jueves, 5 de octubre de 2017

HACED LO QUE YO DIGA, PERO NO HAGÁIS LO QUE YO HAGA

De nuevo vuelve la polémica a girar en torno a Piqué tras su compromiso con el referéndum ilegal del 1-O, y a la par advertir que jugar con España no es cuestión patriótica

Antonio Blanca

Si realmente Piqué tenía alguna duda acerca de si su presencia en la selección española molestaba a alguien (¿de verdad tenía alguna duda?), el pasado lunes debieron despejársele. Por un lado, por la cantidad de pitos (y algún insulto) que escuchó en el entrenamiento, aunque puede esgrimir que ese grupo de aficionados no tienen por qué representar el sentir mayoritario de la afición. Pero por otro, por la decisión de la Federación Española de organizar a puerta abierta la sesión de anoche, que duró sólo 23 minutos. ¿Será que la Federación no quiere a Piqué en la selección pero no quiere decírselo directamente y prefiere que él dé el paso? ¿A Alguien le quedaba alguna duda de que iba a suceder lo que sucedió?

El caso es que el central barcelonista, tras la triste jornada que vivió Cataluña el pasado domingo y después de afirmar que jugar con la Selección “no es una cuestión patriótica” y que si Lopetegui o “alguien” de la Federación así lo quería no tendría problema en marcharse antes de 2018, llegó este lunes a la concentración de Las Rozas, cogió su teléfono móvil y lanzó un tuit para criticar a la Policía Nacional desde las instalaciones de la RFEF antes del entrenamiento.

Esa sesión no era a puerta cerrada y Piqué fue objeto de abucheos y exabruptos, aunque, curiosamente, fue la Guardia Civil la que procedió a retirar varias pancartas en las que se le calificaba como “vomitivo” o se le instaba a dejar el combinado nacional.

Es discutible el planteamiento de Piqué acerca de si acudir o no con España debe ser un tema profesional o bien sentimental, también es discutible si es injusto que Piqué tenga que salir por la puerta de atrás de una Selección en la que siempre ha rendido a buen nivel. Es discutible si puede ser injusto que otros que como Guardiola hayan pasado de puntillas por la selección española sin decir ‘esta boca es mía’ convirtiéndose ahora en adalides del independentismo y Piqué, sin llegar a proclamar abiertamente su sentimiento separatista, sea el centro de todas las críticas.

Todo es discutible. Algunos creemos que acudir a la Selección de un país es mucho más que aprovecharse de vivir en ese ‘Estado’ para poder disfrutar de un Mundial o una Eurocopa, y que uno debe ser fiel a sus ideas sin complejos, pero es discutible si el fútbol es sólo fútbol, un deporte. Quizás sea así, aunque Piqué sea el primero en pensar lo contrario. Es discutible.

Pero lo único indiscutible es que la presencia de Piqué con España, a día de hoy, perjudica más a la Selección que la beneficia. Todas las puñeteras concentraciones de la Selección hablando de Piqué,  la afición dividida, silbidos y abucheos en los entrenamientos, Piqué en las preguntas de las ruedas de prensa, Piqué en los titulares, Piqué en las noticias, gritos a favor y en contra de Piqué en los partidos de España como local… Y Piqué encantado de haberse conocido. Él con sus tuits dale que te pego, y diciendo que si “alguien” de la Federación quiere que se vaya, él se va. Pues ya te han respondido poniendo el entrenamiento de este lunes a puerta abierta majo.

Lo mejor para todos es que Piqué salga diciendo que no quiere perjudicar a la Selección española (o como la quiera llamar) y que se siente con fuerzas pero que adelanta su marcha. La RFEF le agradece los servicios prestados, le regala una insignia y aquí paz y después gloria. ¡Si ya has hecho una campaña cojonuda para la presidencia del Barça! Si se va con elegancia, hasta podría quedar bien. Puesto que su comportamiento es más que desconcertante. Un día compungido con el “no me quieren” y al día siguiente parece que le va el ‘mambo’.

Eso sí. No hay buen echador de cartas. A lo mejor el tiempo pasa, la situación política se soluciona, España gana el Mundial y te sacan a hombros. ¡Ojo! ¡Que a lo mejor hasta sería lo más justo! Pero si Piqué quiere calma, habría de dejar de echar gasolina al fuego.  A día de hoy, ¿cabe algún interrogante serio de si de verdad molesta la presencia de Piqué en la Selección, o lo que quiere es pasar la ‘patata caliente’ a los demás porque no quiere dar el paso?

Desafortunadamente no será el último episodio, sobre todo tras la estrambótica rueda de prensa que el central ofreció ayer, llena de contradicciones. A él y a la Selección le quedan que vivir momentos de desencuentro y tensión. Ante tal panorama, lo mejor sería su marcha, sobre todo para el grupo de compañeros que no abren la boca y juegan con mayor o menor respeto por su país, España. Pero claro, según Piqué no es un tema de patriotismo.