De
nuevo vuelve la polémica a girar en torno a Piqué tras su compromiso con el
referéndum ilegal del 1-O, y a la par advertir que jugar con España no es
cuestión patriótica
Antonio Blanca
Si
realmente Piqué tenía alguna duda acerca de si su presencia en la selección
española molestaba a alguien (¿de verdad tenía alguna duda?), el pasado lunes
debieron despejársele. Por un lado, por la cantidad de pitos (y algún insulto)
que escuchó en el entrenamiento, aunque puede esgrimir que ese grupo de
aficionados no tienen por qué representar el sentir mayoritario de la afición.
Pero por otro, por la decisión de la Federación Española de organizar a puerta
abierta la sesión de anoche, que duró sólo 23 minutos. ¿Será que la Federación
no quiere a Piqué en la selección pero no quiere decírselo directamente y
prefiere que él dé el paso? ¿A Alguien le quedaba alguna duda de que iba a
suceder lo que sucedió?
El
caso es que el central barcelonista, tras la triste jornada que vivió Cataluña
el pasado domingo y después de afirmar que jugar con la Selección “no es una
cuestión patriótica” y que si Lopetegui o “alguien” de la Federación así lo
quería no tendría problema en marcharse antes de 2018, llegó este lunes a la
concentración de Las Rozas, cogió su teléfono móvil y lanzó un tuit para
criticar a la Policía Nacional desde las instalaciones de la RFEF antes del
entrenamiento.
Esa
sesión no era a puerta cerrada y Piqué fue objeto de abucheos y exabruptos, aunque,
curiosamente, fue la Guardia Civil la que procedió a retirar varias pancartas
en las que se le calificaba como “vomitivo” o se le instaba a dejar el
combinado nacional.
Es
discutible el planteamiento de Piqué acerca de si acudir o no con España debe
ser un tema profesional o bien sentimental, también es discutible si es injusto
que Piqué tenga que salir por la puerta de atrás de una Selección en la que
siempre ha rendido a buen nivel. Es discutible si puede ser injusto que otros
que como Guardiola hayan pasado de puntillas por la selección española sin
decir ‘esta boca es mía’ convirtiéndose ahora en adalides del independentismo y
Piqué, sin llegar a proclamar abiertamente su sentimiento separatista, sea el
centro de todas las críticas.
Todo
es discutible. Algunos creemos que acudir a la Selección de un país es mucho
más que aprovecharse de vivir en ese ‘Estado’ para poder disfrutar de un Mundial
o una Eurocopa, y que uno debe ser fiel a sus ideas sin complejos, pero es
discutible si el fútbol es sólo fútbol, un deporte. Quizás sea así, aunque
Piqué sea el primero en pensar lo contrario. Es discutible.
Pero
lo único indiscutible es que la presencia de Piqué con España, a día de hoy,
perjudica más a la Selección que la beneficia. Todas las puñeteras
concentraciones de la Selección hablando de Piqué, la afición dividida, silbidos y abucheos en
los entrenamientos, Piqué en las preguntas de las ruedas de prensa, Piqué en
los titulares, Piqué en las noticias, gritos a favor y en contra de Piqué en
los partidos de España como local… Y Piqué encantado de haberse conocido. Él
con sus tuits dale que te pego, y diciendo que si “alguien” de la Federación
quiere que se vaya, él se va. Pues ya te han respondido poniendo el
entrenamiento de este lunes a puerta abierta majo.
Lo
mejor para todos es que Piqué salga diciendo que no quiere perjudicar a la
Selección española (o como la quiera llamar) y que se siente con fuerzas pero
que adelanta su marcha. La RFEF le agradece los servicios prestados, le regala
una insignia y aquí paz y después gloria. ¡Si ya has hecho una campaña cojonuda
para la presidencia del Barça! Si se va con elegancia, hasta podría quedar
bien. Puesto que su comportamiento es más que desconcertante. Un día compungido
con el “no me quieren” y al día siguiente parece que le va el ‘mambo’.
Eso
sí. No hay buen echador de cartas. A lo mejor el tiempo pasa, la situación
política se soluciona, España gana el Mundial y te sacan a hombros. ¡Ojo! ¡Que
a lo mejor hasta sería lo más justo! Pero si Piqué quiere calma, habría de
dejar de echar gasolina al fuego. A día
de hoy, ¿cabe algún interrogante serio de si de verdad molesta la presencia de
Piqué en la Selección, o lo que quiere es pasar la ‘patata caliente’ a los
demás porque no quiere dar el paso?
Desafortunadamente
no será el último episodio, sobre todo tras la estrambótica rueda de prensa que
el central ofreció ayer, llena de contradicciones. A él y a la Selección le
quedan que vivir momentos de desencuentro y tensión. Ante tal panorama, lo
mejor sería su marcha, sobre todo para el grupo de compañeros que no abren la
boca y juegan con mayor o menor respeto por su país, España. Pero claro, según
Piqué no es un tema de patriotismo.