Con
la derrota del combinado nacional ante Croacia la selección se complica su
participación en el europeo de Francia
Antonio Blanca
Sergio
Ramos es futbolista de puerta grande o enfermería. Así que a nadie extrañó que
el de Camas cogiese la pelota y asumiera la responsabilidad de lanzar el
penalti ante Croacia. Le va el tremendismo y lo mismo torea un morlaco de 600
kilos que se arranca a cantar el himno de la Selección en la Eurocopa. Así es
Sergio, para lo bueno y lo malo. Nadie duda del valor del sevillano, pero eso
no puede ser argumento para lanzar un penalti. Porque por esas mismas ganas,
cualquier día Ramos le pide los guantes a De Gea y se pone de portero ante un
penalti. Que ganas no le van a faltar. El valor, como en la mili, se presupone
a todos los que saltan al campo y jamás puede ser una razón que decida quién
lanza un penalti.
Ramos
tiró de brazalete y nadie se atrevió a interponerse entre el balón y él. Algo
que Vicente del Bosque jamás debería permitir. Cierto es que él siempre ha
delegado en los jugadores la responsabilidad de elegir quién lanza las faltas o
los penaltis, pero también es cierto que eso no solo no ha dado buenos
resultados sino que ofrece unas cifras preocupantes: con Del Bosque han pitado
29 penaltis a favor de España, 16 marcados y 13 fallados. Se han fallado el 45%
de los penaltis. Uno de cada dos. No es de recibo que una jugada tan decisiva
en un partido, y que en este caso decidía el liderato de grupo y evitaba
cruzarse con todos los grandes, se tome de esa forma.
Los
penaltis los tienen que lanzar los especialistas, como en defensa son los
centrales quienes tiran la línea del fuera de juego y ordenan a sus compañeros.
Ramos nunca ha sido un especialista en el golpeo del balón, al menos con el
pie. Por más que se anime, Ramos no deja de ser un espontáneo valiente que se
tira a la arena de la plaza de toros buscando su momento de gloria. Cuando el
árbitro señaló el punto de penalti, en el campo había jugadores acostumbrados a
asumir esa responsabilidad en sus equipos como Cesc, Iniesta, Bruno o Aduriz.
Pero fue Ramos. Cuando en esta España manda más el corazón de Ramos que el alma
de Iniesta, ya hemos visto lo que ocurre.
Sergio
Ramos debería estar más centrado en mejorar su rendimiento defensivo, que está
lejos del que le ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo. En el
primer gol croata Kalinic le comió la tostada porque cuando el centro salió del
pie de Perisic el delantero estaba por detrás del sevillano. Si todos hacen su
trabajo, solo su trabajo, pero todo su trabajo, España es favorita a todo. Pero
cuando el partido se llena de espontáneos, España se convierte en una selección
más. Y ahí quien tiene que lucir galones es Del Bosque.