Doce
y cuarenta años después llegan a la final de la Copa de Europa el Real Madrid y
el Atlético de Madrid en lo que se espera un partido de altísimo voltaje
Antonio Blanca
Un
anhelo para unos. Un sueño para otros. Revancha en Lisboa por la final de la
pasada temporada de la Copa del Rey. Partido que a priori se presume eléctrico,
endiablado, con una ciudad dividida, apuntaría casi que con un país. España
será la atención del deporte mundial el 24 de mayo, sábado, en Lisboa, porque
Madrid, la capital del reino ha metido en una final a sus dos grandes equipos,
el más grande de todos los tiempos, el Real Madrid, con el que ahora mismo está
más en forma, el Atlético de Madrid. Catorce años después otra final española.
El Madrid con la Décima en la cabeza, el Atleti de un portentoso
“Cholo” Simeone con las ganas de hacer historia en el club de sus amores.
Se
comenta en los círculos de los más veteranos que el fútbol le debe una “Orejuda”
al Atlético, por esa que perdió en 1974 contra el Bayern de Munich. También el
fútbol puede coronar a la leyenda de las leyendas el Real Madrid, con diez
entorchados europeos, ahora mismo parece que inmortales. A eso están ambos
equipos por diferentes razones a un paso de la inmortalidad.
Caminos
duros. Los blancos venciendo a Schalke, Borussia y bañando antológicamente a su
bestia negra, el Bayern. 5-0 en el global con un 0-4 en el Allianz grabado a
fuego y que perdurará por los siglos de los siglos.
Los
colchoneros con la pauta del genio argentino que se sienta en el banco, Diego
Pablo, Simeone, entrenado top, digno
sucesor de José Mourinho, que desgraciadamente concatena su cuarta semifinal
perdida, duro el fútbol con el grandísimo entrenador, otra que tiene que
anotarse en el debe el todopoderoso balón. El Atleti ha dejado por el camino a
Milán, Barcelona y ayer mismo en Stamford Bridge al Chelsea. Los rojiblancos
fueron mejores, realmente han sido mejores en todas sus eliminatorias y son dignísimos
finalistas.
Ni
alemanes ni ingleses inquietaron (tal vez algunos minutos) a los dos equipos
madrileños, que tributarán una grandísima final la noche del 24 de mayo,
sábado, en Lisboa, para que algunos canten a ritmo de fado, y los otros lloren
a compás lento del mismo cantar bello portugués. Para que Neptuno o Cibeles
sean una gran fiesta, y la otra plaza de la capital esa noche emane lágrimas de
dolor.
Real
Madrid o Atlético de Madrid, ambos lo tienen en sus botas. Los rojiblancos han
sido superiores en los enfrentamientos ligueros. Los merengues en la Copa del
Rey eliminando al equipo del Manzanares en semifinales. Noventa minutos que son
una incógnita, se presume un partido igualado en todas las facetas. Lástima que
no puedan vencer los dos, y solo pueda quedar uno, aquel que se hará leyenda.