Julio Candela
El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, publicó ayer martes un artículo en el diario ‘El País’ titulado ‘Orgullosos del Barça’ en el que sale en defensa del club azulgrana por el ‘caso Neymar’.
El miembro del Gobierno, lejos de mantener la neutralidad a la que le
obliga el cargo, y más en un asunto que está en manos de la Justicia,
denuncia que el Barça es víctima de “un acoso hasta la desmesura”.
Miguel Cardenal asegura que el Barcelona es “un activo fundamental de la Marca España” y “podría presumir de ser el equipo que más impuestos genera”.
Además critica el “juicio paralelo” que en su opinión se está haciendo
del ‘caso Neymar’ y que está deteriorando “una de las instituciones más
admiradas de nuestro país”. “Me rebelo ante la desmesura a la que asisto, cuando el club es acosado y acusado”, dice.
En su insólito artículo también acusa veladamente al Real Madrid de
estar detrás de un caso por el que (no hay que olvidar) se ha visto
obligado a dimitir Sandro Rosell como presidente del Barça: “La sana rivalidad frecuentemente es desplazada por un enfrentamiento enfermizo”.
Éste es su artículo íntegro:
"El Barça es el equipo de Xavi, Puyol, Busquets, Piqué, Cesc, Víctor
Valdés, Pedro... y de Iniesta, que marcó el gol que nos metió en la
Historia, que nos trajo tanta felicidad, que rindió al mundo a los pies
de un estilo de juego. En el Barça se formó desde los 12 años Juan
Carlos Navarro, y allí se encontró con Pau Gasol, integrantes del equipo
ÑBA que ha deleitado en los dos últimos Juegos Olímpicos y que lo ha
ganado casi todo.
El FC Barcelona no es sólo un activo fundamental de la Marca España.
Es también un club polideportivo de referencia, que apuesta por la
cantera como seña de identidad, en cuyos viveros se han formado muchos
de nuestros mejores deportistas de modalidades menos mediáticas, como
los que nos han hecho campeones del mundo de hockey patines, balonmano o
fútbol sala. El Barça cree con decisión en la igualdad, y por eso sus
equipos femeninos son tan numerosos y excelentes; incluye en sus
secciones deportistas discapacitados; apuesta por la integración
acogiendo en sus escuelas niños llegados a Cataluña de todos los
rincones del mundo. Hace unos meses el club fue galardonado con el
Premio Nacional del Deporte a la mejor entidad de España en 2012,
distinguido por su aportación de tantos deportistas a los Juegos de
Londres.
Por eso, me rebelo ante la desmesura a la que asisto estos días. No
haría honor a la responsabilidad que me han confiado si callara mientras
un escudo que ha aportado a nuestro deporte tanto como el que más es
acosado y acusado. Ese escudo es patrimonio del deporte español, porque
lo defendieron y defienden cientos de nuestros héroes. De Luis Suárez a
Epi. De Jordi Torras a Ana Peleteiro. De Kubala a Valero Rivera.
Rigor con el deporte profesional. En la actualidad, trabajamos con el
baloncesto y el balonmano para la implantación de sistemas de control
económico, buscando competiciones sostenibles integradas por equipos
saneados. Los protocolos y las regulaciones gestadas y en elaboración,
las reuniones periódicas con cada club y Sociedad Anónima Deportiva en
el Consejo Superior de Deportes, siguen el modelo que empezamos hace dos
años en el fútbol. De la mano de la Liga, se han dado pasos decisivos
para cambiar una cultura, y con ello el fútbol ha volteado el rumbo. Por
primera vez, los equipos son capaces de ajustar sus gastos a sus
ingresos, por primera vez la competición en su conjunto dará beneficios,
por primera vez amortizará deuda, por primera vez caminará hacia el
saneamiento y no hacia el precipicio. Y entre esa deuda, los equipos se
han aplicado, también de forma inédita, para que no solo deje de crecer
la que mantienen con las Administraciones Públicas, sino para que
descienda de forma significativa. Con motivo, los magníficos
profesionales de Hacienda pueden presumir de ello.
Hemos entendido la transparencia como una exigencia ineludible, medio
que hace posible a los ciudadanos pedirnos cuentas a los responsables
políticos. Hemos publicado en la web del Consejo Superior de Deportes
las auditorías del deporte profesional con los datos de la última
década. Estamos actualizando cada año esos datos. Por cierto, el FC
Barcelona bien podría presumir de ser el equipo de fútbol que más
impuestos genera en el mundo —el tipo máximo del IRPF en Cataluña es el
56%—, recordando que está al corriente con las Administraciones
Públicas.
