José Antonio Moya
Brasil y Alemania, que suman ocho Copas del
Mundo entre las dos, protagonizarán esta noche una 'final' anticipada en la primera semifinal del Mundial 2014, en un
partido al que la 'Canarinha' llega inmersa en un mar de dudas tras la
lesión de su estrella Neymar y la sanción de Thiago Silva, mientras que
su rival apela a su fiabilidad como equipo para batir a la anfitriona.
En busca de su segunda final de una Copa del Mundo como
anfitriona, la selección 'verdeamarelha' deberá reinventarse en el
penúltimo escalón de su camino hacia su sexto título, ya que Neymar, el
futbolista más desequilibrante y con más calidad del equipo y que además
suma cuatro goles en este campeonato, no podrá participar en lo que
queda de Mundial debido a una fractura de vértebra que sufrió ante
Colombia en los cuartos.
La preocupación de los aficionados brasileños es más grande aún
teniendo en cuenta que el capitán del equipo, el defensa Thiago Silva,
tampoco podrá jugar ante la escuadra germana, ya que la tarjeta amarilla
que le mostró el español Velasco Carballo ante los 'cafeteros' le deja
fuera de combate en estas semifinales. No obstante, la Federación
brasileña recurrió la amonestación, aunque las esperanzas de que el
recurso prospere son escasas.
Con todo, el seleccionador, Luiz Felipe Scolari, tendrá que
reorganizar su bloque para devolver la ilusión a un país que cada vez ve
más difícil la consecución del título. Así, desde el propio combinado
brasileño se apela a la unidad del grupo para superar las dificultades
acaecidas en los últimos días.
El cambio de 'dibujo' en el esquema táctico de Scolari no será
brusco, ya que podría convertirse en fatal para sus intereses a estas
alturas de competición. Por ello, Willian gana enteros para ocupar la
plaza de Neymar en el ataque por detrás de Fred. En cuanto a la baja de
Thiago Silva, todo apunta a que Dante será su sustituto. Asimismo,
Maicon podría repetir en el lateral derecho.
Por su parte, la consistencia de Alemania le ha permitido acceder a
la penúltima fase de la Copa del Mundo en las cuatro últimas ediciones,
aunque sólo pasó de ronda en la de 2002. Precisamente, el cuadro
europeo, que perdió aquella final ante la selección brasileña, tiene un
motivo más para batir a la 'Canarinha' y tomarse la revancha.
Además, en esta ocasión es la selección germana la que llega con
el papel de favorita a la cita, ya que su solvencia y su fiabilidad
exhibida en los partidos anteriores no crea dudas acerca de su
rendimiento. Por ello, el equipo dirigido por Joachim Löw tiene ante sí
una buena oportunidad para sellar su pase a la final y continuar el
camino hacia su cuarto Mundial, un título que le es esquivo desde que
consiguiese su tercera estrella en 1990.
La confianza del combinado alemán, en gran medida gracias a su
mayor experiencia y eficacia respecto a citas mundialistas anteriores,
la ejemplificó estos días el presidente de la Federación Alemana,
Wolfgang Niersbach, quien mostró su apoyo a los futbolistas tras la
victoria por 1-0 ante Francia en los cuartos de final.
Así, Löw no tiene apenas dudas sobre el once que pondrá en liza en
esta semifinal, ya que el funcionamiento de la 'máquina' alemana ha
sido bueno y fiable en lo que va de campeonato, tanto en la zaga, con
Boateng y Hummels de centrales; en el centro del campo, con Kroos
llevando la manija; y en el ataque, con un Müller inspirado de cara a
puerta, como demuestran sus cuatro goles, que le colocan en la carrera
por alcanzar al colombiano James Rodríguez -con seis tantos- como máximo
goleador.
No obstante, y pese a la baja de su referente ofensivo, Brasil
tiene herramientas y potencial para afrontar el obstáculo de cara a la
portería contraria, como demuestra su olfato goleador en lo que va de
torneo, ya que es tercero en la lista de máximos goleadores con 10
tantos, sólo dos por detrás de Colombia y Holanda.
También en el apartado ofensivo destaca la selección alemana,
empatada con la 'Canarinha' tanto en el aspecto anotador, con 10 goles,
como en la puntería, con un 70 por ciento de sus disparos entre los tres
palos.
Sin embargo, Alemania sí destaca sobre su rival en el juego en
equipo, como demuestra sus buenos porcentajes de pases, con un total de
2.938 acciones realizadas con éxito y una efectividad del 80 por ciento
frente a los 1.816 pases y el 70 por ciento de Brasil. De hecho, Philipp
Lahm es el mejor jugador en este apartado, con 408 pases y una eficacia
del 86,6 por ciento.
A pesar de la talla de los dos contendientes que se medirán este
martes en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, este sólo será el
segundo duelo entre ambos en un Mundial. En el último, Brasil se impuso
por 2-0 en la final de la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002 gracias a
dos tantos de Ronaldo.
Pero las estadísticas son también favorables al combinado
sudamericano tanto en la Copa Confederaciones, con dos triunfos en dos
encuentros, como en amistosos, con nueve victorias, cinco empates y sólo
cuatro derrotas ante el conjunto germano, aunque una de ellas fue
precisamente en el último duelo entre ambos en 2011.