lunes, 30 de octubre de 2017

UNA CARICATURA DEL MADRID SE BORRA DE LA LIGA

En Gerona se vio la peor imagen del Madrid de Zidane, sin ganas y apático, solo Isco tiró de un equipo que no juega absolutamente a nada

Antonio Blanca

La décima jornada de Liga sacudió al vigente campeón. Los pupilos de Zinedine Zidane, nueve de ellos titulares en la final de la pasada Liga de Campeones, hicieron historia al perder en el primer partido que el Real Madrid disputó en Gerona y en el marco de la competición doméstica por excelencia. Pero, peor que volver a quedar a ocho puntos del líder culé, más allá del desasosiego que provoca mirar a la tabla al madridismo, emerge el vacío absoluto de fútbol e intensidad que evidenció el favorito a ganarlo todo. Los tropiezos que aplazaron el primer triunfo en el Bernabéu del curso hasta la cuarta tentativa dejaron de ser avisos este domingo. La autocomplacencia es ya más que un síntoma en Concha Espina. Esta vez llegaron en ventaja al descanso, gracias a un contragolpe certero que remató a la red Isco (el único que se salvó de la debacle en cuanto a actitud), pero la zozobra en todos los aspectos del juego era ya nítida. Tras pasar por el camarín, lejos de reaccionar empeoraron las cosas. Los gerundenses arreciaron en su estrategia energética, con la táctica muy bien estudiada y desplegando una lluvia de centros que desbordó, de manera continuada, al coloso. Así, en cuatro minutos dieron la vuelta al marcador. Stuani y Portu (en fuera de juego) son los nombres que subrayaron la declaración oficial de la crisis en el sistema merengue.
"Estamos preocupados por todo. Hay que trabajar más", declaró Casemiro al término del resbalón grosero. En efecto, sin los goles salvadores de Ronaldo (sólo lleva uno en el torneo de la regularidad) o de Ramos, el Madrid ya no abraza la épica con el sorprendente exitoso resultado de la pasada temporada. Y las lagunas colectivas con y sin pelota se desnudan por doquier. Y de ello se aprovecharon en esta fecha Barcelona y Valencia.

Los primeros tampoco brillaron en su visita a San Mamés. El Athletic le robó la pelota a los de Valverde porque, entre otras cosas, el técnico apostó por Paulinho y André Gomes como acompañantes de Busquets y Rakitic. La baja de Iniesta se notó sobremanera, pero en el caso de los azulgrana su estrella sí responde. Messi fue el encargado de decidir el duelo. Con un gol arquetípico en combinación con Jordi Alba e iniciando la jugada que terminaría en la sentencia de Paulinho. La Pulga volvió a remarcar su condición de único entre la maraña catalana y la impotencia de un bloque vasco al que le falta pegada y resultados. Ziganda no acaba de despegar, con Beñat en el banquillo.

Y si el puntero demostró que es capaz de ganar sin jugar bien ni de manera reconocible a su estilo, con Ter Stegen realizando uno de sus mejores partidos desde que llegó a Can Barça, el equipo dirigido por Marcelino mostró a sus competidores que su segunda plaza también está cimentada en el oficio. Hubieron de sacar esta herramienta competitiva, y la capacidad de sufrimiento en la resistencia y el achique, para ganar en Vitoria. El Alavés, renacido con catenaccio incluido, se lo pondría difícil, pero Zaza y Rodrigo respondieron al gol de Alexis para alimentar las aspiraciones de un Valencia que ha ilusionado a su tribuna.
Sensación diversa es la que arrastra el Atlético de Madrid. El equipo del “Cholo”, que se sigue dejando puntos, sumó su quinto empate de Liga a pesar de ser mejor que el Villarreal. Se dibujó en el Wanda un enfrentamiento abierto y los madrileños dominaron el primer acto con total rigor y ardor. Los automatismos rojiblancos se refrescaron, para vanagloria de la parroquia. Pero la sequía goleadora les pasaría factura. Correa, el elemento más iluminado, abriría el marcador y, tras ellos, los colchoneros volvería a gestionar la ventaja encerrados. Entonces, Trigueros gobernó y Bacca firmó las tablas en el 81. Sin margen de maniobra, otra vez pinchó el semifinalista de Champions que está al borde de la eliminación prematura de dicha competición.

Por detrás en la tabla navegan Sevilla, Leganés y Betis. Jugando los verdiblancos este lunes, sólo merecen comentario los rendimientos de hispalenses y pepineros en este fin de semana. Los de Berizzo se reencontraron con la senda del triunfo, precisamente frente a los blanquiazules. Lo lograron en un enfrentamiento muy igualado en el que Ben Yedder, Szymanowski y Sarabia alternaron sus anotaciones para que los puntos se quedaran en Nervión y la convicción se repartiera en registros positivos por igual.
La Real Sociedad sufrió un revés en su intento de aproximación a las plazas de Europa League. Los donostiarras caerían en Getafe a pesar del gol marcado por Oyarzabal en el quinto minuto. Los de Eusebio bajarían las revoluciones y los azulones, necesitados, se aferraron al partido hasta remontarlo. Los cambios introducidos por Bordalás, sobre todo el de Ángel, resultaron decisivos. El delantero recién entrado lograría el empate y provocaría el penalti que sería transformado òr Jorge Molina para dar impulso a los madrileños.

Un empujón similar es el que arrancó el Málaga en La Rosaleda. La visita del Celta, irregular, supuso el escenario idóneo para que el escuadrón de Míchel ganar su primer partido en lo que va de calendario. Su hijo Adrián y Recio, de penalti y en el minuto 83 regalaron oxígeno al entrenador que se había compungido cuando Iago Aspas firmó las tablas antes de la recta final. Y, finalmente, Éibar y Levante se repartieron los puntos en un empate a dos que dejó buen regusto para los levantinos, a pesar de dejarse igualar un 0-2. Los armeros, por su parte, han de seguir trabajando para refrendar con victorias la reacción susurrada en esta jornada.

Esta noche la décima jornada pone su punto y final con dos partidos, Las Palmas-Deportivo de la Coruña y el Español-Betis.