Desde
el pasado viernes Francia alberga la disputa de la Eurocopa 2016, que por
primera vez es disputada por 24 equipos y en la que España espera reeditar los
triunfos de 2008 y 2012
Antonio Blanca
Cada
cuatro años esperamos con ansia el momento de ver a los mejores jugadores
europeos en acción. Sus países afrontan con ilusión el inicio de la competición
soñando con ser Campeones de Europa. Por primera vez, son 24 las aficiones que
llegan con ganas de hacer historia.
Y
es que la Eurocopa de Francia 2016 será muy especial para todos. El hecho de
tener más participantes que nunca ha provocado que muchos países se estén
volcando claramente en el torneo. Cuando escuchas hablar a los distintos
seleccionadores, muy pocos se descartan para dar la sorpresa. Aquí nadie
regalará nada.
Sobre
todo porque, tras lo visto en la fase de clasificación meses atrás, no hay
ninguna selección que pueda colgarse el cartel de favorita absoluta e ir
partido tras partido mirando por encima a los demás. Si bien hay equipos más
fuertes que otros, el fútbol actual en el que el físico es muy importante, y la
gran calidad de los entrenadores han convertidos a sus equipos en conjuntos muy
equilibrados y muy bien trabajados, por lo que las sorpresas están
prácticamente garantizadas.
Y
no estamos locos. Todos sabemos que Francia, Alemania, España, Inglaterra e
Italia son las que más nombre tienen, y que junto con Bélgica, Portugal y
Croacia son las grandes favoritas. Pero equipos como Austria, Polonia, Gales o
Islandia llegan con la tranquilidad de haber cumplido al clasificarse y con
unos sueños y una afición que les van a dar alas en cada partido.
Ciertamente,
exceptuando Hungría y quizás Albania, todas las demás deberán ser tenidas en
cuenta. Todas. El que de por sentado que ganar a Rumanía, República Checa,
Irlanda del Norte, Islandia o Eslovaquia va a ser fácil, seguramente acabe
haciendo las maletas antes que ellas.
De
momento los sueños se mantienen intactos en 24 países. Unos quieren confirmar
su buen momento; otros llenar de esperanza a equipos que llevan tiempo sin
jugar al máximo nivel; algunos quieren hacer disfrutar a su país y hay otros
que quieren dejar de lado malas experiencias pasadas. Todos tienen un objetivo
y todos tienen un motivo para pelear. En Francia nadie regalará nada. Todos quieren reinar en el viejo continente.