Carlos de Blas
La selección de Holanda alcanzó este sábado
las semifinales del Mundial de Brasil, donde se medirá con Argentina,
después de echar a la humilde Costa Rica en una tanda de penaltis en la
que el meta suplente Tim Krul entró en los últimos instantes de la
prórroga para ser el héroe de los holandeses, quienes pusieron fin al
sueño costarricense.
La cabeza pensante de Louis van Gaal sigue tirando de una Holanda
que llegaba a Brasil con muy pocas papeletas a pesar de su condición de
subcampeona. Tras los 90 minutos, la selección 'oranje' se mereció la
victoria ante un equipo costarricense que no tiró a puerta ni apenas
inquietó a su rival. Sin embargo, el ataque holandés chocó una y otra
vez con Navas y los postes, y no acertó a ver red.
El técnico holandés ya lo había previsto y tenía un as en la
manga. A pocos segundos del final de la prórroga, Van Gaal dio entrada a
su meta suplente, un Krul que no había jugado ni un minuto en el
Mundial pero que sin duda sí había estudiado una posible tanda de
penaltis. Lo que no esperaba Holanda era fallar tanto y sellar su pase
con tanto sufrimiento.
Y es que, la 'naranja mecánica' ofreció una versión demasiado
tranquila con lo que había en juego. Dominó y apenas sufrió ante una
Costa Rica que guardaba sus espaldas y trataba de no cometer errores.
Con poco, Holanda creó buenas ocasiones que comenzaron a encontrase con
Navas. Tras dosificar en parte, Holanda apretó más en la segunda mitad y
las llegadas comenzaron a ser claras.
Aún así, la épica costarricense y el fantasma de las prórrogas en
Brasil comenzaban a sobrevolar en el Fonte Nova Arena de Salvador de
Bahía. Ni los desbordes de Robben, ni la teórica superioridad de los de
naranja, ni claras ocasiones sacadas más con el corazón que con los pies
por parte de los de Costa Rica, terminaba por dar un gol que evitase
necesitar 30 minutos más.
En la prórroga, un Sneijder que fue de lo mejor de los suyos se
topó con el larguero, el tercer poste de los holandeses. Antes, Ureña
tuvo la única y mejor ocasión para los americanos, pero Cillessen salvó a
los europeos. La contienda quedó para la lotería, con Navas dispuesto a
ser héroe de nuevo, pero Van Gaal tenía al suyo propio en el banquillo.
Krul entró, adivinó todos los lanzamientos y paró dos, el último a
Umaña, quien dio el histórico pase a cuartos de final a los
costarricenses.