Tras
un partido mediocre ante el Tottenham, el ‘9’ francés del Real Madrid vuelve a
convertirse en el blanco de las dianas de los más críticos
Antonio Blanca
Parecía
que el golazo de Benzema el pasado fin de semana en Getafe invitaba a pensar en
una resurrección, pero no ha sido así. El delantero recuperó el pasado martes
ante el Tottenham en Champions League
sus peores sensaciones de cara a puerta, protagonizando fallos impropios de un
atacante de su nivel.
En
un partido en el que el Madrid no conseguía despegarse y poner tierra de por
medio con los ingleses, Benzema tuvo dos ocasiones que habrían decantado la balanza
del lado blanco.
La
primera de ellas fue un cabezazo a bocajarro (50 centímetros o menos de la
línea de gol) tras un centro lateral que acabó en los pies del cancerbero
Lloris. La otra, tras un rechace proveniente de un disparo al palo de
Cristiano, saliendo su tiro desviado y lejos de los tres palos (casi más fácil
que lanzar un penalti ya que el portero estaba vencido justamente al lado
contrario).
Enseguida
arreciaron las ya periódicas críticas contra el ariete galo, que vivieron esta
campaña su momento álgido en el encuentro liguero frente al Valencia, en el que
marró una infinidad de ocasiones que habrían dado al Madrid una victoria clave.
La
propia actuación europea ante la escuadra inglesa de Pochettino (que se doctoró
en el Bernabéu mojándole la oreja a Zizou) provocó que el histórico ex jugador
inglés Gary Lineker se cebase con Benzenma, llegándolo a acusar de
sobrevalorado: "¿Soy yo o Benzema está un pelín sobrevalorado?",
escribió el inglés en un polémico tuit.
Con
razón o sin razón nítida, el ‘9’ del Real Madrid ha demostrado a lo largo de su
trayectoria en el club de Chamartín ser un excelso segundo delantero, sin embargo
cuando la responsabilidad del gol cae sobre él (compartida con Ronaldo o en
solitario) los focos de la crítica se fijan en sus actuaciones por no dar la
talla.