José Antonio Moya
La selección de Bélgica se ha clasificado para
los cuartos de final del Mundial de Brasil tras superar, en el tiempo
de prórroga, a Estados Unidos (2-1) gracias a los goles de Kevin de
Bruyne y Romelu Lukaku que pusieron fin a la excelente defensa 'yanqui',
personificada en las paradas de Tim Howard, el gran protagonista del
partido celebrado en el Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía.
Los 'Diablos Rojos', llamados a ser actores principales en Brasil,
se toparon una y otra vez con el portero del Everton y cuantificaron
hasta seis ocasiones claras durante la segunda mitad para haber resuelto
el duelo sin llegar al tiempo extra. Sin embargo, tuvo que ser ahí, en
la prórroga, cuando De Bruyne acabó con la agonía belga.
Parece que la generación de Preud'homme, Gerets y Luc Nilis ya
tiene sustituto. Aún les queda una ronda para alcanzar, al menos, el
éxito que logró la Bélgica de 1986, pero esta selección se ha ganado el
derecho a soñar confirmando todas las expectativas que metían a los
centroeuropeos en las quinielas como 'favoritos'.
Pero el pase no fue nada sencillo. Los pupilos de Marc Wilmots,
quienes han marcado más las diferencias en octavos --junto a Colombia en
su partido frente a Uruguay-- tuvieron que sufrir en el tiempo añadido.
Al gol de De Bruyne, que batió con excelente calidad a Howard, le
siguió el 2-0, obra de Lukaku tras un intercambio de papeles.
Lukaku, recién entrado al terreno de juego, metió el interior para
batir a su compañero de equipo en el Everton y colocar un colchón que
parecía insalvable para los de Jürgen Klinsmann, sobre todo por el
desgaste físico de los norteamericanos, que parecían no tener más
combustible en la reserva.
Fue entonces cuando reaccionó Estados Unidos, más producto de su
orgullo que de su fútbol. Y ahí apareció Green, que llevaba un minuto
sobre el terreno de juego, para marcar el 2-1 y convertir el final del
envite en una auténtica guerra sin cuartel. Cortouis no pudo hacer nada
para detener el gran remate.
El portero del Atlético sí se tornó decisivo unos minutos después,
cuando una jugada ensayada al borde del área estuvo a punto de suponer
el 2-2. La parada fue vital para que los belgas aguantaran el arreón
final, y para hacerles conscientes de que los americanos podían dar
algún susto en los últimos minutos.
Finalmente, Bélgica supo sostener el triunfo y sacarse el billete
para cuartos de final, ronda que no alcanzaban desde el Mundial de 1986.
El triunfo les da licencia para meterse entre los ocho mejores del
mundo. Su próximo compromiso será el sábado, ante la Argentina de Leo
Messi.