, y sin el
lateral derecho, Ignazio Abate, ambos baja para el resto del torneo por
lesión. A estas ausencias se unen las dudas de Andrea Pirlo y Riccardo
Montolivo. El 'faro' del equipo parece recuperado de su contractura y
apunta a la titularidad, objetivo que tiene más difícil el milanista.
De esta forma, la principal duda italiana pasa por la punta del
ataque, donde la experiencia de Alberto Gilardino podría pesar más que
la pujanza de El Shaarawy en la decisión de un Prandelli que ha
reconocido su inferioridad. "Es un equipo casi imposible de derrotar, es
el equipo más fuerte del mundo, pero tampoco es perfecto", ha avisado.
El partido tendrá el aliciente añadido del arbitraje, tarea que
recaerá en el británico Howard Webb, quien pitó la final del Mundial
2010, recordada por la salvaje patada de De Jong a Xabi Alonso que saldó
con una tarjeta amarilla. En el balance histórico, ambas selecciones se
han enfrentado 31 veces, con un balance de nueve victorias para España,
diez victorias para Italia y doce empates.