domingo, 20 de julio de 2014

FLORENTINO QUIERE A JAMES

Carlos de Blas

El todavía futbolista del Mónaco llegará al Santiago Bernabéu porque encandiló a Florentino Pérez exhibiendo un juego espectacular en el pasado Mundial de Brasil. Posteriormente, no dudó en mostrar públicamente y sin reservas su predisposición a vestir de blanco. Y eso también ayuda. Viene al caso establecer un paralelismo entre su contratación, cada vez más cerca de producirse, y la de Karim Benzema; el mediapunta colombiano apunta a convertirse en el segundo niño de los ojos del presidente merengue.

El 1 de julio de 2009 el Real Madrid hizo oficial que Karim Benzema permanecería ligado a la entidad de Chamartín hasta el año 2015. El delantero francés fue presentado una semana después ante casi 20.000 aficionados. Días antes de todo esto, su fichaje comenzó a fraguarse de una manera muy especial para él: con una visita del mismísimo Florentino Pérez a su vivienda particular en Lyon, su ciudad natal.
El propio protagonista de la historia narró lo sucedido a Sky Sports tras confirmarse su contratación por el club blanco. "Vino a mi casa --Florentino Pérez-- en el barrio de Bron. Eso fue importante para mí. Habló en francés y me hizo entender que realmente me quería. Yo sabía que sólo podía salir para ir al Madrid, porque era mi sueño, simplemente", confesó en aquel entonces el ariete galo.
Benzema llegaba a un equipo en reconstrucción que venía de dejar atrás una campaña terrible, en lo deportivo y lo institucional. James Rodríguez pasará a formar parte de una plantilla campeona de Europa: el contexto de su incorporación, inmejorable para él. Y también lo hará por expreso deseo del presidente, aunque, en su caso, no vaya a recibirlo en su propio domicilio.

James Rodríguez y Cristiano Ronaldo son dos jugadores muy distintos; sin embargo, el joven mediapunta colombiano, sobre todo tras cruzar el charco, después de consumarse su traspaso de Banfield al Oporto, fue comparado en numerosas ocasiones con el crack portugués. Quizá a causa de la existencia de un cierto parecido físico o por similitudes en el estilo de correr, la forma de tocar el esférico o en el golpeo a balón parado.
El paso del tiempo ha demostrado que el fútbol los ha llevado por caminos diferentes en lo que respecta a tipología de juego. El prodigio cafetero es un Diez; destaca más por su último pase y regate en distancias reducidas que por su velocidad, potencia y cambio de ritmo. Su rendimiento se multiplica en una posición centrada en zona de tres cuartos de campo, como es lógico, sobre todo a modo de mediapunta o enganche en un sistema 4-2-3-1. En dicha parcela su visión espacial alcanza el cien por ciento de sus posibilidades. Esto no significa que no sea útil en el puesto de extremo, tanto escorado al flanco izquierdo como al derecho. Quizá, en un esquema 4-3-3 como el del Real Madrid sería capaz de desempeñarse también como falso Nueve.

Evidentemente, James Rodríguez no posee ni la capacidad rematadora ni la eficacia de cara a puerta de Cristiano Ronaldo. Él está para otra cosa: asociarse y nutrir de balones que dejen en ventaja a jugadores como el portugués. Además, merced a su calidad, puede llamar la atención en el apartado goleador, nunca siendo ese su principal cometido.