Antonio Blanca
El
francés Michel Platini consiguió su última gran victoria en marzo de 2014, un
año antes del terremoto de corrupción que sacudió los cimientos de las
organizaciones más poderosas del fútbol.
Aquel
triunfo personal fue la creación de un nuevo gran torneo de selecciones a nivel
europeo, la Liga de Naciones que arrancará mañana jueves con un primer plato
más que apetecible, un Alemania-Francia que pondrá frente a frente en Múnich a
las dos últimas campeonas del mundo.
En
aquel 2014, Platini tenía 59 años y era el presidente de la UEFA. El genial ex
futbolista francés lideró con éxito la fuerte expansión deportiva y económica
del fútbol europeo al impulsar proyectos como la ampliación de la Eurocopa a 24
selecciones en 2016, la Eurocopa paneuropea en 13 países en 2020 y la Liga de
Naciones.
Pero
después llegó su caída en desgracia y un pago de dos millones de francos suizos
que había recibido de Joseph Blatter en 2011 se convirtió en su tumba política.
Al menos hasta diciembre de 2019, cuando expira la suspensión que le impuso la
FIFA por corrupción.
Pero
esta semana tendrá que ver desde la televisión el inicio de la Liga de
Naciones, un torneo que cuenta con dos caras.
La
buena, para los hinchas, que podrán ver partidos entre las mejores selecciones
del continente más a menudo en vez de insulsos amistosos. Por ejemplo,
Alemania, Francia y Holanda comparten un grupo y en otro están España,
Inglaterra y Croacia.
"Los partidos amistosos ya no interesan a
nadie: ni a los fans ni a los periodistas ni a los jugadores", llegó a
decir Platini. Su sucesor al frente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin,
se mostró también encantado con la ida: "Siempre hemos tenido quejas de que los mejores equipos juegan ante los
más flojos. Ahora jugarán entre ellos".
Sobre
el papel, la nueva competición ofrece además premios para todos. Los mejores
equipos europeos lucharán por un nuevo título; las selecciones de nivel medio
están obligadas a ganar porque de sus resultados dependerá su posición en el playoff de la Eurocopa 2020; y las
escuadras a priori más débiles jugarán partidos en los que siempre tendrán
posibilidades de ganar.
Sin
embargo, la otra cara de la moneda muestra un nuevo torneo en un calendario más
que saturado. Si antes no había respiro, ahora ya no hay casi ni amistosos con
las selecciones. Cualquier partido suma y vale.
"No necesitamos más partidos internacionales,
sino al revés, menos partidos. Los futbolistas están físicamente al límite",
criticó el presidente de la junta directiva del Bayern Múnich, Karl-Heinz
Rummenigge. "Si no hubiera Liga de
Naciones, nadie la echaría de menos", añadió el que es presidente de
la Asociación Europea de Clubes (ECA). Así, un futbolista podría encadenar
Mundial, Liga de Naciones y Eurocopa en tres años.
Esta
una nueva competición tiene carácter bienal y en la misma participarán las
selecciones de las 55 federaciones miembro de la UEFA, que quedaron divididas
en cuatro categorías en función de su coeficiente. Cada categoría o Liga estará
a su vez dividida en grupos.
En
la Liga A participarán los mejores equipos del continente, como Alemania,
Francia o España, mientras que en la Liga D competirán las selecciones de nivel
más bajo.
Al
término de la fase de grupos, cada Liga celebrará su propia final four, con los equipos de la Liga A
luchando por el primer título de la Liga de Naciones.
Las
selecciones que quedan campeonas de cada grupo de las tres peores Ligas (B, C y
D) ascenderán a la siguiente categoría para la próxima edición, mientras que
los últimos de cada grupo de las Ligas A, B y C descenderán. Además, los
ganadores de grupo tendrán más posibilidades de clasificarse a la Eurocopa de
2020.
La
Liga de Naciones arrancará con una doble fecha que se disputará entre mañana y
el 11 de septiembre. Las dos siguientes serán del 11 al 16 de octubre y las dos
últimas entre el 15 y el 20 de noviembre. La final four se celebrará del 5 al 9 de junio del año que viene en
una sede aún por determinar.