Jaime Trevijano
A España le bastó con 45 minutos de brillante juego y goles
ante Albania, a la que superó por 3-0, para llevarse la victoria y conseguir
matemáticamente la clasificación para el Mundial de Rusia, tras el empate de
Italia ante Macedonia.
El combinado de Julen Lopetegui desplegó un juego por
momentos espectacular en el primer tiempo, aunque se relajó en el segundo, donde
Albania, que plantó cara todo el partido, mereció al menos el premio de un gol.
Albania saltó con mucha personalidad al césped del Rico
Pérez, buscando en los primeros minutos posesiones largas y presionando con
fuerza la salida de balón del equipo español.
Pese al ímpetu de los albaneses, la calidad de los jugadores
españoles hacía que cada aproximación al área rival llevara peligro. Thiago
cogió el timón del equipo, mientras que las diabluras de Isco y Silva sembraban
el pánico en la zaga albanesa.
Rodrigo, la sorprendente apuesta de Lopetegui como referente
en punta, desperdició las dos primeras ocasiones claras de España, pero el
valencianista se reivindicó en la tercera que tuvo, tras un control orientado
con el pecho que remató sin dejar caer el balón marcando el 1-0.
El tanto desató la fantasía del juego español, con un Isco
espectacular, y en apenas once minutos dejó el partido visto para sentencia.
El segundo gol llegó tras una preciosa jugada combinativa
que fue una muestra perfecta del juego de España, que tras dieciocho toques,
Isco aprovechó un pase interior de Koke para marcar.
Albania no se resignaba a su suerte y pudo recortar
diferencias en un cabezazo al larguero de Llullaku, su jugador más incisivo,
pero en la siguiente jugada llegó el mazazo definitivo para la selección que
dirige Christian Panucci.
En pleno festival de juego español, una cabalgada llena de
fuerza del debutante Odriozola, que estuvo soberbio en sus incorporaciones
desde el lateral derecho, acabó con un centro al corazón del área de Albania,
que Thiago cabeceó para subir el tercer gol al marcador cuando aún no se había
cumplido la media hora de juego.
España levantó el pie del acelerador en el tramo final del
primer tiempo, pese a lo cual la inercia ofensiva propició que tanto Rodrigo
como Alba tuvieran opciones de aumentar más la renta de La Roja.
En la última acción del primer tiempo, un clamoroso error de
Piqué (pitado en cada intervención por el respetable), no fue aprovechado por Albania para haberse marchado al menos con un gol
al descanso.
En la reanudación, España puso cerco al área albanesa pero
la falta de acierto en el remate le privó de ampliar su goleada. Con el paso de
los minutos, el doble cambio introducido por Panucci, comenzó a surtir efecto y
por momentos fue Albania la que dominó y se acercó con cierto peligro a las
inmediaciones de la portería de David De Gea.
La relajación de España envalentonó a Albania que no le
perdió la cara pese a lo adverso del marcador. Sadiku cabeceó al palo en el
minuto 70 y cinco minutos después fue De Gea quien evitó el gol, tras una doble
ocasión clarísima de Latifi y de Sadiku, que de nuevo perdonó con todo a su
favor.
La alegría en el tramo final del partido llegó desde Italia,
después de que Macedonia lograra un empate que daba a España la clasificación
matemática para el Mundial.