No me corresponde participar en el debate sobre la información dada
por los responsables del fichaje de Neymar. Tampoco en el terreno propio
de los jueces y de la Agencia Tributaria. Pero lo que sí tengo claro es
que en este momento nadie piensa que alguien vinculado al Barcelona se
haya apropiado de cantidad alguna, y también me consta la voluntad de
sus directivos de cumplir con la ley, como es la tradición en ese club,
lo que implica, si se hubieran equivocado en algo, la rectificación.
El quicio de la discusión son los llamados derechos federativos. Son
una realidad reconocida y aceptada por los Tribunales de Justicia, y por
supuesto en la sede especializada que constituye el Tribunal Arbitral
del Deporte (TAS). Es cierto que se trata de una institución
controvertida, pero negar que es moneda corriente en el tráfico jurídico
del fútbol actual es faltar a la verdad, como lo acreditan no pocos de
los traspasos de jugadores de esta misma temporada. Dependiendo de cómo
se usen, la relación entre los sujetos y otras variables, las
consecuencias fiscales son diversas.
Lo que en esta ocasión singulariza el caso sobre la larga lista de
asuntos precedentes con discusiones parecidas, es que ordinariamente
recorrían los tribunales ciñéndose a ese debate sobre impuestos. La
extraordinaria repercusión mediática provocada por la identidad del
club, el inusual inicio de la investigación en el ámbito penal, y una
sede jurisdiccional que los ciudadanos identifican con delitos
gravísimos, ha propiciado que muchos ciudadanos se estén preguntando si
el Barça merece hoy el crédito que hasta hace unas semanas le concedían
como una entidad ejemplar. A ello ha contribuido un defecto
desgraciadamente arraigado en nuestra sociedad y que va más allá del
fútbol: la sana rivalidad frecuentemente es desplazada por un
enfrentamiento enfermizo, en el que la expresión de la diferencia se
lleva a cabo mediante la destrucción de lo común y compartido por todos.
Alguno de los debates solo se explican sosteniendo que lo que los demás
aportan a lo colectivo va en detrimento de lo propio, y eso niega el
proyecto común.
Más allá del estruendo de estas semanas, todos, sean cuales sean
nuestros colores, creo que podemos seguir igual de orgullosos de que el
Barça sea un club de los nuestros. Al margen de que no exista condena
alguna en una fase tan incipiente de un proceso cuya evolución nadie
puede prever, el FC Barcelona tenía motivos para sostener la convicción
de que actuaba conforme a la legalidad, al acudir a una praxis común, y
ha dado muestras repetidas e inequívocas de querer cumplir
escrupulosamente sus obligaciones, en el caso de que hubiera incurrido
en un error.
Ojalá desapareciera todo lo que hay de juicio paralelo, tan deletéreo
para la imagen de una de las instituciones más admiradas de nuestro
país, tan negativa para la percepción de nuestro deporte, tan
desafortunada para la proyección de España. Invito a que cada uno, desde
nuestras respectivas responsabilidades, contribuyamos a ello en
beneficio del deporte español, que tanto debe al Barça".
¿A quién acusas, Miquel? ¿A los
jueces? ¿A Hacienda? ¿A Florentino? ¿A tu Gobierno? Imagino que tu
osadía habrá sido consultada a tus superiores y quizás ellos hayan dado
el visto bueno a tu colaboración por aquello de ‘rascar’ unos votos en
Cataluña y que no parezca que el Gobierno de ‘Madrit’ persigue al Barça
(y a Messi, y a su padre, y a Neymar, y a su padre, y a Rosell…). Pero
como haya sido motu proprio imagino que te darán un pescozón.
Cardenal se apunta a la teoría conspirativa e insinúa que
ciertas irregularidades son comunes en todos los clubes para defender
así el escudo de “un club que aporta mucho a la ‘Marca España’” (muy a
su pesar, le ha faltado apostillar) tirando la piedra y escondiendo la
mano. Insólito. Si el Barça tiene derecho a la presunción de inocencia,
los jueces tienen el mismo derecho a ejercer su trabajo e investigación
sin injerencias ni presiones de ningún tipo.
Imagino que Miquel se ha ganado de por vida la
invitación al palco del Camp Nou, y quizás la insignia de oro y
brillantes del Barça, pero lo que ya ha perdido es su credibilidad.